Original: Estados Unidos (2004)
Editorial: Espasa (2019)
Editorial: Espasa (2019)
Páginas: 368
Género: Drama, Romance, Segunda Guerra Mundial.
Leído: Del 3 al 4 de Marzo de 2020.
Etiquetas: poemas-de-amor, amor-tóxico, amores-no-correspondidos, bailando, libro-como-carta-de-amor, cliffhanger, drama, emociones-complicadas, inspirado-en-una-tragedia-real, libro-contra-película, like-a-boy-virgin, mejor-amiga-de-su-hermana, narrativa, no-puedo-juzgar, trastornos-psicológicos, viviendo-juntos,
SIN NOTA
Christine Leunens en 2004 construyó el libro más polémico, incómodo, inmoral que ha pasado por mis ojos (en ebook, a 8 euros). Ha sido una lectura apasionante, que me enganchó y me hizo leer la novela en dos días y releer sus pasajes 2 veces pero sentía que si no hacía esto no podría escribir algo justo porque el odio y el amor que yo pueda sentir se mueve por capítulos, aunque después de 1945 poco amor me quedó (50% del libro). Alguien me pidió una comparativa entre Jojo Rabbit y El cielo enjaulado. ¿Alguien más?
Capítulo 1
Johannes nació el 25 de marzo de 1927 en Viena, Austria, en una cálida familia, rodeado de todos sus abuelos, unos padres que le querían, una hermana que tocaba el violín, y además en una casa donde nunca faltaba el dinero porque su abuelo Pimbo supo construir un futuro para su abuela Pimmichen y todos ellos. La muerte de los abuelos (salvo su querida Pimmichen) y de su hermana Ute no significó la misma tragedia para Johannes que para sus padres porque entonces el niño era demasiado inocente para entender el concepto de la muerte, lo comprendió la primera vez que perdió a su primer amigo, a quién cuidaba con todo el cariño del mundo: un caracol.
Conocer al pequeño Johannes a una edad tan tierna me provocó una ternura infinita, él nos cuenta su historia desde el futuro, desde sus 22 años, nos lo avisa en el prólogo, que hubo una mentira a sus 18 años que provocó que escribiera la historia de su vida y esta carta de amor de 7 años pero a Johannes le acompañaremos por 12 años de su vida.
Capítulo 2
1938. A los 11 años el dulce Johannes, el niño que adoraba los animales pero que no podía tener ninguno porque su mamá era alérgica al pelaje de animal, se vió inmerso en la gran vorágine que se vería también inmerso el mundo. En 1938 Austria con el 99% de los votos dió el sí para el Anschluss (palabra alemana que, en un contexto político, significa 'unión' o 'anexión') y supuso la incorporación de Austria a la Alemania nazi como una provincia del III Reich, pasando de Österreich a Ostmark. Esto significó que su infancia se acabara, nunca más pudo volver a ser un niño, y mucho menos el niño querido de sus padres, que poco a poco fueron viendo en él el enemigo en casa, porque sus padres pertenecían a la resistencia, al cambio para que el nazismo no ganara.
El nazismo despojó a este niño del mundo que conocía, del amor de sus padres -eso es tan real como que este niño nació en 1927- pero también de la persona en la que podría haberse convertido, en el colegio todos los profesores austriacos fueron sustituidos por profesores nazis que enseguida adoctrinaron la mente de Johannes y de millones de niños como él enseñándole que los judíos eran hijos del demonio que estaban en la tierra para destruir a los arios. Es realmente doloroso escuchar a un niño creerse todas las mentiras que a él le enseñaron, tenía once años y creía que debía formar parte del ejército de Hitler. Por supuesto que es incómodo leer como un niño nazi enumera todas las razones por las que los judíos son malos o no tienen derecho a la vida, pero no es culpa de este niño o de otros como él, la culpa es de todos los adultos que manipularon las mentes de los niños y que los mandaron a las guerras, a morir por la enfermiza obsesión de un psicópata.
Capítulo 3
Cuando el terror se asienta en las calles también se asienta en las casas y eso es exactamente lo que pasa en el hogar de Johannes, que la vida empieza a ser cada vez más complicada entre sostener el trabajo, la lucha secreta, la abuela Pimmichen y los cuidados que requiere y ver cómo Johannes se prepara para convertirse en un soldado. Es inevitable pero mientras lo lees quisieras poder evitarle ese destino, aún así, él no sufre porque mira el mundo desde los ojos de la inocencia, de la razón, los prejuicios, el odio, cree que todo lo que le han contado es la verdad y nada en el mundo podrá cambiar esa percepción asentada en su infancia.
