Buscar este blog

Translate

30 de octubre de 2022

Serás mi luz siempre - Luna Dueñas

Hola. Hoy os traigo la reseña del debut de Luna Dueñas, un libro que leí entre 2021-2022. ¿Lo habéis leído?

Título: Serás mi luz siempre (2016).
Autora: Luna Dueñas.
Editorial: B de Books, Selecta (digital).
Páginas: 507.
Género: Drama, fantasía, amor, trastornos mentales.

Etiquetas (spoilers): amor tóxico, amores no correspondidos, artistas, bailando, mejor amiga enamorada del toallero, canciones, clichés, contemporánea, cuernos con el protagonista, drama, emociones complicadas, fantasía, fantasmas, fingiendo amnesia, chico con chica equivocada (y ella le es infiel), chico insoportable, segundo amor, me recuerda a kdrama, música, escritora española, reto desempolvando libros, new adult, team toallero, trastornos psicológicos, triángulos amorosos, viviendo-juntos.

La vida de Lucía siempre ha estado ligada al mundo de la música, una pasión que su padre le ha inculcado desde que era niña. Pero su anhelo de ser pianista no tarda mucho en desvanecerse.

A causa de una tragedia se ve obligada a dejar de lado todo aquello con lo que soñó para sacar a adelante a los suyos. Su nueva vida comienza en la mansión de los de la Vega, una adinerada familia que vive en las afueras y no tiene mucha relación con nadie. Como interna en la casa y ayudando con las tareas domésticas comenzará a conocer los secretos de la familia, y encontrará en Miguel, el hijo mayor, un apoyo incondicional para seguir adelante.

Pero su tranquilidad se verá socavada cuando un misterioso chico que siempre ve en el lago que hay detrás de la mansión, se cruce en su camino. No parece pertenecer a ningún lado y siempre se lo encuentra en el mismo lugar. Para colmo es rebelde, impertinente y terriblemente atractivo.

4/10

Este libro ha estado dando vueltas por mi vida durante varios años pero a mí siempre me ha dado miedo acercarme a él. Cuando Luna Dueñas lo publicó (2016) lo compré para apoyarla, pero no recuerdo en que momento lo borré de mi biblioteca (2019), simplemente pensé que nunca sería capaz de leer una novela con un triángulo tan intenso. Llegó noviembre de 2021, Vero y yo hablamos de leer un libro juntas, yo elegí Serás mi luz siempre porque me acordé de Luna Dueñas, pensé que me gustaría descubrir este libro a su lado, pero Vero no tenía ganas de adentrarse en esta novela así que elegimos leer juntas Nosotros después de las doce de Laia Soler y yo puse antes en mi vida Serás mi luz siempre.

Durante todo el mes de noviembre de 2021 recorrí la vida de Lucía, Miguel, Alejandro y Diana. Todas las noches leía un poco de sus historias y escribía lo que pensaba de sus vivencias, a veces me sentía asustada por sus elementos fantasmagóricos, también expresaba mi pena, mi melancolía por el dolor al que se estaban enfrentando, derrochaba mi cariño y mi ilusión por las escenas tan bonitas que compartían Miguel y Lucía, intentaba ser paciente al inicio con Alejandro, después me enfadaba y llenaba de rabia con las escenas super tóxicas entre Alejandro y Lucía, deseaba que Miguel y Lucía se quisieran más a si mismos y se hicieran respetar, deseaba que sus vidas, algún día, y sus autoestimas, florecieran como la rosa de la portada, y que pudieran cantar y tocar el piano por el mundo, pero sé que era un sueño mío. Una parte de mí estaba agotada con este libro por las líneas rojas que mostraba.

