Este noviembre se cumplen tres años de la muerte de mi amado tío Anastasio, pero también se cumple un año desde que me atreví a pisar la consulta y pedir la ayuda que necesitaba desde que era una niña de dieciséis años que colapsó ante la dificultad de la vida.
Me llevó más de diez años reunir el coraje para aceptar que ir a un psicólogo, la carrera que precisamente estudio desde hace cuatro años, era lo que necesitaba. El miedo me ha impedido y me impide hacer muchas cosas pero desde hace un año me enfrento a este miedo de un modo diferente. La cuestión es que me diagnosticaron depresión, cosa que ya sabía pero que no quería aceptar, y ha sido el peor año de mi vida, en el que la felicidad es algo que viven otros, pero cuento con el apoyo de mis más importantes personas en el mundo: mis padres.
La depresión afecta a todos los niveles de mi vida, no es algo que yo me haya provocado o con la que disfruto, y me estoy esforzando para que algún día sea una etapa de aprendizaje del pasado. Te afecta a tantos niveles que no quieres hacer nada porque no disfrutas realmente de nada, nada te hace feliz.
Con mi psicóloga comparto todo, incluso aunque el miedo constante de ser juzgada esté ahí, pero ella está ahí para ayudarme y no para herirme, cosa que no sé si se puede decir del resto de seres humanos en general, razón por la que padezco fobia social. La raíz de esto que escribo es que le conté que me obligaba a mi misma a hacer cosas que en el pasado me hacían feliz, porque así llegará un día en que ese sentimiento pueda volver a mí. Realmente es un camino muy duro y no sólo se limita a la falta de disfrute del ocio pero hoy no deseo contar más.
Probablemente entre mis reseñas (pero si en el contenido, que no es tan positivo) no habréis notado mi depresión, pues tengo muchos años de práctica escribiendo, pero también porque me he tomado en serio un dicho: mientras escribas, vívelo como lo harías en el pasado. Desde que tengo depresión escribir se ha convertido en una guerra, una batalla a la que muchas veces me enfrento con todos los miedos del mundo, porque la falta de autoestima que me llevó a esa depresión se ha permitido robarme la felicidad que me entregaba escribir. Ahora escribir se ha convertido en pánico a no saber expresar mis emociones, probablemente por eso cuando algo me hace feliz dentro de este circulo vicioso nunca lo comparto en el blog, tengo pánico de que no esté a la altura de lo que debería ser. Si la depresión solo afectara a esa burbuja en la vida que representa escribir, realmente no importaría, aunque respirar y escribir hayan sido mi sinónimo.
Pero no sólo quiero escribir reseñas, quiero volver a escribir de verdad, a inventar historias y personajes, pero eso de momento es otro sueño.
Mayu.
Holii
ResponderEliminarEres super fuerte al poder decir a todo el mundo el transtorno que sufres. Y no es ninguna vergüenza pero ya sabemos que cuando hablamos de depresión u ansiedad la gente te puede tachar de loca, CUANDO NO LO ES, incluso a día de hoy esos temas son tubu.
Querer buscar ayuda para salir te hace una persona valiente y luchadora, vas a conseguir todo lo que te propongas y da igual cuantos tropiezos alla, ya que siempre logras levantarte con un moratón pero con una sonrisa en la boca. Sé fuerte y lucha por tus sueños y por favor nunca dejes de escribir, ya que no solo es una via de escape para ti, para mi también es un deleite leerte en cada reseña ^^
Sigue soñando y dejame leer tus manuscritos, de tu mente tiene que salir una historia preciosa que te estas guardando para ti misma.
Sigue luchando.
Te quiero.