Los campamentos de las juventudes hitlerianas, las caminatas hasta tener los pies sangrando, la habitación de un soldado serán su vida normal, para desesperación de unos padres que verán que Hitler, y el nazismo pero también los votos de los austriacos al anexionarse con Alemania les robó a su pequeño hijo, y aunque intentan recuperarlo con fiestas de cumpleaños y regalos que antaño habrían hecho saltar de felicidad a Johannes, tiempos que él aún recuerda con afecta, él siente que esos tiempos quedaron atrás porque el Führer los necesita, a su ejército del futuro. ¿Cómo se puede cambiar ese adoctrinamiento si se hace desde las raíces?
Capítulo 4
1942 - 1943. A los 15 años, al igual que en el pasado siguieron alimentando sus cerebros con más mierda sobre los judíos, cada palabra alimentaba su odio, pero también el poder y la dominación que tenían sobre los jóvenes del país que estaban dispuestos a morir y matar por unas creencias falsas e inculcadas. A los 16, Johannes marchó a la guerra como tantos otros, con todos sus amigos, manchándose las manos de sangre, y sabiendo que cuando volvía a casa ella sólo podía ver a un asesino. Es verdad que Johannes fue voluntariamente a la guerra pero si no hubiera ido habría sido un traidor y le habrían fusilado, como madre Roswita debería haber comprendido eso, no debería haber depositado su odio en su propio hijo, aunque ella luchara por la vida de los judíos porque a diferencia de él, a ella si le habían dado la oportunidad de aprender a pensar por sí misma.
Roswita y su marido escondían a Elsa en el armario de la habitación de Ute pero no querían que su hijo, al que ya no veían como un ser humano, lo descubriera, pero una cosa es eso, y otra que cuando tu hijo está en casa porque no está combatiendo no quieras respirar el mismo aire ni un minuto, claramente estos padres desterraron a ese hijo de su corazón, escupieron sobre él y eso le rompió el corazón, porque este chico nazi, tiene un corazón precioso independientemente de que aquello que se le enseñó fuera sucio e incorrecto, sus padres más que nadie, al igual que yo pude comprender, deberían haber entendido que como niño, y como adolescente, o adulto, si todo lo que respira es el nazismo, ¿en qué va a creer? Y no con ello estoy defendiendo o justificando ningún exterminio, sólo estoy entendiendo la raíz de su pensamiento.
Para Johannes no sólo es imposible romper las cadenas que atan su libertad de pensamiento, lo son aún más al ver como todos sus amigos y tantos niños y jóvenes como él mueren en la guerra. A él la guerra también le robó mucho más que sólo lo aparente, probablemente por eso su mente comenzó a romperse y creyó que el mundo exterior era un peligro, que sólo la casa y el encierro era seguro, la burbuja de lo conocido. Cuando Johannes despertó para descubrir que había perdido la mano izquierda, el antebrazo, y el pómulo, creyó que había aterrizado en el infierno (le llevó meses poder recuperarse físicamente y años poder cocinar y escribir porque era zurdo), se había convertido en un monstruo, ya no encajaba en el ideal de belleza aria, y tampoco podría ser su guardia personal ¿cómo iba Hitler a quererle? ¿Qué chica le iba a querer, quién le iba ahora a mirar como una persona y no como la mitad de una?
Es desolador escuchar como pierde toda esperanza de vivir, cómo se niega a seguir vivo y si no hubiera sido por su amada abuela Pimmichen, nunca habrían salido vivos de aquella. La relación que Johannes tiene con su abuela es realmente especial, creo que si alguien nunca rompió el vínculo con él o le quisó de verdad hiciera lo que hiciera esa fue su abuela Pimmichen, que siempre tenía energía para todos, y Johannes cuanto más avanza la novela con más amor y devoción la cuida.