Llegó diciembre y yo le había prometido a Vero leer con ella en noviembre Nosotros después de las doce, me sentía mal por no estar cumpliendo con esa promesa así que dejé pausado Serás mi luz siempre en el 58% pero al final no tuvo mucho sentido porque unos días después Vero hizo maratón de Nosotros después de las doce y yo me quedé bloqueada con dos libros empezados, no sentía ganas de continuar ninguno de los dos porque ambos ambos me generaban emociones tristes. Pasaron meses hasta que decidí terminar esta novela, después de pensar mucho si la terminaba o no, no quería volver a sentir la rabia o el odio que había sentido cuando la pausé. Alejarme me permitió calmar mis emociones, al retomarla Alejandro y Lucía estaban en la etapa más dulce de su relación, llegó la felicidad en las familias, pero pronto la felicidad del trío amoroso se convirtió en tormento por no atreverse a ser sinceros, me dio pena que Miguel, Lucía y Alejandro no hubieran aprendido nada y se hicieran sufrir con tanto ahínco.

Todos los personajes viven en el pueblo Dos Lagos. Allí todos se conocen con todos, por eso todo el mundo murmura sobre todos, sin llegar a conocerse realmente, esos murmullos hieren mucho a las personas pero nunca nadie alza la voz sobre ello. Todos reciben ese trato, desde ricos a pobres, todos son víctimas de los prejuicios y de las habladurías de lo que creen que es la realidad, pero estas habladurías rara vez llevan la verdad. A las afueras vive la familia de La Vega, en una mansión en medio del bosque junto a un lago y un embarcadero.


COMIENZAN LOS SPOILERS


Lucía es la protagonista y narradora de la novela. Ella lo pierde mucho al empezar la novela, sus sueños, su familia, su vida. Solo tiene 23 años y tiene que aprender a comenzar de nuevo. Su padre ha muerto debido a una enfermedad que Lucía no entiende, por eso ella permanecerá enfadada con él por mucho tiempo, por eso cada murmullo contra ella en el pueblo lo sentirá como una verdad, una crueldad que le dolerá en el corazón. Lucía no puede contar con su madre, que debido a la muerte de su padre sufre depresión catatónica, por eso su mamá es internada en un psiquiátrico con el dinero de su tía Erica, ella también se ocupa de criar a su hermano Diego y encontrar un trabajo para Lucía en casa de Los de La Vega.


—No nos ha dejado, él está allí arriba cuidándonos y queriéndonos mucho.

—Pero yo le echo de menos, quiero que vuelva—sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

—Y yo, pero no puede volver, Diego. Es algo imposible. Asiente resignado.—Pero por las noches, cuando sientas que lo echas mucho de menos mira al cielo, piensa que él te está mirando, y dile cuánto le quieres. Le quieres mucho ¿verdad que sí?

—Le quiero mucho—dice con un puchero.


Lucía al principio no quiere admitir que está afrontando un duelo, pero este duelo le impide hacer lo que más ama, buscar consuelo en la música, en el piano. Poco a poco, ella encontrará la fortaleza para hablar con Miguel de sus emociones y eso la ayudará a quitarse un peso de encima, gracias a él ella volverá a acercarse al piano, juntos volverán a acariciar las teclas del piano, a recordar lo que se sentía cuando la música invadía su vida y simplemente olvidaba todo por una melodía. Miguel es parte de la sanación de su corazón. Poco a poco, irá perdiendo la vergüenza por tocar en público y se sentirá a gusto consigo misma para compartir su don con los demás.


—¿Qué te parece si nos vamos a la sala y tocamos un rato?

La palabra «piano» invade mi mente y mi corazón se encoge. Decido ser sincera con él.

—Verás, es que desde que mi padre murió no he sido capaz de tocar.—Miro al suelo todo el tiempo.

—¿ Por qué?—dice sorprendido

—No sé, quizá aún me recuerda mucho a él y no soy capaz ni de ponerle un dedo encima por miedo a que el dolor vuelva.

—Pues creo que te estás equivocando, Lucía. Tu padre no querría esto. Tu padre querría que tocases el piano, como siempre has hecho y como él te enseñó.

—Lo sé, pero…—Las lágrimas amenazan con salir de mis ojos. 