Empenze a leer esta nueva secion, pagina de diario (no se como llamarla 😅). Es rapida de leer respecto a tus reseñas pero el contenido es mas profundo, como el tema de que hablas. Tanto tu reseñas me hacen sonreir/enamorar, tanto este escrito me llena los ojos de lagrimas. Siempre me he conmovido con facilidad. En mi comentarios siempre intento hacer bromas, es algo que me divierte pero aqui es dificil hacerlo. Tal vez pero es cuando las cosas son mas dificil que tengo hacerlo. Aunque asi aqui lo unico sobre la que puedo bromear es sobre lel hecho es mas corta de llas otras y que por dejar un comentario no tengo que estar horas. Pero siguo aun no he empezado nada de lo quiero decir. Me pierdo demasiado en las introduciones 😅
ResponderEliminarNo hablare sobre la depression, no se mucho al respecto pero puedo empenzar hablando de tu valentia por llegar a decirlo en tu rincon especial, dicendolo a todos lo que van a pasar aqui. Tal vez quien lo leera, es en tu misma situacion y tus palabras l@ayudaras y ,sin dudas, abriras los ojos a muchos otros entenderan mejor esta enfermedad,quitar su prejudicios, lo que significa tenerla como companera de vida y tu enemigo personal y cuanto eres luchadora por despertarte cada mañana y encontrar la felicidad en pequeñas cosas,momentos que tal vez son demasiados rapidos para que al final te preguntas si pasaron por verdad o no (si digo algo equivocado, perdoname. Ya dije que no estoy preparada sobre este tema). Por ellos, alguien tiene que decir algo. Decir que va bien como son, que merecen vivir, que aunque si para ellos es mas dificil merecen ser feliz. Decidiste de abrir esta secion en un dia especial, no solo por el aniversario de tu tia, pero tambien en elel aniversario de tu prueba de valentia. El hecho que ya lo habia entendido de tu misma significa que te habia escuchado y aunque si te lo negaste por todos ese tiempo al final hiciste algo por tu misma:pedir ayuda. No es faci, nunca pense que lo eras. En este tiempo, mientras luchaba sola, sin saber porque te sentias asi (con solo tus sospechos)tuvo que ser dificil. No digo que ahora es facil, pero a lo mejor mas soportable y espero que algun dia, como tu deseas, esto va a ser solo en un recuerdo.
Es precioso que desde el principio, ahora y en el futuro, pase lo que pase, sabe que puede confiar en tus padres porque ellos van a estar siempre ahi, por ti. Entiendo tu miedo de ser juzgada y admiro tambien este coraje de abrirte igualmente,el hecho que lo seres humanos pueden lastimarte, con palabras o hechos, quierendo y no quierendo , lo pienso un poco tambien yo. Me informe un poco sobre la fobia social pero el importante es no cierrar el corazon a los otros porque en el mundo hay personas que te pueden lastimar pero encontraras tambien personas que te van a quierer por como tu eres, por la persona que eres. No sabia que te obligaba a ti misma a hacer cosas que te hacian felizen la esperanza de volver a ese tiempo cuando podias tocar con tu manos la palabra "felicidad". Esto es un pensamiento que comprendo. Volver a nuestro dias mas felices.Tampoco conocia ese dicho, y en verdad es muy hermoso y confermo. Es dificil entender de tu reseñasque sufres de depression. Espero que ese dia , el dia que va escribir de verdad y a cumplir tu sueño, incluso si no es ahora, pasara en tu futuro.
Bueno, Mayu. ¿Qué te puedo decir? Te felicito por haber dado ese paso tan importante, como dijo Vero, hay que ser valiente para buscar ayuda. Y también te agradezco por compartir con nosotros lo que te pasa. No deber ser nada fácil, pero tener gente que te apoye y te quiera como tus padres hace menos difícil el camino.
ResponderEliminarEspero que estés cada día mejor y si vuelves atrás no te desanimes porque de todo se aprende algo. Te deseo todo lo mejor!
Hola Mayu, la verdad es que no sé qué decirte, solo que no tengas pánico a expresarte, porque lo haces tan bien, que tus emociones saltan de la pantalla del ordenador y se nos meten dentro, y eso, te lo dice alguien que entiende del tema, es algo impresionante y muy difícil de conseguir. Sigue así guapa.
ResponderEliminarEntiendo a la perfección todo lo que dices porque básicamente yo tengo diagnosticado lo mismo. Depresión, ansiedad y fobia social.
