Año: 2009
PODÉIS VERLA EN AMAZON PRIME.
Yo la vi en Movistar.
PELÍCULA SOBRE LA REINA VICTORIA DE INGLATERRA, LA TATARABUELA DE ISABEL II DE INGLATERRA, REINA DE INGLATERRA, ABUELA DEL PRÍNCIPE GUILLERMO, FUTURO REY DE INGLATERRA.
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Yo la vi en Movistar.
PELÍCULA SOBRE LA REINA VICTORIA DE INGLATERRA, LA TATARABUELA DE ISABEL II DE INGLATERRA, REINA DE INGLATERRA, ABUELA DEL PRÍNCIPE GUILLERMO, FUTURO REY DE INGLATERRA.
La reina Victoria (Emily Blunt) tiene 17 años, siempre se ha sentido como una pieza en un tablero de ajedrez, la futura reina a la que todos quieren controlar, a la que nadie se ha parado a educar. Su madre alemana y su amante siempre la han sacado de sus casillas con sus rígidas normas, por eso ella disfruta con sus pequeñas rebeldías, que son menores de las que quisiera, Victoria sólo confía en su tía que también la ha controlado sin que se de cuenta y ahora en el que pronto será el primer ministro a la muerte del rey y a la ascensión del trono de ella, pretendiente de ella, Lord Melbourne (Paul Bettany).
Antes de ascender al trono, en un encuentro pactado, Victoria conoció al príncipe Alberto (Rupert Friend), su primo alemán, que pronto pasó a convertirse en su amigo y confidente, pero también en su primer amor. Alberto con cada carta siente la agonía y la añoranza de volver a Victoria e incluso si la visita, la desconfianza de la reina lo mantendrá lejos del único reino que él quiere conquistar, su corazón, porque cuando Alberto se enamoró perdidamente de ella olvidó todo cuanto el rey de Bélgica pudo haberle pedido.
Antes de ascender al trono, en un encuentro pactado, Victoria conoció al príncipe Alberto (Rupert Friend), su primo alemán, que pronto pasó a convertirse en su amigo y confidente, pero también en su primer amor. Alberto con cada carta siente la agonía y la añoranza de volver a Victoria e incluso si la visita, la desconfianza de la reina lo mantendrá lejos del único reino que él quiere conquistar, su corazón, porque cuando Alberto se enamoró perdidamente de ella olvidó todo cuanto el rey de Bélgica pudo haberle pedido.
Os animo a conocer la historia de La reina Victoria porque es parte de la historia de Gran Bretaña, la pequeña parte de su reinado de juventud, donde Lord Melbourne tuvo demasiado que decir por la voluntad de Victoria, donde ambiguamente se da a entender que la relación en los primeros años que los unía es más que una amistad pero por supuesto nunca se sabrá si el placer entró en el cargo también, donde este Lord en principio causa realmente buenas vibraciones para después romperlas todas cuando comprendes que tiene la crueldad y falta de empatía con el pueblo de Victoria. Nos muestran las intrigas palaciegas, como el pueblo está descontento con Victoria y lo deja saber por las malas igual que ella los deja morir de hambre por las malas, vemos el hervidero que era ser reina y ciudadano en la Inglaterra de 1838-1843. Aclaro que esta es la visión que nos da, The young Victoria, un título mucho más acertado que la traducción española de la película.
Las portadas de esta película son símbolo de amor eterno, pero dan lugar a equivocación, igual que la edad de los actores, Emily y Rupert, que al verlos en pantalla sabes que no tienen ninguno de los dos los 17 con los que comienzan la película (Alberto y Victoria nacieron el mismo año) pero crees que está justificado porque Alberto y Victoria se casaron a los 21 (hasta entonces mantuvieron un romance casto entre cartas) y estuvieron casados 20 años, hasta que Alberto murió a los 42 años. La película en realidad toma en segundo plano el romance de esta pareja, sólo narra hasta el nacimiento de su primera hija, y se centra en las intrigas políticas palaciegas, en la relación cruel de Victoria con el pueblo, en la relación ambigua de Victoria con su querido ministro Melbourne (Paul Bettany), que consiente que haga con ella lo que odia que toda su vida hicieran otros, moverla como una pieza en un juego de ajedrez porque confía en de corazón en las intenciones del ministro para con ella, y que es el tercero en discordia en este potencial triángulo amoroso.
No esperaba encontrarme con la reina Victoria tal y como era de sus 18 a sus 22, cruel y malvada. Sé que yo tenía previamente una visión idealizada de ella, ya la había amado en Victoria y Abdul, y creo que para reinar desde los 18 a los 81 debes ser una mujer increíblemente inteligente, por eso me asombra brutalmente encontrar que Victoria, aunque se sabía peón de las maquinaciones de todos, realmente, en los primeros años de su reinado, no se merecía ser la reina de su pueblo porque mientras el pueblo sufría ella disfrutaba de la buena vida. Por supuesto, como toda reina joven se puede equivocar en sus decisiones, pero cuando hablamos de vidas humanas y de derechos humanos no valen esas mismas reglas tan a la ligera. Era joven, inexperta, no la habían educado como si educaban a los hombres a pesar de saber que iba a reinar una nación, presuntamente esperando que delegara todo en un hombre, por eso me rechina buscar información sobre ella y escuchar palabras como "la reina tonta", no pudo ser tan tonta si reinó sola por 40 años, pero si lo hizo como en sus 3-4 primeros años de su reinado, entonces entendería que habría que cambiar el adjetivo de reina fuerte por reina cruel, reina sin empatía, reina malvada. Incluso Alberto en sus visitas y cartas intentaba avisarla de que no podía dejar que el pueblo se muriera de hambre, que se hacinaran en el sufrimiento, que tenía que luchar por ellos y para ellos.