Él pone su dedo en mi boca para que me calle. Me toma de la mano y me sube hasta la sala. Yo lo sigo sorprendida. ¿Me está cogiendo de verdad la mano? Cuando llegamos allí me sienta en el banco y él se sienta a mi lado.

—Vamos, inténtalo. Lucía, ¿no te das cuenta de que el piano es algo con lo que puedes mantener un vínculo con tu padre por siempre? No pienses en ello como si te fuese a traer dolor, piensa en los buenos momentos que has pasado con él, tocando, y consérvalos por siempre.

(...) Me invita a tocar la melodía con él. Y así por primera vez en mucho tiempo vuelvo a sentir el piano. Y lo que más me sorprende es que no trae ningún sentimiento de dolor, sino que, al contrario, lo que hace es aliviar mi corazón.


Lucía atraviesa un mar de emociones a lo largo de las 507 páginas de esta novela. A veces se siente tan triste que no quiere levantar la cabeza, simplemente quiere cerrar los ojos y desaparecer del mundo, pero sus obligaciones no se lo permiten, la fortaleza que encuentra dentro de sí misma no se lo permite. Ella es una persona que nunca permitirá que nadie luche por ella, siempre querrá vencer sola sus propios demonios, incluso cuando desea que alguien la abrace.  Lucía no necesita ser una chica mala, aunque a veces lo desee para volver locos a los chicos, me dolía el corazón su falta de autoestima, que ella no viera lo valiosa que era, como ella era la luz de muchas personas. Poco a poco logra superar su timidez, se aferra a sus sueños y se lanza besos a sí misma. 

Me gustaba mucho como Lucía siempre pensaba en su hermano Diego y en su madre, ellos nunca dejaron de ser una prioridad en su vida. Nunca los puso en segundo lugar y nunca los olvidó, nunca olvidó su promesa de volver a reunirse con ellos y volver a ser la familia que eran, precisamente esa promesa le daba las fuerzas para seguir adelante, para trabajar cada día, aún si le dolía haber perdido su estatus social. Ella siempre visitaba a su hermano y a su madre, intentaba mostrarles una buena sonrisa aunque por dentro quisiera llorar por todos los cambios de sus vidas, pero se aferraba a la esperanza de que un día todo estaría bien de nuevo. Verlos y abrazarlos consolaba su corazón herido.

La familia de La Vega se convirtió en una familia para Lucía desde el principio, ellos la recibieron con los brazos abiertos, no como se recibe a una criada, sino como se recibe a un ser querido, a alguien que atesoras y que vas a cuidar. Ellos siempre la trataron con cariño y respeto, siempre la hicieron saber que para ellos era especial y que realmente era una invitada, incluso bromeaban con lo felices que serían si Miguel abriera los ojos y se casara con ellos. Simplemente le ofrecieron un trabajo para ayudarla a salir adelante pero cuando Lucía no se encontraba bien, Miguel cuidaba de ella, las criadas cuidaban de ella, Lucía estaba presente en cumpleaños como invitada, comía y cenaba con ellos, era parte de sus conversaciones y risas íntimas, recibía clases de piano de Diana, siempre fué parte de esa familia. Puede ser una fantasía como esta familia trató a una criada pero realmente ellos conocían a la tía Erica y nunca la vieron como su empleada, solamente quisieron ayudarla en una situación desesperada.

Lucía encuentra en dos mujeres de la casa mucha fortaleza. La ama de llaves, Guadalupe, la guía en todo, siempre es cuidadosa con Lucía como lo sería una madre con su hija, siempre comparte chismorreos con Lucía, la ayuda a adaptarse a esa nueva vida y le entrega el calor de una mamá y las risas que había perdido. Guadalupe, hasta el final será su apoyo cuando las otras criadas tengan envidia de ella o hablen mal a sus espaldas por el trato favorito de la familia sobre ella, será su mayor defensora. Clara, la mamá de los chicos, se abre emocionalmente a ella y Lucía conecta profundamente con su dolor, ella comprende el temor de esa madre al no saber si su hijo Alejandro vivirá o morirá, ella sabe lo que es perder a alguien y no volver a verlo, ese dolor compartido hace que las dos compartan conversaciones tristes, provoca que se sientan unidas. Clara le enseñará a tocar el piano y eso se convertirá en una terapia para ambas, las dos volverán, a través de la música, a reconciliarse con sus propios corazones. 