Capítulo 5
1943. Probablemente este es uno de los capítulos más inquietantes porque aquí tuve la confirmación de que mientras Johannes seguía queriendo a su padre, para este hombre su propio hijo era un traidor que lo quería muerto y que sería capaz de denunciarlo para ser enviado a un campo de concentración a encontrar su muerte (adelanto que no lo hizo nunca con Elsa, así que menos lo habría hecho con su propio padre). Lo otro tan inquietante es que Johannes empieza a ir tras todas las pistas de que alguien se esconde en la casa, alguien que no debería estar ahí y su primer pensamiento es inmoral y escalofriante, básicamente le odié y sentí auténtico asco ante los pensamientos que tuvo cuando descubrió que sus padres estaban escondiendo a Elsa. Al final se vio incapaz de matarla pero en su mente enferma por el nazismo sus palabras fueron que sus padres la tenían allí “retenida” y le gustó la idea, aquello me dio más asco.
Capítulo 6
En cambio, en este capítulo encontré que toda la incomodidad se fué, recuperé al Johannes que echaba de menos, al niño que todavía habitaba en su interior, sólo que con las contradicciones del nazismo asomándose por sus ojos y golpeando su corazón. Elsa se convierte en una incógnita increíble, le hace cuestionarse quiénes son sus padres, pero no por ello deja de ser desleales a ellos, como dije, nunca los traicionó, su amor por ellos iba por encima de todo a pesar de que sus padres pudieran pensar lo contrario. Pero si que le asombró descubrir que una chica judía se había escondido en la pared de su casa por años, Elsa pasó de ser la prisionera de sus padres en la chica que tocaba el violín con Ute cuando se dio cuenta de que ella le miraba a él como un ser humano, que ella no miraba su rostro y veía a un adolescente partido en dos.
El día que Johannes se enamoró de Elsa está grabado en su memoria y es una de mis citas favoritas de la novela, porque aquello que ella sintió al ver lo que a él le faltaba caló hondo en el corazón de él. Elsa sintió piedad de un chico al que nunca dejó de ver como un chico nazi, un chico por el que nunca se preocupó por sus sentimientos, del que pensó que no sentía dolor jamás (como si los nazis no lloraran ante las muertes de sus madres, padres, esposas…, y sigo sin defenderlos porque no podría estar más en contra y sentir más asco que por una ideología como esa) pero Johannes más allá de los prejuicios, del sentimiento de culpa que tiene porque su mente está programada para sentirse así por ayudar y querer a una chica judía, pasa por encima de todo ello, y se enamora de Elsa.
El día que Johannes se enamoró de Elsa está grabado en su memoria y es una de mis citas favoritas de la novela, porque aquello que ella sintió al ver lo que a él le faltaba caló hondo en el corazón de él. Elsa sintió piedad de un chico al que nunca dejó de ver como un chico nazi, un chico por el que nunca se preocupó por sus sentimientos, del que pensó que no sentía dolor jamás (como si los nazis no lloraran ante las muertes de sus madres, padres, esposas…, y sigo sin defenderlos porque no podría estar más en contra y sentir más asco que por una ideología como esa) pero Johannes más allá de los prejuicios, del sentimiento de culpa que tiene porque su mente está programada para sentirse así por ayudar y querer a una chica judía, pasa por encima de todo ello, y se enamora de Elsa.
Desde ese momento, sus 16 (1943) y sus 17 (1944) años están marcados por su amor por Elsa, por sus sueños con besarla, pero también por la imposibilidad de su amor pues ella está enamorada de Nathan, que murió en 1942, pero que en su pensamiento sigo vivo y por tanto, ellos dos son siempre tres, lo que resulta una traición aún mayor, como si tuviera a dos judíos en su propia casa, a la chica que quiere y al chico que odia por ser judío, porque sólo Elsa es la excepción entre los judíos. Pero también porque cree que Nathan la separa de él, cuando en realidad, si Elsa estuviera destinada a enamorarse de él, sucedería y punto pero para eso Elsa.
Capítulo 7
1944. Johannes siente a Elsa como un ser humano pero Elsa no siente a Johannes como un ser humano, simplemente es el chico que la escucha y la saca de su negra existencia, es quien llena sus vacíos y la existencia de exilio, es el chico que recibe sus órdenes, es quién la alimenta porque su madre ya no la hace nunca por el pánico que tiene a todos los rumores que los vecinos están diciendo que son parte de la resistencia, Johannes es quién la alimenta en las mañanas y en las noches mientras sus padres se niegan a hablar de Elsa, Johannes es quien la dejó dormir en su cama y arroparse con sus colchas calientes.