A veces parecía que Victoria creía que ser reina únicamente suponía dejar todo en manos de Lord Melbourne, dejar morir de sufrimiento, pena y hambre a sus ciudadanos, y después meterse entre sus mantas avergonzada porque el pueblo viniera a las puertas del palacio a insultar o a amenazar contra su vida. Si no hubiera sido por Alberto, tras un año de casados, jamás el pueblo habría recibido un poco de los derechos y las necesidades que merecía porque Victoria parecía que vivía en el planeta de las reinas malvadas, frías, malcriadas, y cabronas. Sinceramente, creo que nunca me sentí tan decepcionada porque nunca esperé tanto de una reina como había esperado de ella en The young Victoria. Esta realidad fue como una buena ostia en toda mi cara, no podía creerme que para una poca de las sociedades donde una reina había tenido el poder, esa reina había tenido el corazón de una víbora, o de una tonta.
Incluso mi madre me preguntó ahora que porqué perdía el tiempo escribiendo esta reseña sobre una reina que no se merecía mis respetos, me encantaría que pudiera ser que simplemente Victoria carecía de los conocimientos para cuidar de su pueblo pero la realidad es que no quería que Alberto reinara a su lado hasta que ella moviera los hilos, y como no estaba dispuesta a ser reina de verdad, prefería que Lord Merlbourne con su aprobación matara a su pueblo. Su único sufrimiento era el que tendría una niñita pequeña "el pueblo me odia", no, el pueblo merece que lo respetes, lo conozcas, y cuides de él, ¿y tú que has hecho por él? Sólo clavar puñales en sus corazones y llenar sus estómagos de hambre.
-¿Qué ocurre, no te gusta? (pregunta Ernesto a Alberto)
- Sí, me gusta. Más de lo que esperaba. Pero no depende de mí, ¿verdad? ¿Cómo se llama a un hombre que espera a que una mujer adinerada decida si desea tenerle a su lado?
- ¿Y por qué no le dices lo que sientes?
"Mi querida Victoria, estos días estarán repletos de tristeza pues sé que el rey te es muy querido. ¿Me permites ofrecerte mi apoyo aunque sea en la distancia? Si no puedo estar contigo, espero que oigas mi voz en la música que te envío. Ya conoces mi aprecio por Schubert. Este es su canto del cisne. Y lo toco llevándote en el corazón" (VIVO DE AMOR CON LA VOZ DEL DOBLADOR DE RUPERT FRIEND, ME DERRITO Y ELLA SE DERRITE CON LA CARTA)
El príncipe alemán Alberto (su tío era el rey de Bélgica, y su otra tía era la madre de Victoria) me enamoró, lo hizo con hechos y con palabras, por saber estar ahí cuando Victoria le necesitaba. Sobre Alberto yo lo desconocía todo y he quedado enamorada del príncipe Alberto de Rupert Friend, no me imagino a otro en ese papel. Alberto me hechizó, y no me soltaba, me da tanta rabia que un chico tan bonito y especial en The young Victoria como él esté tan enamorado, tan de rodillas por Victoria y siempre tenga el corazón roto y herido. Repito, siempre tiene fe ciega en ella, y cuando no la tiene es cuando ella se atreve a ordenarle como si fuera su dueña que no salga de las habitaciones reales. Deberíamos añadir su nombre junto a la palabra Devoción, su amor por ella es infinito, de bueno es tonto, y os recuerdo que como hijo de duque y sobrino de rey podría haber tenido una buena vida en cualquier otra parte pero se enamoró de Victoria y desoyó toda orden política de su tío. Mi querido Alberto es leal, disfruta del arte, la música, adora pensar, aprende el vals para poder concederle ese deseo a Victoria, la palabra traición no encaja en su diccionario, y siempre atesora sus momentos con Victoria pero también con su hermano Ernesto.
Él llora, la añora, todo lo que hace, y escribe, es real, le entrega su corazón, y yo nunca pude comprender porqué ella tenía tanto veneno dentro hacia su pueblo y hacia él, él corre a su lado cuando teme perderla e intenta ayudarla para que él pueblo la ame pero ella sólo guarda los bocetos y no hace nada con ellos, se dedica a sonreír felizmente con Alberto, a pintarle, y disfrutar de su enamoramiento por él, a sentir que cuando está con él puede ser una mejor reina, le escucha cuando él le dice que tienen un deber de ayudar a aquellos más necesitados y en cuestiones de amor ella se muestra adorable a su lado, en el baile decide que quiere demostrar que su corazón pertenece a Alberto pero al día siguiente cuando Alberto le pide ser útil a su lado y quedarse con ella más tiempo mientras la lluvia llora por el corazón de los dos ella le pide que se marche hasta que esté lista para casarse y él pueda serle útil, porque aunque le ama, no puede ser frágil y vulnerable para él, no puede hacer lo que el corazón le dicta por estar asustada del amor, debe hacer como una tonta lo que le ordena su ministro. Le rompió el corazón, se lo rompió a si misma, me lo rompió a mi.