Me gustaría destacar el vínculo tan bonito que todos los personajes de esta novela sienten por la música. Clara les enseñó a Miguel y Alejandro su amor por la música y ellos siempre han disfrutado tocando el piano, es algo que les hace sentir en paz. El padre de Lucía le enseñó su amor por el piano y ella aprendió sola a amar el canto, Miguel le recordó que podía siempre estar unida a su padre con el piano, igual que Clara siempre está unida a Alejandro con el piano. Diana ama el violín, es inseparable de él y por eso llevará su felicidad con él a los niños del hospital. La música es, para todos, el amor más puro del mundo, y aquello que puede sanar todas las heridas. Me pareció precioso el amor tan intenso que todos los personajes sentían por la música y la presencia tan grande que tenía la música en la novela. Me encantaba ver como Diana tocaba el violín en la graduación e invitaba a Lucía a acompañarla con su canto, como Alejandro se relajaba y tocaba el piano comprendiendo que en ese instante era valioso y no necesitaba competir con su hermano, como Miguel cantaba y tocaba el piano regalando su melodía secreta para calmar el corazón herido de Lucía, como Miguel, Lucía y Alejandro olvidaban todas sus diferencias, miedos y se unían por la música y creaban algo hermoso, como Lucía siempre nos estaba hablando de sus cantantes favoritos: Yiruma, Damien Rice y David Archuleta.


—Puedes expresar con ella tus sentimientos y es una forma de aliviarte cuando las cosas van mal, como si soltaras los problemas con cada nota que tocas y se fuesen desvaneciendo como su sonido.


Miguel y Alejandro De La Vega son los dos hijos de la familia, sé que Luna quería jugar con la ambigüedad de si uno era malo y otro bueno, pero siento que todos pueden ser buenos o malos, solo se trata de elegir que quieren ser. Miguel y Alejandro nunca han estado unidos pero debido a la complicada situación y verse separados, Miguel descubrirá lo mucho que echa de menos a su hermano, lo mucho que le quiere, él descubrirá sus sentimientos más bonitos por él. Alejandro no podrá salir de ese sentimiento de competición que siente hacia su hermano, siempre estará en continúa lucha contra su hermano, queriendo vencerle, me dio pena que en esa situación no pudiera comprender que ahora debería ser más importante querer a su hermano y no morir en guerra con él. Cuando Alejandro despierta, los dos deciden poner fin a esa competición, pero pasado el tiempo vuelven a dejarse llevar por sus sentimientos más tormentosos, los dos sentían que el otro siempre les estaba superando en la vida y eso era insoportable para ellos. Realmente no comprendo como llegaron hasta ahí pero es realmente triste que se vieran como enemigos y no como hermanos.