Elsa nunca da valor al enorme desafío que él también está asumiendo al no denunciarla, al no seguir todo lo que le han enseñado de niño por el amor que siente por ella. En un mundo justo él habría entendido que debía ayudarla porque es un ser humano pero recordemos que se le educó en el nazismo, y él la ayuda porque está enamorado de ella y no quiere que nadie haga daño a Elsa. Esto de algún modo le convirtió a él en alguien precioso para mí, razón por la que decidí juzgar sus actos por capítulos.
1945. Es aterrador sentir que poco a poco la familia de Johannes va a desaparecer, que es el sentimiento más amenazante del mundo, pero Johannes está tan trastornado por el hecho de que Elsa ha desaparecido que cuando su padre es enviado a un campo de concentración la voz suave de su madre y las excusas de que allí estará a salvo le hacen creer que es cierto, que estará vivo y que algún día volverá a casa con él, con ellos. Es precioso como su madre intenta ser feliz por los cuatro costados, tejer un jersey rojo para su padre que sea el símbolo de bienvenida de la rebelión, la victoria y el regreso.
Johannes le entrega a Elsa una de sus linternas ante una orden malhumorada de la chica, que no es la primera vez que le trata mal porque es con quién paga su mal destino, y Johannes lo acepta porque la quiere y la compadece. Porque no sabe cómo decirle no, incluso si a veces siente rabia. Aquella inocente linterna causa un bombardeo que traerá la tragedia a la vida de todos, aquí fue el descuido de Elsa quién lo ocasionó todo rompiendo la regla nunca enciendas las luces.
Capítulos 8 y 9
Johannes no puede parar de hacer preguntas y creo que es la única vez en que su madre vuelve a mirarle y a tocarle como si fuera su niño de 11 años, y su niño herido de batalla, como si el tiempo hubiera retrocedido y con él el cariño que dejó de sentir y el vínculo que se arrancó del pecho. Creo que para mí, como ser humano, era descorazonador sentir que una madre no sentía un vínculo que un hijo si necesitaba, ese momento de abrazo es precioso pero se pierde.
Al final su madre claudica y confiesa que Elsa es real, y yo me pregunto si pretendía dejar morir a Elsa en ese nuevo agujero en el que la había escondido si se la llevaban a ella, porque de ese rincón Elsa no podría haber salido sola. La desesperación de Johannes por sacar a Elsa de aquel rincón, porque ella respire oxígeno es insuperable para él, creo que ahí puedes sentir también su amor por él aunque de ninguno de los modos sea correspondido, y todo lo que hace Elsa es quejarse y quejarse. A partir de este momento es cuando más se despierta su deseo sexual por Elsa, no puede controlar las reacciones de su cuerpo, es tan incómodo para él y ella lo usa en su contra. A veces le besa y después le rechaza, otras deja que él meta las manos en sus bragas después de masajear sus piernas para después rechazarle de nuevo.
Y también llega la devastación en su vida cuando en la plaza de ajusticiamiento encuentra el cadáver de su madre, me conmovió tanto el dolor que sintió por su madre, pero en la película ese dolor está mucho más magnificado por la preciosa relación que allí tenían (de todos modos, libro y película nada tienen que ver). En aquel momento creo que se quiere aferrar a Elsa porque al ser alguien que nadie conoce, alguien sin nombre es como que nadie puede venir a reclamar, en cambio vinieron y le arrebataron a su padre, vinieron y asesinaron a su madre, quizás por eso su corazón está enfermando tanto que no puede evitar pensar que la libertad va a robarle la única felicidad en un mar de desdichas.
El principio y el final son como el cielo y el infierno. El principio es la vinculación de Johannes con su madre, con su padre, con Elsa y con Pimmichen. Ahora es la persona que se ocupa de todo en la casa, es quién sale a la casa, sin una mano y un antebrazo y carga con los pocos recursos de comida para dos para repartirlos en secreto para tres, recoge agua también, realiza todas las tareas del hogar, cocina para tres cuando antes nunca había cocinado. Cuida con mucho amor de su abuela Pimmichen, para él que su abuela de 81 años siga a su lado es un tesoro y no le importa tener que asearla igual que a Elsa, tener también que cocinar para ella, todo cuidado es poco para su querida abuelita. Además, se pregunta si su padre estará libre, si estará bien, cada tarea que hace le hace sentir vinculado a su madre, la lleva en su corazón. Lo que me y le rompió el corazón es descubrir que no había conocido de verdad a su madre cuando descubre sus cartas de amor, es triste que nada sobre el pasado de tus padres sea cierto, ¿por qué tantas mentiras?