- Victoria, me gustaría tanto serte útil si alguna vez tengo la oportunidad (como tiene prohibido pedirla matrimonio es su modo de suplicárselo por segunda vez, que le permita quedarse, su voz, sus ojos, sus rodillas temblorosos, hasta su pelo suplica su amor).
- Estoy segura, pero aún no. (Y se marcha)
Y él, con cada carta que le llega de ella se imagina que la abraza, que la sostiene con todo su amor, incluso huele sus cartas para sentirla más cerca de su corazón con ese hermoso rostro que derretía hasta mis pestañas, como corre para ver si hay carta de Victoria, está tan profundamente enamorado que no hay espacio en mi corazón para no amarle.
Victoria, antes de ser reina, ya nos dio muestras de su arrogancia y altanería, de su práctica para manejar a los hombres, de cómo sabía que toda su vida había estado dentro del juego de ajedrez, y del propósito de cuándo elegiría elegir compañero, pero mientras no perdería su oportunidad de jugar. A la princesa Victoria le encantaba saltarse las reglas de su madre y de su tía, por eso cuando su primo Alberto y su primo Ernesto llegaron para conocerla, en vez de comportarse cual dama educada corrió escaleras abajo y dejó a Alberto completamente sorprendido, por su rebeldía y su belleza. En su primer paseo desarmó toda la conversación de Alberto, asegurándole que fuera real con ella o no tendrían nada de que hablar, y él que como ella sabía, tenía órdenes de complacerla, se arriesgó a ser él mismo, en la partida de ajedrez ella expone de verdad como se siente y él le da el mejor de los consejos, es un chico tan sabio, le adoro.
Ella vuelve a saltarse las reglas cuando le pide que la acompañe a sus habitaciones cogida de la mano y él le confiesa su mayor secreto familiar, coquetear con él le resulta tan natural como ser princesa, pero mientras él siente que su corazón se desboca y se marcha a Alemania con la sensación de que ya no puede olvidar a esa princesa, ella simplemente se lo ha tomado como otro príncipe más que intenta jugar con ella, que será el veneno de su relación siempre. Aún así, al morir el rey, Alberto podría haber sido un buitre y correr al lado de Victoria, en cambio le envió una carta que me enamoró, aquello siento que significó muchísimo para Victoria, cambió todo cuanto podía sentir por él, y cruzando los mares nació una amistad, una honestidad, un refugio, y un amor sincero, que sin embargo para ella bastaba con eso, pero para él, era doloroso. Alberto creía que Victoria, de quién siempre veía lo mejor en todas las situaciones, podía ser una gran reina, la apoyaba en todo, la alentaba en todas sus cartas, y ella, aún así, era malvada y cruel con él y con el pueblo, no se merecía ni el reinado ni a ese príncipe enamorado. El pueblo se levantaba en armas contra ella, pero Alberto simplemente se postraba a sus pies y ella sabía como tenerle suplicando por su cariño, de algo tenían que haber servido las enseñanzas de su madre. Cuando Victoria dice "ven", Alberto sale corriendo a sostenerla, y cuando ella le dice "vete" él parte con el corazón roto a esperar que ella esté preparada para confiar en él.
Con cada año que pasaba, más crecía el amor de ambos pero también más se alargaba la sombra de la desconfianza de Victoria, cuanto más tiempo pasaba menos la quería su pueblo -con razón- y más deseaba Alberto poder hacer algo por ayudarla, porque él sentía que en sus frágiles manos se había posado demasiado peso y yo porque lo que se reflejaba es que simplemente el pueblo no le importaba nada. Pero lo que a él le desespera es la soledad, la tristeza, la desesperación que siente sin Victoria, el miedo que tiene a que esa llamada no se produzca nunca, a que ella nunca pueda confiar en él para sentarlo a su lado. No quiere un trono, ella lo sabe, sólo quiere su corazón igual que ella sabe que ya tiene el suyo, ¿cuánto más tiene que hacer para demostrarle su lealtad? En realidad sólo con la muerte le demostrará su amor. Victoria cuanto más lo quiere y más conecta emocionalmente, cuanto más sabe que él sería el único capaz de ayudarla a levantar el hundimiento al que ha sometido a su reino, más su orgullo se levanta por encima de todo, más su desconfianza se levanta por encima de su amor con todo lo que está viviendo en ese reinado que se está yendo cada vez más de sus manos, con cada cosa que ella misma está haciendo y con la que se está decepcionando.
Cuando al fin lo hace llamar para que se quede en su vida para siempre porque el pueblo quiere matarla su reencuentro parece un milagro, y aunque ella seguía sin entregarle su confianza o concederle que la ayudara con su pueblo, al fin le entregó su corazón, se derrumbó, y lo sentí, al igual que él, como el milagro de la lluvia. Es más, reconozco que siempre sentí el amor que ella sentía por él, y que todas sus escenas juntos me enamoraban pero el amor de él era tan infinito que el de ella nunca estaba a la altura del de él. Aún así, cuando al fin llega esta burbuja que nos aleja de las intrigas políticas, de su reinado desesperante, y nos acerca a los primeros meses de su matrimonio, simplemente sonreí y disfruté porque sabía que eran los únicos ratitos de felicidad que me iban a conceder (además de un final feliz y una gran química). Imagino que habrá una fotografía de ese momento en que ambos se vuelven a ver, con Victoria mirándole con el corazón en los ojos, a punto de llorar, con Alberto acompañado de los perros de los que Victoria después nunca se separó, mirándola solemne y enamorado, con el amor maduro de un hombre que lleva cuatro años esperando por la mujer de su vida.