Miguel es un apoyo para Lucía desde el primer momento en que ella llega a la casa, siempre está ahí para ayudarla a levantarse y ser feliz. Él siempre es un encanto, un amor con ella, Miguel es su amigo y su consuelo cuando el mundo se siente hecho pedazos para Lucía. Él es el chico que a ella le gusta al principio, porque es hermoso, porque es dulce y porque escucha todas sus preocupaciones y comparte las de él. Los dos pueden hablar sin tapujos a la luz de las estrellas y acordarse del papá de Lucía y preguntarse si todavía sus seres queridos les estarán esperando, Miguel le ayuda a volver a acercarse a la música y comparte con ella su melodía, la que guarda como un secreto. Con Lucía, Miguel puede ser él mismo, puede ser libre y toda la familia lo ve y apoya una relación entre ellos. Miguel es super dulce con Lucía, él siempre se contiene con ella porque es consciente de que tiene novia pero en el fondo es consciente de que sus sentimientos por Lucía se están descontrolando, siempre piensa en besarla, y sobre todo en consolarla cuando llora, siempre la abraza del modo más puro del mundo, él es un personaje muy bonito. Yo a veces pensaba si Miguel era poseído por su hermano Alejandro porque a veces le decía cosas picaronas a Lucía mientras le acariciaba el rostro, el hombro, la miraba intensamente a los labios, siempre con "mirada de trance" y por eso me planteaba si había una posesión, también porque ese aspecto descarado no me encajaba con Miguel, que era más serio, contenido, pero visto desde la distancia, entiendo que desde el primer minuto su atracción y sentimientos por Lucía eran incontrolables, me pareció tan triste que él pidiera ese deseo a las estrellas, un deseo donde rezaba porque Lucía le quisiera, un deseo que se convirtió en imposible cuando yo quería que se volviera posible, Me dio pena como Lucía pasó de sentirse super cómoda con él a estar incómoda cuando aclaró sus sentimientos y comprendió que ya no le gustaba, que simplemente era un amigo, me dio pena que pensara que debía ser fría con él cuando antes tenían una relación bonita. No sé si habría cambiado algo que Miguel hubiera roto antes con Aroa, en el fondo creo que no.


Cuando me doy la vuelta para entrar en la habitación Miguel se acerca y me abraza de forma inesperada. Aprieta su abrazo y sé que está llorando. De veras que no sé qué hacer o cómo reaccionar, no soy buena consolando. Tras unos segundos, alzo mis manos lentamente y le doy unas palmaditas en la espalda.


Durante buena parte de la novela, Miguel estaba comprometido con Aroa, una chica tóxica que le imponía quién tenía que ser en la vida, a que debía renunciar (la música), con quién podía hablar y otras normas, ella aspiraba a casarse con un médico, Miguel al principio se auto-engañaba pensando que todavía quería a Aroa, pero sus sentimientos por Lucía seguían creciendo y no podía negarlos al lector, aún así no rompía con ella y nadie entendía como no rompía con una persona tan tóxica para él. Él siempre intentaba tapar con los dedos lo mal que Aroa trataba a los demás, pero era sencillo creerlo viendo que lo trataba mal a él. Aroa realmente no quería a Miguel, nunca supo quererle bien, pero no solo eso, ella siempre se sintió atraída por Iván, por eso estaba con él a espaldas de Miguel, me dio pena que Lucía, sabiéndolo no se lo contara hasta que no le benefició a ella. Super retorcido cuando Aroa intenta engañarle y decirle que el bebé que está esperando es suyo. Lucía quería que Iván le contara que el padre del bebé era él pero mientras la angustia de Miguel era imparable con las mentiras de Aroa, me daba pena que no le dijeran la verdad, sentía que nadie era leal a Miguel cuando él los necesitaba. Al final se entera y puede seguir su vida sin esas personas tan tóxicas pero me dio pena que la autora le hiciera pasar por estas cosas tan retorcidas e innecesarias.

Alejandro se hace el misterioso durante toda la novela, él no quiere contar su secreto al lector ni a Lucía, le gusta dar pistas y asustar a Lucía, desea que ella comprenda lo que le está ocurriendo pero ella nunca comprende que él está en coma hasta que no lo ve con sus propios ojos, creo que es un poco frustrante para él que ella no adivine su secreto por más que él haga locuras y diga mentiras sin sentido para que ella sospeche. Los dos tienen una relación tormentosa, llena de señales rojas, una relación horrible que me provocaba mucho asco, que me hacía querer escapar del libro y no seguir leyendo, cuanto más leía más enferma me sentía por culpa de la mentalidad de ambos, yo no comprendía como ambos estaban tan enganchados a ese juego enfermizo que estaban jugando, como no se cansaban de hacerse daño. Son una de las parejas más horribles que he visto, para mí su relación era un infierno, realmente no me podía comprender las cosas a las que algunas personas están dispuestas a jugar con tal de enredarse en una relación. 