ResponderEliminarSi te digo la verdad, ni siquiera sé en qué momento empecé a entrar en depresión, aunque puedo intuir que pudo empezar en mi adolescencia, esa etapa tan difícil en la que lo único que todos queremos es encajar, pero nuestro entorno siempre se asegura de recordarnos que no somos perfectos y que hay sitios y sobre todo personas que, por más que queramos, no nos dejarán encajar entre ellas.
Como digo, no tengo ni idea de cuándo empezó exactamente, sólo sé que es algo que fue creciendo poco a poco, y que se hizo tan, tan grande, que cuando quise darme cuenta ya estaba completamente fuera de control. No es que no quisiera admitir que había algo mal en mí, es sólo que creía que podría superarlo yo sola... Y de verdad que lo intentaba, pensaba que si me centraba en hacer cosas que me gustasen me sentiría mejor y recuperaría mi ánimo, y a partir de ahí, con mi ánimo recuperado, ya tendría lo necesario para ir solucionando todo lo demás...
Pero no, porque estaba tan hundida que simplemente era imposible llegar a disfrutar de las cosas que solían entretenerme y hacerme feliz, de verdad, imposible disfrutarlas como yo quería disfrutarlas (como antes de estar deprimida) y eso sólo me añadía frustración, malestar y otra preocupación a la gran bola de mierda que ya tenía encima.
En el momento en que por fin admití que no podía salir de esto yo sola y que necesitaba ayuda, me encontraba en el punto de llorar descontroladamente por cualquier cosa, de sentirme absolutamente exhausta de la vida, y de sentirme cada vez más atraída por la idea de que entregarme a la de la guadaña sería el mayor de los alivios.
El día que fui a mi primera consulta con mi psiquiatra, lo primero que me preguntó es por qué había acudido a la consulta acompañada. "Porque tengo tanto miedo de la podredumbre que usted pueda ver en mí, tanto miedo de que lo que sea que tengo no tenga cura, que si no hubiera habido alguien para retenerme, hubiera huido antes siquiera de habernos puesto cara", fue mi respuesta. Jamás olvidaré el nudo que tenía en mi garganta, las ganas de llorar (que no pude controlar) y lo angustioso que se me hizo contarle mi situación y responder a todas sus preguntas... Pero era necesario, era MUY necesario.
"Eres tan joven...", me dijo. "Tengo que sacarte de esta situación como sea, porque una niña de tu edad debería estar disfrutando de su vida al máximo, y no sintiéndose como te estás sintiendo tú ahora mismo." Aquellas palabras me llegaron al alma.
Pasó más de una hora conmigo, explicándome cómo iba a ser todo a partir de ese momento, que me iba a recetar un antidepresivo, melatonina para combatir mi insomnio, valeriana para mi ansiedad... Y me derivó casi de urgencia con un psicólogo, porque la terapia iba a ser lo más importante de todo el proceso.
Las primeras sesiones con la psicóloga fueron... Un auténtico mar de lágrimas. Hablar de cómo me sentía era lo más doloroso que había experimentado nunca, contarle a una desconocida todo, absolutamente todo, cómo me sentía, qué pasaba por mi cabeza con absoluta sinceridad... Uff.
ResponderEliminarUna vez pasada esa etapa de lágrimas, y ya cuando las medicinas empezaron a hacerme efecto (porque tardaron casi 2 meses en hacer efecto), empecé a ser más capaz de expresarme de manera más serena con ella. Empezó a sugerirme cosas y a darme consejos, pero yo aún no encontraba la fuerza para actuar. Me desesperaba ir consulta tras consulta y sentir que no había avance alguno, porque seguía sin ser capaz de salir a la calle, sin ser capaz de buscar un trabajo, etc... Pero un día me di cuenta de que, aunque por fuera no se me viera actuando, en mi interior si se estaba produciendo un gran cambio.
Y cuando el cambio por dentro fue lo suficientemente significativo, por fin empezó el avance por fuera. Me puse a dieta. Empecé a hacer ejercicio, algo que nunca antes me había planteado siquiera. Primero en casa, yoga y cardio, y poco a poco, paseos por la calle. Salir a la calle era una auténtica tortura, pero mi psicóloga decía que la única forma de superar eso era haciéndole frente. Y tenía razón. A medida que fui haciéndole frente, me fue siendo más fácil salir a pasear. Y cuando ya fui capaz de pasear sin sentir esa necesidad de volver corriendo a casa, busqué un trabajo en el que tuviera que tener contacto con gente. Al principio también fue difícil, qué nervios, qué miedo de decir algo inapropiado o vergonzoso, qué miedo de no saber resolver alguna situación... Pero al final, fui capaz de ir solventando cada situación que se me presentó sin el mayor problema.