- Siéntate, por favor.
- El parque es magnífico.
- Me complace que te guste. Deseo que te sientas como en casa. Seguro que ya sabes porqué deseaba que vinieras (él podía desearlo, pero no imaginarlo). Porque nada podría hacerme más feliz, dichosa en realidad, que accedieras a mis deseos.
- ¿Y me quedara contigo?
- Quedándote conmigo.
- ¿Y te desposara?
- Y me desposaras.
La escena que más amé junto a la noche de boda es la siguiente porque yo realmente no me la esperaba como tal. Os explico, Alberto tenía prohibido pedirle matrimonio, así que cuando Victoria le pidió que se casara con ella él sintió que por fin conocía el cielo, aquel primer beso entre ellos es una promesa fervorosa de amor eterno. Aquí se puede ver que ella se desnuda emocionalmente para él, AL FIN, y él la mira como si un milagro estuviera pasando. Ella llora a la vez que ríe, sin controlar su amor por primera vez en su vida y aquí la amé igual que no podía evitar amarla cuando estaba con Alberto. Alberto la abraza con un fervor tan inmenso que volví a enamorarme de él porque ese era el sueño de su vida, que la persona que amaba le amara con la misma intensidad, que todos y cada uno de sus días pudiera contemplar a la persona que daba sentido a su vida.
La boda es tal y como nos la muestran las fotografías pero a mí lo que me encanta son las miradas encendidas y enamoradas, apasionadas. La noche de bodas es preciosa, con ella dispuesta a devorar a su joven esposo y él con más delicadeza, tocándola con fervor y ternura, con ganas de hacer que ese momento tan soñado dure para siempre, amo como él toca su pelo y espalda con la dulzura de sus manos, como la besa dulcemente y yo deseando ese beso para mí, ese beso de cuento de hadas.
- Ahora estoy casada del todo.
- Cuando seamos viejos, y nos rodeen nuestros hijos recordaremos este como el día en que empezaron nuestras vidas.
Al despertar como no fue suficiente amarse una sola vez, pero primero como ella acaricia el pecho de Alberto, como sus manos se entrelazan mientras hablan, se ríen, tontean y vuelven a besarse antes de hacer el amor, y sobre todo atesoro en mi corazón las palabras que él dice, sin duda estas son mis escenas favoritas, o sino no os escribiría en rojo los diálogos (además del baile pero no había diálogos).
Con él ella siempre es la niña que fue, disfrutando a caballo, y como Inglaterra solo tiene lluvias, él decide bailar bajo ella, Victoria se une por primera vez en su vida, hechizada por el amor que él siente y por el que ella siente, simplemente sintiendo que puede lograrlo todo, que es la reina de ese corazón y no supone una presión sino un placer y un privilegio. Después de la lluvia llegan a casa, se besan mojados y se prometen amor. "Cuidaremos el uno del otro, ¿verdad?" "Siempre". Amo como se entregan a su amor, a la pasión, al deseo, como Alberto se niega a dar noticias que traicionen a su esposa, y únicamente existe ese amor.
Al final llega la noticia de esa pequeña bebé que viene en camino es como la guinda del pastel, Alberto está completamente feliz de que ese sueño imposible se esté haciendo realidad, mi Alberto, que se merece que todo el amor del universo se le entregue.
Y de nuevo, por la política se instala la desconfianza de Victoria que rompe el corazón de mi príncipe y vuelve a rompérmelo a mi, porque las personas no cambian porque se casen. Alberto debía saltar más alto para demostrar su confianza, Victoria intentó ser asesinada en su presencia él la protegió arriesgándose a perder su propia vida, simplemente para él la vida de ella tenía más valor, ella era quién daba valor a su existencia, lloré como una niña cuando pronunció aquellos votos, y ella se dió cuenta de que había sido completamente ciega y negligente con Alberto pues ella siempre le amó con toda su alma y también con el pueblo por no escuchar a la persona más sabia que había conocido. AMO ESTA ESCENA PORQUE DEMUESTRA QUE AMBOS SE AMAN CON LOCURA.
- Lo siento mucho, creí que iba a perderte.
- No tenía muy buena puntería.
- ¿Por qué lo hiciste? Fue una estupidez, ¿por qué lo hiciste?
- Tenía dos buenas razones. Una, que yo soy sustituible y tú no. (él todo el tiempo la acaricia la espalda y la sostiene contra su pecho aunque está herido y postrado en cama para calmar su llanto, es amor eterno y mutuo)
- Para mí no eres sustituible.