Me acerco como si estuviera embrujándome y la tomo entre mis manos. La observo sin poder creérmelo. Las lágrimas comienzan a salir de mis ojos sin ninguna razón. Y no puedo detenerlas. El chico de la foto me mira sonriente sentado en un banco del jardín de la mansión. Es guapísimo. Y mientras más veo su sonrisa más siento que mi mundo se desmorona. Dios mío. Es él. Sus ojos son de un color azul intenso, pero definitivamente es él.


Alejandro y Lucía se cruzan en el hospital, él en una camilla después del accidente que casi acaba con su vida. Por eso él se aferra a ella, ella es la luz que él persigue todo el tiempo. Lucía es la única persona que puede ver y hablar con Alejandro, y eso hace que su relación se vuelva intensa y peligrosa. Él está acostumbrado a ir por el mundo con un manual de instrucciones para ser un chico malo, siempre está diciendo un montón de frases de ligoteo que parece que ha sacado de todos los libros que existen de literatura juvenil, pero Lucía cae ante todas esas frasecitas hechas que se nota que Alejandro no ha pensado por sí mismo. Alejandro al principio combina decir cosas malas a Lucía, sobre lo poco que ella vale, como él nunca podría enamorarse de una chica tan mediocre como ella, a las frases dulzonas del estilo de que Lucía es preciosa y él va a ser el amor de su vida, todo es puro falserio. No hay nada real en cualquier cosa que le diga Alejandro, pero a Lucía le encanta todas estas tonterías porque nunca ningún chico ha jugado con ella, así que se siente atraída a que él le diga cosas malas sobre si misma mientras después la consuele diciéndole algo bonito. 

Al principio Lucía piensa que es un vecino pero cuando empieza a encontrárselo en todas partes y a todas horas piensa que él la está acosando y le gusta la idea, incluso lo habla con Miguel, que le dice que el acoso no está bien y yo pienso lo mismo. Se puede entender que Alejandro agobiara a Lucía porque no tiene a nadie más a quien molestar pero él no es bueno con ella, él si que la acosa, la espía cuando no debe y siempre juega con ella porque quiere ganar a Miguel, siempre busca que Miguel no se quede con la chica, eso es lo que más le importa, me parece asqueroso. Alejandro la asusta muchísimas veces, ama causarle terror, le gusta verla aterrorizada por la noche en la casa, la asusta cuando tira piedras contra el ventanal para que Miguel pare de darle un masaje, la tira al agua a la fuerza cuando ella está aterroriza de él, toca sus pechos sin consentimiento, en la cabaña Lucía se aferra al marco de la puerta de puro terror y él la tira a la cama y la besa a la fuerza, sencillamente es repugnante cada acción que va sumando. 

Los dos juegan a un juego peligroso. Alejandro siempre le dice que ella no vale lo bastante para él, que no es lo bastante mala, lo bastante divertida, siempre está atacando la autoestima de Lucía que cree que debería ser tal y como Alejandro la desearía pero después se pone super baboso con ella, intenta compensar sus borderías con palabrería que hace explotar el corazón de Lucía, siempre con sus poses de voy a comerte entera. Lucía siempre le dice lo mucho que le odia, lo poco que él está a la altura de Miguel, ella también expresa lo poco que desea sus besos, ella también es cruel y dañina con él... Pero por dentro, Lucía nos dice que desea sus acosos, desea sus besos a la fuerza, desea que la tire encima de la cama, que la persiga y no la de respiro, no le importa que no la respete, dice que le da igual que juegue con ella, que está dispuesta a todo por ser suya, le gusta jugar a ponerle celoso abrazándose con Miguel si eso provoca que Alejandro se tire a sus abrazos. Los dos pierden el norte por el otro. Simplemente están enfermos cuando se trata del otro, ella también puede ser super hiriente porque no le importa hacer daño a Miguel o enfrentarlos con tal de llevar a donde quiere a Alejandro, sin duda es una versión horrible de Lucía, es tóxica cuando se trata de Alejandro o del amor. 