Ya han pasado 2 años desde que empecé mi curación. Sigo tomando el antidepresivo, pero ya hace casi un año que no necesito pastillas para dormir, excepto en contadas ocasiones, para las cuáles tomo una pastilla de Dormidina “de urgencia”. La valeriana sólo la tomo cuando siento que estoy como una moto. He adelgazado 22 kg, y salir a la calle y tener contacto con gente ya no es una tortura. A veces sigue pareciéndome algo "molesto", pero perfectamente soportable.
La mejoría a nivel mental, a nivel emocional, y en general a nivel interno… Es indescriptible, la verdad. Estoy aprendiendo tanto sobre el funcionamiento de mi mente, sobre el funcionamiento de mi cuerpo, sobre el origen de los miedos, las dudas, las inseguridades y los demás monstruos que crea nuestra cabeza, sobre la forma de luchar contra ellos, de minimizarlos o incluso de transformarlos en oportunidades… Estoy aprendiendo a valorarme y a quererme de una forma maravillosa, a valorar y a querer a los demás del mismo modo, a entender actitudes y comportamientos ajenos y a reaccionar en consecuencia, a tener más empatía, a no prejuzgar, a ser más comprensiva, paciente y solidaria… He vuelto a disfrutar de todo lo que me gustaba antes, y he descubierto muchísimas más cosas que me gusta hacer, estoy aprendiendo a encontrar felicidad y disfrute hasta en las cosas más simples, estoy aprendiendo a vivir con lo que tengo, con lo que soy. Por fin.
He aprendido que cuidar de mi salud mental es tan importante como ir al dentista cuando me duele una muela o que me escayolen cuando me rompo una pierna. No es algo por lo que sentir vergüenza, al contrario, más bien orgullo, porque con lo estigmatizado que está aún hoy en día el tema de la salud mental, hay que tenerlos cuadrados para admitir que algo nos pasa y atrevernos a dar ese aterrador paso de pedir ayuda para cambiar nuestras vidas. Y también hay que tenerlos cuadrados para compartir tu experiencia con otras personas, sea como sea.
Así que, si sientes la necesidad de hacerlo, hazlo. Escribe, exprésate, saca lo que llevas dentro, porque además de que es terapéutico para ti (y para mí, que yo también lo hago), puede ser de mucha ayuda para otras personas.
¡Fuerza y ánimo!
(ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧ Holaaa!!!
ResponderEliminarMi querida Mayu, realmente no sé y nunca entenderé como funciona esa enfermedad pero realmente es perturbadora, no sé lo que te haya arrastrado aparte de lo que me haz contado, pero a pesar de todo lo negativo que puedas contar pues sigo pensando que eres una de las personas mas fuertes que conozco, osea luchas todos los días con tu enfermedad y quieres salir adelante, osea te mereces todo lo bueno del mundo Mayu.
Pero también creo y sé que no debe ser nada fácil el que trates de ver las cosas de otra manera, realmente si pudiera curar tu enfermedad con palabras de verdad que te hablaría a diario, pero no puedo sentirme más impotente, como te digo a mi también me ha pasado que me puse algo antisocial y que no me gusta mucho la interacción con la gente pero no me da panico relacionarme con la gente, para nada, también hay dias que me he sentido más que vacia pero se me pasa al otro día, por ello te digo que realmente no sé como te sientes porque no lo he vivido.
Pero Mayu tu puedes hacer todo lo que quieras hacer, por que eres la única que se lo debe proponer, como dicen por ahí tú eres tu propio obstaculo, no dejes que esto te venza porque fortaleza te sobra, no me importa todo lo malo que puedas ver en ti, en estos momentos veo lo más hermoso que hay en ti que es la escritura, eres una linda persona así que fighting!
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