- Shhh. Y dos, que tú eres la única mujer que he tenido y que tendré jamás. Eres toda mi existencia. Y te amaré hasta mi último aliento. (se miran y se besan con un fervor absoluto y nadie puede decir que esta no es una de las escenas más bellas de la historia, Rupert y Emily son amor)
Entonces en negrita nos cuentan que ambos reconstruyeron el reino, lo revolucionaron: educación, arte, y calidad de vida, de eso intentó hablar Alberto con Victoria y ella parecía estar de acuerdo pero siempre con su frialdad y falta de empatía se dejaba llevar por la manipulación o su estar de acuerdo con su querido Melbourne, que al ser parte del reinado de Victoria es personaje principal de la película, y Alberto personaje secundario con esa voz del doblador que me hace temblar las rodillas. También se habla de los 9 hijos que tuvieron, de su eterno amor, que traspasó la historia, y que era lo que yo querría haber vivido en La reina Victoria (en Victoria y Abdul, donde Victoria se enamora por tercera vez en su vida, Victoria nos habla del amor eterno que siente por su primer amor).
Emily Blunt es una actriz que adoro, intento ver todas sus películas que no sean thriller, sus comedias, romances o dramas porque en todas ellas me sorprenden, normalmente siempre tengo un gran pedazo de mi corazón para ella, y aunque esperaba enamorarme de su reina Victoria nunca me rendí a pesar de todas las decepciones. Que sí, que me llevé una gran oleada de tristezas y rabias con su personaje, porque era una reina tonta y malvada al inicio del reinado. Y con su amante era casi tan dura pero Emily salvó su gran química con Rupert Friend porque el mundo parecía desaparecer cuando estaban los dos solos y entonces podía sentir que había mucho amor dentro de Victoria por él.
Rupert Friend era el gran desconocido para mí (aunque le había visto como el otro chico del triángulo en Orgullo y prejuicio -novio y ex novio de Keira-, y el crush nazi de El niño del pijama a rallas) y debo admitir que al día siguiente de ver La reina Victoria miré que películas había hecho este príncipe que ha calado increíblemente hondo en mi corazón (ahora no podría imaginarme a otro interpretando a su personaje) y me he apuntado montones de sus películas, por lo que parece le gusta el romance, el drama y estoy tan dispuesta a seguir enamorándome, pero es que él tiene un talento dulce, sensible, es el que menos tiempo tiene en pantalla y el que más se luce, es brillante, demuestra un amor infinito. Me habría gustado que este príncipe hubiera viajado en el tiempo y hubiera sido destinado a una princesa/reina más fervorosa. Cada vez que miro sus gifs, fotos y escenas en la película, su look caracterizado como Alberto siento el amor en mi pecho por él 💟.
Las portadas de esta película son símbolo de amor eterno, pero dan lugar a equivocación, igual que la edad de los actores, Emily y Rupert, que al verlos en pantalla sabes que no tienen ninguno de los dos los 17 con los que comienzan la película (Alberto y Victoria nacieron el mismo año) pero crees que está justificado porque Alberto y Victoria se casaron a los 21 (hasta entonces mantuvieron un romance casto entre cartas) y estuvieron casados 20 años, hasta que Alberto murió a los 42 años. La película en realidad toma en segundo plano el romance de esta pareja, sólo narra hasta el nacimiento de su primera hija, y se centra en las intrigas políticas palaciegas, en la relación cruel de Victoria con el pueblo, en la relación ambigua de Victoria con su querido ministro Melbourne (Paul Bettany), que consiente que haga con ella lo que odia que toda su vida hicieran otros, moverla como una pieza en un juego de ajedrez porque confía en de corazón en las intenciones del ministro para con ella, y que es el tercero en discordia en este potencial triángulo amoroso.
No esperaba encontrarme con la reina Victoria tal y como era de sus 18 a sus 22, cruel y malvada. Sé que yo tenía previamente una visión idealizada de ella, ya la había amado en Victoria y Abdul, y creo que para reinar desde los 18 a los 81 debes ser una mujer increíblemente inteligente, por eso me asombra brutalmente encontrar que Victoria, aunque se sabía peón de las maquinaciones de todos, realmente, en los primeros años de su reinado, no se merecía ser la reina de su pueblo porque mientras el pueblo sufría ella disfrutaba de la buena vida. Por supuesto, como toda reina joven se puede equivocar en sus decisiones, pero cuando hablamos de vidas humanas y de derechos humanos no valen esas mismas reglas tan a la ligera. Era joven, inexperta, no la habían educado como si educaban a los hombres a pesar de saber que iba a reinar una nación, presuntamente esperando que delegara todo en un hombre, por eso me rechina buscar información sobre ella y escuchar palabras como "la reina tonta", no pudo ser tan tonta si reinó sola por 40 años, pero si lo hizo como en sus 3-4 primeros años de su reinado, entonces entendería que habría que cambiar el adjetivo de reina fuerte por reina cruel, reina sin empatía, reina malvada. Incluso Alberto en sus visitas y cartas intentaba avisarla de que no podía dejar que el pueblo se muriera de hambre, que se hacinaran en el sufrimiento, que tenía que luchar por ellos y para ellos.
A veces parecía que Victoria creía que ser reina únicamente suponía dejar todo en manos de Lord Melbourne, dejar morir de sufrimiento, pena y hambre a sus ciudadanos, y después meterse entre sus mantas avergonzada porque el pueblo viniera a las puertas del palacio a insultar o a amenazar contra su vida. Si no hubiera sido por Alberto, tras un año de casados, jamás el pueblo habría recibido un poco de los derechos y las necesidades que merecía porque Victoria parecía que vivía en el planeta de las reinas malvadas, frías, malcriadas, y cabronas. Sinceramente, creo que nunca me sentí tan decepcionada porque nunca esperé tanto de una reina como había esperado de ella en The young Victoria. Esta realidad fue como una buena ostia en toda mi cara, no podía creerme que para una poca de las sociedades donde una reina había tenido el poder, esa reina había tenido el corazón de una víbora, o de una tonta.
Incluso mi madre me preguntó ahora que porqué perdía el tiempo escribiendo esta reseña sobre una reina que no se merecía mis respetos, me encantaría que pudiera ser que simplemente Victoria carecía de los conocimientos para cuidar de su pueblo pero la realidad es que no quería que Alberto reinara a su lado hasta que ella moviera los hilos, y como no estaba dispuesta a ser reina de verdad, prefería que Lord Merlbourne con su aprobación matara a su pueblo. Su único sufrimiento era el que tendría una niñita pequeña "el pueblo me odia", no, el pueblo merece que lo respetes, lo conozcas, y cuides de él, ¿y tú que has hecho por él? Sólo clavar puñales en sus corazones y llenar sus estómagos de hambre.
-¿Qué ocurre, no te gusta? (pregunta Ernesto a Alberto)
- Sí, me gusta. Más de lo que esperaba. Pero no depende de mí, ¿verdad? ¿Cómo se llama a un hombre que espera a que una mujer adinerada decida si desea tenerle a su lado?
- ¿Y por qué no le dices lo que sientes?
"Mi querida Victoria, estos días estarán repletos de tristeza pues sé que el rey te es muy querido. ¿Me permites ofrecerte mi apoyo aunque sea en la distancia? Si no puedo estar contigo, espero que oigas mi voz en la música que te envío. Ya conoces mi aprecio por Schubert. Este es su canto del cisne. Y lo toco llevándote en el corazón" (VIVO DE AMOR CON LA VOZ DEL DOBLADOR DE RUPERT FRIEND, ME DERRITO Y ELLA SE DERRITE CON LA CARTA)
Él llora, la añora, todo lo que hace, y escribe, es real, le entrega su corazón, y yo nunca pude comprender porqué ella tenía tanto veneno dentro hacia su pueblo y hacia él, él corre a su lado cuando teme perderla e intenta ayudarla para que él pueblo la ame pero ella sólo guarda los bocetos y no hace nada con ellos, se dedica a sonreír felizmente con Alberto, a pintarle, y disfrutar de su enamoramiento por él, a sentir que cuando está con él puede ser una mejor reina, le escucha cuando él le dice que tienen un deber de ayudar a aquellos más necesitados y en cuestiones de amor ella se muestra adorable a su lado, en el baile decide que quiere demostrar que su corazón pertenece a Alberto pero al día siguiente cuando Alberto le pide ser útil a su lado y quedarse con ella más tiempo mientras la lluvia llora por el corazón de los dos ella le pide que se marche hasta que esté lista para casarse y él pueda serle útil, porque aunque le ama, no puede ser frágil y vulnerable para él, no puede hacer lo que el corazón le dicta por estar asustada del amor, debe hacer como una tonta lo que le ordena su ministro. Le rompió el corazón, se lo rompió a si misma, me lo rompió a mi.
- Victoria, me gustaría tanto serte útil si alguna vez tengo la oportunidad (como tiene prohibido pedirla matrimonio es su modo de suplicárselo por segunda vez, que le permita quedarse, su voz, sus ojos, sus rodillas temblorosos, hasta su pelo suplica su amor).
- Estoy segura, pero aún no. (Y se marcha)
Y él, con cada carta que le llega de ella se imagina que la abraza, que la sostiene con todo su amor, incluso huele sus cartas para sentirla más cerca de su corazón con ese hermoso rostro que derretía hasta mis pestañas, como corre para ver si hay carta de Victoria, está tan profundamente enamorado que no hay espacio en mi corazón para no amarle.
↙↘ SPOILERS DE LA RELACIÓN
Victoria, antes de ser reina, ya nos dio muestras de su arrogancia y altanería, de su práctica para manejar a los hombres, de cómo sabía que toda su vida había estado dentro del juego de ajedrez, y del propósito de cuándo elegiría elegir compañero, pero mientras no perdería su oportunidad de jugar. A la princesa Victoria le encantaba saltarse las reglas de su madre y de su tía, por eso cuando su primo Alberto y su primo Ernesto llegaron para conocerla, en vez de comportarse cual dama educada corrió escaleras abajo y dejó a Alberto completamente sorprendido, por su rebeldía y su belleza. En su primer paseo desarmó toda la conversación de Alberto, asegurándole que fuera real con ella o no tendrían nada de que hablar, y él que como ella sabía, tenía órdenes de complacerla, se arriesgó a ser él mismo, en la partida de ajedrez ella expone de verdad como se siente y él le da el mejor de los consejos, es un chico tan sabio, le adoro.
Ella vuelve a saltarse las reglas cuando le pide que la acompañe a sus habitaciones cogida de la mano y él le confiesa su mayor secreto familiar, coquetear con él le resulta tan natural como ser princesa, pero mientras él siente que su corazón se desboca y se marcha a Alemania con la sensación de que ya no puede olvidar a esa princesa, ella simplemente se lo ha tomado como otro príncipe más que intenta jugar con ella, que será el veneno de su relación siempre. Aún así, al morir el rey, Alberto podría haber sido un buitre y correr al lado de Victoria, en cambio le envió una carta que me enamoró, aquello siento que significó muchísimo para Victoria, cambió todo cuanto podía sentir por él, y cruzando los mares nació una amistad, una honestidad, un refugio, y un amor sincero, que sin embargo para ella bastaba con eso, pero para él, era doloroso. Alberto creía que Victoria, de quién siempre veía lo mejor en todas las situaciones, podía ser una gran reina, la apoyaba en todo, la alentaba en todas sus cartas, y ella, aún así, era malvada y cruel con él y con el pueblo, no se merecía ni el reinado ni a ese príncipe enamorado. El pueblo se levantaba en armas contra ella, pero Alberto simplemente se postraba a sus pies y ella sabía como tenerle suplicando por su cariño, de algo tenían que haber servido las enseñanzas de su madre. Cuando Victoria dice "ven", Alberto sale corriendo a sostenerla, y cuando ella le dice "vete" él parte con el corazón roto a esperar que ella esté preparada para confiar en él.
Con cada año que pasaba, más crecía el amor de ambos pero también más se alargaba la sombra de la desconfianza de Victoria, cuanto más tiempo pasaba menos la quería su pueblo -con razón- y más deseaba Alberto poder hacer algo por ayudarla, porque él sentía que en sus frágiles manos se había posado demasiado peso y yo porque lo que se reflejaba es que simplemente el pueblo no le importaba nada. Pero lo que a él le desespera es la soledad, la tristeza, la desesperación que siente sin Victoria, el miedo que tiene a que esa llamada no se produzca nunca, a que ella nunca pueda confiar en él para sentarlo a su lado. No quiere un trono, ella lo sabe, sólo quiere su corazón igual que ella sabe que ya tiene el suyo, ¿cuánto más tiene que hacer para demostrarle su lealtad? En realidad sólo con la muerte le demostrará su amor. Victoria cuanto más lo quiere y más conecta emocionalmente, cuanto más sabe que él sería el único capaz de ayudarla a levantar el hundimiento al que ha sometido a su reino, más su orgullo se levanta por encima de todo, más su desconfianza se levanta por encima de su amor con todo lo que está viviendo en ese reinado que se está yendo cada vez más de sus manos, con cada cosa que ella misma está haciendo y con la que se está decepcionando.
Cuando al fin lo hace llamar para que se quede en su vida para siempre porque el pueblo quiere matarla su reencuentro parece un milagro, y aunque ella seguía sin entregarle su confianza o concederle que la ayudara con su pueblo, al fin le entregó su corazón, se derrumbó, y lo sentí, al igual que él, como el milagro de la lluvia. Es más, reconozco que siempre sentí el amor que ella sentía por él, y que todas sus escenas juntos me enamoraban pero el amor de él era tan infinito que el de ella nunca estaba a la altura del de él. Aún así, cuando al fin llega esta burbuja que nos aleja de las intrigas políticas, de su reinado desesperante, y nos acerca a los primeros meses de su matrimonio, simplemente sonreí y disfruté porque sabía que eran los únicos ratitos de felicidad que me iban a conceder (además de un final feliz y una gran química). Imagino que habrá una fotografía de ese momento en que ambos se vuelven a ver, con Victoria mirándole con el corazón en los ojos, a punto de llorar, con Alberto acompañado de los perros de los que Victoria después nunca se separó, mirándola solemne y enamorado, con el amor maduro de un hombre que lleva cuatro años esperando por la mujer de su vida.
- El parque es magnífico.
- Me complace que te guste. Deseo que te sientas como en casa. Seguro que ya sabes porqué deseaba que vinieras (él podía desearlo, pero no imaginarlo). Porque nada podría hacerme más feliz, dichosa en realidad, que accedieras a mis deseos.
- ¿Y me quedara contigo?
- Quedándote conmigo.
- ¿Y te desposara?
- Y me desposaras.
La boda es tal y como nos la muestran las fotografías pero a mí lo que me encanta son las miradas encendidas y enamoradas, apasionadas. La noche de bodas es preciosa, con ella dispuesta a devorar a su joven esposo y él con más delicadeza, tocándola con fervor y ternura, con ganas de hacer que ese momento tan soñado dure para siempre, amo como él toca su pelo y espalda con la dulzura de sus manos, como la besa dulcemente y yo deseando ese beso para mí, ese beso de cuento de hadas.
- Ahora estoy casada del todo.
- Cuando seamos viejos, y nos rodeen nuestros hijos recordaremos este como el día en que empezaron nuestras vidas.
Al despertar como no fue suficiente amarse una sola vez, pero primero como ella acaricia el pecho de Alberto, como sus manos se entrelazan mientras hablan, se ríen, tontean y vuelven a besarse antes de hacer el amor, y sobre todo atesoro en mi corazón las palabras que él dice, sin duda estas son mis escenas favoritas, o sino no os escribiría en rojo los diálogos (además del baile pero no había diálogos).
Con él ella siempre es la niña que fue, disfrutando a caballo, y como Inglaterra solo tiene lluvias, él decide bailar bajo ella, Victoria se une por primera vez en su vida, hechizada por el amor que él siente y por el que ella siente, simplemente sintiendo que puede lograrlo todo, que es la reina de ese corazón y no supone una presión sino un placer y un privilegio. Después de la lluvia llegan a casa, se besan mojados y se prometen amor. "Cuidaremos el uno del otro, ¿verdad?" "Siempre". Amo como se entregan a su amor, a la pasión, al deseo, como Alberto se niega a dar noticias que traicionen a su esposa, y únicamente existe ese amor.
Al final llega la noticia de esa pequeña bebé que viene en camino es como la guinda del pastel, Alberto está completamente feliz de que ese sueño imposible se esté haciendo realidad, mi Alberto, que se merece que todo el amor del universo se le entregue.
Y de nuevo, por la política se instala la desconfianza de Victoria que rompe el corazón de mi príncipe y vuelve a rompérmelo a mi, porque las personas no cambian porque se casen. Alberto debía saltar más alto para demostrar su confianza, Victoria intentó ser asesinada en su presencia él la protegió arriesgándose a perder su propia vida, simplemente para él la vida de ella tenía más valor, ella era quién daba valor a su existencia, lloré como una niña cuando pronunció aquellos votos, y ella se dió cuenta de que había sido completamente ciega y negligente con Alberto pues ella siempre le amó con toda su alma y también con el pueblo por no escuchar a la persona más sabia que había conocido. AMO ESTA ESCENA PORQUE DEMUESTRA QUE AMBOS SE AMAN CON LOCURA.
- Lo siento mucho, creí que iba a perderte.
- No tenía muy buena puntería.
- ¿Por qué lo hiciste? Fue una estupidez, ¿por qué lo hiciste?
- Tenía dos buenas razones. Una, que yo soy sustituible y tú no. (él todo el tiempo la acaricia la espalda y la sostiene contra su pecho aunque está herido y postrado en cama para calmar su llanto, es amor eterno y mutuo)
- Para mí no eres sustituible.
- Shhh. Y dos, que tú eres la única mujer que he tenido y que tendré jamás. Eres toda mi existencia. Y te amaré hasta mi último aliento. (se miran y se besan con un fervor absoluto y nadie puede decir que esta no es una de las escenas más bellas de la historia, Rupert y Emily son amor)
Entonces en negrita nos cuentan que ambos reconstruyeron el reino, lo revolucionaron: educación, arte, y calidad de vida, de eso intentó hablar Alberto con Victoria y ella parecía estar de acuerdo pero siempre con su frialdad y falta de empatía se dejaba llevar por la manipulación o su estar de acuerdo con su querido Melbourne, que al ser parte del reinado de Victoria es personaje principal de la película, y Alberto personaje secundario con esa voz del doblador que me hace temblar las rodillas. También se habla de los 9 hijos que tuvieron, de su eterno amor, que traspasó la historia, y que era lo que yo querría haber vivido en La reina Victoria (en Victoria y Abdul, donde Victoria se enamora por tercera vez en su vida, Victoria nos habla del amor eterno que siente por su primer amor).
ELENCO
Emily Blunt es una actriz que adoro, intento ver todas sus películas que no sean thriller, sus comedias, romances o dramas porque en todas ellas me sorprenden, normalmente siempre tengo un gran pedazo de mi corazón para ella, y aunque esperaba enamorarme de su reina Victoria nunca me rendí a pesar de todas las decepciones. Que sí, que me llevé una gran oleada de tristezas y rabias con su personaje, porque era una reina tonta y malvada al inicio del reinado. Y con su amante era casi tan dura pero Emily salvó su gran química con Rupert Friend porque el mundo parecía desaparecer cuando estaban los dos solos y entonces podía sentir que había mucho amor dentro de Victoria por él.
Rupert Friend era el gran desconocido para mí (aunque le había visto como el otro chico del triángulo en Orgullo y prejuicio -novio y ex novio de Keira-, y el crush nazi de El niño del pijama a rallas) y debo admitir que al día siguiente de ver La reina Victoria miré que películas había hecho este príncipe que ha calado increíblemente hondo en mi corazón (ahora no podría imaginarme a otro interpretando a su personaje) y me he apuntado montones de sus películas, por lo que parece le gusta el romance, el drama y estoy tan dispuesta a seguir enamorándome, pero es que él tiene un talento dulce, sensible, es el que menos tiempo tiene en pantalla y el que más se luce, es brillante, demuestra un amor infinito. Me habría gustado que este príncipe hubiera viajado en el tiempo y hubiera sido destinado a una princesa/reina más fervorosa. Cada vez que miro sus gifs, fotos y escenas en la película, su look caracterizado como Alberto siento el amor en mi pecho por él 💟.
Mayu.
(ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧ Holaaa!!!
ResponderEliminarWow es una película que te dio mucho por hablar, querida yo voy a ser sincera soy muy ignorante en estos temas y pensé que todo era ficción hasta que continué y continué leyendo tu reseña si realmente esta Reina era así que lamentable porque sus decisiones obviamente afectaron a muchos, se comprende que haya sido inexperta pero su falta de experiencia afectaba al pueblo y eso no es justo, no entendí bien lo del romance de ella con el muchacho pero al parecer si se amaron aunque quien sabe, igual reino mucho tiempo eso es increíble y más encima sola, me pregunto si en algún momento encontró el equilibrio para poder reinar sin perjudicar al pueblo.
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Ostras!!!
ResponderEliminarme ha encantando, me gusta mucho esta película y la tengo grabada, de vez en cuando la veo, aunque no es mi favorita, siempre me entretiene
Seguro que está todo muy endulzado y esta mujer, ten por seguro, sería de armas tomar
Un besote