Ante la posibilidad de que Alejandro despierte del coma, Lucía se siente nerviosa y emocionada. Creé que el mundo explotara en arcoíris cuando eso suceda, las últimas noches él es dulce y bueno con ella, llora junto a ella al pensar en no poder estar con ella, ante el pensamiento de morirse sin aprovechar la vida, nos muestra su lado más vulnerable, como intentando que olvidemos al chico tóxico que hemos conocido por la mayor parte de la novela, y eso provoca que Lucía responda del mismo modo, que se mueva en sintonía con él, a mí me parecía tarde para cambiar, era toda una contradicción


—¿Me vas a abandonar así?—dice él poniendo ojos de cachorro abandonado.

—Te lo mereces por jugar conmigo de esta manera.

—No puedo evitar ser un chico malo.

—No hace falta que lo jures.

—Diviértete conmigo antes de irte. ¡Hagamos las paces!—dice sonriente.

Él se acerca aún más y me besa en la frente. Me quedo de piedra. Luego acaricia mis labios con su pulgar mientras los observa con deseo. Mi corazón late apresurado. Nunca nadie me ha mirado ese modo. Nunca.

—Creo que yo también te quiero—me susurra y me regala una sonrisa torcida.

—Lucía… «Aquella que trae la luz»—susurra con mucho cariño—. Mi chica linterna. Siempre serás la luz que ilumine mi camino.


Cuando Alejandro despierta (80%), ninguno de los dos se atreve a decirle al otro la verdad, simplemente fingen que son criada y señorito, así que los vemos envueltos en un juego retorcido donde él finge amnesia por mucho tiempo, ambos usan la posición social cuando quieren escudarse en ella, hablan en clave, se besan y se humillan y cuando quieren volverlo más retorcido dicen sumar en ese juego a los idiotas que están dispuestos a ser usados por ellos, Miguel y Anahí. Miguel y Anahí saben que Lucía y Alejandro solo están usándolos para ponerse celosos, para hacerse rabiar pero ellos están dispuestos, Miguel porque quiere el amor de Lucía y Anahí porque quiere la riqueza de Alejandro. La guerra se mantiene en pie hasta que una noche, Lucía y Alejandro caen en los brazos del otro siendo infieles a sus sustitutos, se prometen amor eterno y se van a cantar por el mundo entero mientras Miguel los mira por la pantalla de televisión mientras llora. Alejandro dice que Lucía fue su luz, a mi me habría gustado sentir que ellos juntos fueron luz, que los tulipanes sobre el piano fueron un recuerdo hermoso, pero ellos se hicieron atravesar un infierno, siento que decidieron darse una oportunidad del modo en que más podrían herirse a si mismos y a los terceros (que por supuesto sabían que jugaban a un juego tóxico)su relación me hizo pensar que el amor debería ser algo diferente, Miguel, Lucía y Alejandro no deberían haber jugado a hacerse tanto daño.


—¿Tienes la fortaleza de empezar de nuevo, entonces?—dice con esa sonrisa torcida que tanto me gusta. Sus ojos azules me miran traviesos.

—Mientras tú estés a mi lado, siempre—le susurro.

—Serás mi luz siempre, Lucía.


Diana es la amiga de Lucía, ella siempre es el paño de lágrimas de Lucía, siempre la invita a superar sus miedos y su timidez, ambas tienen una amistad muy bonita que no se rompe cuando Lucía se va del conservatorio donde ambas estudian. Diana siempre llama a Lucía para que le cuente las preocupaciones de su vida, siempre la llama para hacerla reír un poco. Recuerdo como ambas bailaban en la fiesta veneciana con sus maravillosas máscaras sintiéndose las reinas del baile, también la felicidad que sintió Lucía cuando Iván y Diana se graduaron y ella cantó mientras sus amigos tocaban, como ella sintió que un día triste se había vuelto feliz gracias a sus amigos. 