Se da esperanzas a sí mismo de que la insufrible Elsa que siempre juega con su corazón y con su sexualidad algún día le querrá pero le aterra perderla, ahora la cuida más que nunca y ella se ha vuelto completamente inútil, si antes la cuidaba ahora ella se aprovecha aún más de él, no sólo le obliga a que le de masajes, la dé de comer en la boca, a veces incluso él tiene que obligarla a asearse o hacerlo por ella, pero todo esto incluso fortalece su amor por ella, nada de cómo le trata disminuye su amor por ella, mi pobre niño le hicieron tonto perdido, un suplicante de amor, me daba muchísima pena, incluso después, obviando la inmoralidad de la mentira posterior, porque nunca deja de ser marioneta, el perro que salta ante la migaja de afecto, el chico que adora a una chica diez años mayor (en apariencia 6 pero si tiene la edad de Ute, Elsa tiene 28 mientras que él tiene ya 18), y Elsa piensa que este perro ni siente dolor ni merece amor: eso antes de cualquier mentira, ¿cual de los dos tenía capacidad de amar antes de que llegara la inmoralidad JOHANNES?
Capítulos 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17 y 18
He decidido hablaros de estos ocho capítulos juntos porque versan sobre lo mismo, porque no puedo hablar de las partes sin hablar del todo y como extra en ninguno de los capítulos se escondió ninguna cita literaria que me llamara la atención.
1945 - 1947. Para mí es complicado mirar a los ojos a Johannes y a Elsa, mirarlos con respeto y con cariño, porque ante mis ojos los dos son tóxicos el uno para el otro. Por supuesto, de ninguna de las formas puedo perdonar el pecado de Johannes y aunque he revisado, con esta ya, cuatro veces este libro, sigo sin entender cómo pudo dejar germinar aquella broma aunque ahora Elsa viva en la habitación y haga allí lo que le da la gana, porque lo habéis leído, fue el terror a perder a Elsa lo que le llevó a soltar la mentira y fue el terror a perderla lo que le llevó a seguir alimentando la mentira, a mi juicio creo que se volvió loco, que a veces recordaba que había mentido y que había sido malvado e inmoral y se merecía el odio de Elsa y el infierno, pero también que muchas veces, cuando Elsa, que en realidad no se creía su mentira, le decía que iba a salir por la puerta (que nunca estuvo cerrada con llave) él mismo en sus pensamientos repetía que los nazis podían asesinarla (los otros). Me daba asco cómo intentaba probar la mentira de todos los modos. Lo único bueno que hizo en esos capítulos es salvarla en el intento de suicidio para manipularle, intentar hacerla feliz de mil maneras posibles porque la amaba con locura (la locura es mala compañera) y buscar si la familia de Elsa estaba viva, y llorar al descubrir que los 3 habían muerto (sí, lloró por personas judías). No puedo negar que no le odio Y NO LE ESTOY JUSTIFICANDO [¡ODIO QUE LA AUTORA LE HICIERA COMETER ALGO TAN ENFERMIZO!], que no podía evitar seguir queriendo a la parte de él que no era inmoral, porque también nos dejaba ver que se sentía profundamente culpable por estar haciendo algo que sabía que era lo único que no puedes hacerle a nadie, o quizás bajo el pensamiento nazi es justificable, pero la cosa es que Johannes nunca se siente bien con lo que está haciendo, sabe que está mal, sabe que merece sufrir aunque ella le maneje siempre como un títere y cumpla todos y cada uno de los deseos de ella (ya lo hacía antes de la mentira). Su comportamiento con ella sigue siendo el de antes, el del chico desesperado de amor, y ella sabe que está siendo engañada pero aún así consiente, y todo el tiempo le pone a prueba con técnicas nuevas, engañándole a su vez, razón por la que digo que ella también es tóxica.
Es que aquí ella tenía en la palma de su mano la verdad y no quiso escucharle, no quiso saberlo porque sabía que todo cambiaría, que no podría seguir siendo un ave que se alimenta de otros. Comprendo que en estos dos años ella considere a Johannes un monstruo, aunque nunca se creyó la mentira (lo dice en el intento de suicidio) pero me es imposible de comprender cómo podía ser tan mala para considerarlo antes de eso un monstruo cuando todo lo que él antes había hecho durante 3 años siendo nazi era cuidarla, lavarla, alimentarla, masajearla para que circulara su sangre, no denunciarla para que no la mataran, a sus padres los mataron por esconderla -lo dice la autora- y él nunca la culpó y por su intento de suicidio su abuela murió porque él no la alimentó ni la dió agua por tres días (él no se arrepiente, y ella nunca habría salvado la de él, ni siendo judío). ELLA TENÍA LA LIBERTAD, ERA SU DERECHO Y NO LA QUISO. ¿¿POR QUÉ??
1947. Este capítulo es muy bonito porque los ves vivir en una burbuja, quizás es el único bonito y sano dentro de esta etapa de sus vidas, porque se están descubriendo a nivel sexual, no paran de tocarse y de dibujarse en el sentido placentero, pero también porque Elsa está feliz como una niña al moverse por todos los rincones de la casa y Johannes siente se siente por primera vez querido por ella.
Capítulo 19
También sentí de nuevo que ambos estaban locos porque dicen locuras como que la sensación de poder ser ejecutados les excitaba sexualmente, simplemente los dos tienen una mente que cada día va enfermando cada vez más, quien no nombró que Elsa también tenía una mente enferma mentía.
Básicamente, como ambos tienen las mentes profundamente enfermas, sus ideologías son opuestas, Elsa disfruta haciéndole sufrir mientras él la ama, la burbuja se rompe y pasan el tiempo entre peleas y maldiciendo su suerte económica. Pelean por dios, pelean por todos los ideales que les han enseñado, Elsa usa a dios para fastidiar a Johannes con frases como que dios paga sus larguísimos baños de agua o sus gastos de luz, ella no se corta en derrochar cuando sabe que él se está quedando pobre como las ratas, pero cómo vivir a costa de él es gratis, y solo piensa vivir de él hasta que él ya no le sirva… Johannes, como siempre, es quién hace todos los esfuerzos, quién ve como toda su vida se está convirtiendo en una ruina, a Elsa le encanta provocarle infelicidad constante porque mientras ella vive toda feliz en lo que ya es su vida tras 8 años, él prácticamente se encerró con ella desde que la conoció (5). Al despedirse de la casa para irse a un piso, Elsa confiesa como un juego que realmente desde el principio le ha querido matar, siempre ha pensado en Nathan, siempre ha pensado en otros hombres al acostarse con él, vamos, que no es ni de lejos un ángel, es retorcida y enfermiza, pero que también sabe la mentira aunque solo hable de sexo (y usa esto para tener sexo con Johannes porque a ella le estimula provocarle rabia para tener sexo con él, está loca)... Aquí había dos locos y enfermizos juntos.
Capítulos 20, 21, 22, 23 y 24
Capítulos 25, 26, 27, 28
1947-1949. Básicamente si su relación era mala, en el piso, viviendo en una caja de zapatos, su relación se convierte en polvo, compran un gato para que llene los silencios de sus conversaciones. Ninguno de los dos soporta ya la compañía del otro, ella ya no finge que él le ha gustado nunca y él simplemente no logra comprender dónde se ha ido la Elsa que conocía, realmente nunca la conoció, simplemente lo usó para vivir bien el tiempo que pudiera hasta que no le diera miedo volar sola.
A Johannes vemos cómo le trata la sociedad, una sociedad que le humilla después de que ha participado en una guerra para ella, su vida, su trabajo, su casa, todo es una auténtica mierda.
Los comportamientos locos de Elsa llaman la atención de todos los vecinos y un día de 1949 se ha marchado, simplemente ella ya no está y él se queda allí, lo vende todo menos su habitación, escribe el libro para repartirlo por toda Viena, encerrado en su amor por ella, en sus 22 años, en los 7 años que pasó con ella, en los 12 que el nazismo le robó, entre un fantasma y Johannes la única diferencia es su desesperación por Elsa. Nunca comprendí y sigo sin hacerlo porqué, aunque su mente esté enferma, puede amar a alguien que le usó hasta ensuciar cada rincón de su cuerpo, hasta que nada en él quedó reconocible, porque tras el fin de la guerra Johannes sabe que no puede llamarse persona aunque Elsa siendo un parásito que se alimentó, le utilizó, lo manejó como el titiritero a la marioneta, la adulta al niño tampoco. AMBOS ESTÁN ENFERMOS.
Mayu.
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