—Me alegro de volverte a oír reír de ese modo, pensé que nunca volverías a hacerlo.

—Yo también te echo mucho de menos. En realidad lo echo todo de menos.


Diana siempre le cuenta lo guapo que es Miguel y lo mucho que le gustaría estar con él pero creo que ninguna la tomamos en serio, siempre pensamos que era una fan de él, como podemos serlo de un idol coreano, pero resulta que Diana estaba enamorada de Miguel y por eso Diana siente su corazón roto cuando la realidad la golpea. Me dio pena al verla herida al ver juntos a Miguel y Lucía, pero Miguel siempre fue indiferente a Diana. Diana es la única que se atreve a decirle a Lucía que se está aprovechando de Miguel y que solo van a salir heridos. Yo creía que Diana podría tener algo con Iván cuando él abriera los ojos sobre Aroa pues siempre hablaba mucho con Diana pero no. Pasaron los años y Diana se encontró a Miguel, él la miró con nuevos ojos a pesar de seguir desconsolado por Lucía. Luna Dueñas quiso que ambos fueran felices juntos pero no fue muy creíble después de todo.


Ahora yo también he encontrado a mi propia chica linterna. Aquella que ilumine e iluminará mi camino.


Nunca imaginé que Guillermo era el malo de esta historia o que le había ocurrido para que le hiciera esto a Alejandro. Leyendo mis notas me doy cuenta de lo engañada que me tenía ese personaje, siempre creí que él quería lo mejor para esa familia. Me da pena su historia, me parece cruel que Enrique nunca le pidiera perdón ni se responsabilizara un poco por lo que ocurrió pero intentaron ayudarle a reconstruir su vida. Lo que le pasó me recordó a Itazura na kiss pero con consecuencias terribles. Eso no justifica que intentara matar a Alejandro tantas veces, lo pagó con un inocente. 


TERMINAN LOS SPOILERS


Esta novela a veces me recordó a los k/j/dramas, ya he hablado de la referencia a Itazura na kiss, pero también me acordé mucho de Master's sun porque SPOILER la protagonista de la serie también representa la luz para todos aquellos difuntos que la ven, por eso se sienten atraídos por ella FIN SPOILER. Quizás ella no se inspiró en esto pues leí que escribió la novela en su adolescencia pero yo me acordé de estos dramas (lo digo como algo bueno).


Luna Dueñas

Esta novela escrita en la adolescencia de Luna Dueñas y dedicada a su hermosa familia fue el debut literario de Luna Dueñas Jaut ante en público. Está escrita de un modo precioso, cada palabra expresa un montón de emociones: dolor, tristeza, alegría, ilusión, rabia, amor, luz. Sin duda, me sorprendió la intensidad de sus letras, como podía haberlo escrito todo de un modo tan especial. Ojalá más personas se fijaran en ella y la apoyaran para ver sus libros en papel.


💧 Curiosidades:


💬Siempre me han gustado las dedicatorias, me pareció precioso que Luna Dueñas dedicara su primera novela a su familia.


💬Me encanta que los capítulos de las novelas tengan sus propios títulos, para no hacer spoilers en esta novela vamos descubriendo los títulos cuando realmente alcanzamos un nuevo capítulo. A mi siempre me gusta imaginar que me deparará el capítulo con el título y creo que es un trabajo extra poner un nombre a cada capítulo, es algo bonito.


💬La portada me parece bonita, el piano refleja a Lucía, Miguel y Alejandro, los tres aman tocar el piano y es algo que hacen juntos. La rosa es símbolo de amor pero creo que deberían haber usado un tulipán pues esta flor es la protagonista de la novela. 

Mayu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario