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19 de abril de 2020

Oscuro y feroz - Lydia Dare

¡Hola! Hoy os hablo del libro con el que me despedí de la saga pero que no tiene contenidos tóxicos ni abusivos así que lo podéis leer tranquilas. Mi recomendación al ser un libro cronológicamente anterior al primero es que os ahorréis a Simon y comencéis por Benjamin, que es una persona decente.

 

Original: Estados Unidos (2010)
Editorial: Esencia (2012)
Páginas: 393
Género: Drama, Romance, Fantasía, Erótica, Hombres Lobo - Brujas.

Saga: Los Hermanos Westfield #2



Leídos: 19 de Abril de 2020.

Etiquetas: bailando, brujas-o-brujos, cambiantes, cambio-de-punto-de-vista, drama, embarazos, erótica, fantasía, histórica-victoriana, hombres-lobo, love-2º, reto-desempolvando-libros, romántica-adulta, viviendo-juntos-al-final-pero-parece-que-viven-juntos


1816. Benjamin Westfield vive en Londres como sus hermanos mayores, es también un hombre lobo, es el más travieso, despreocupado, y alegre de los tres a sus 26 años, quizás por eso cometió un pecado que él considera un pecado, una de las noches previas a la luna llena perdió el control y asustó a una prostituta en pleno acto sexual. En la siguiente luna llena, Benjamin ya no es capaz de transformarse en lobo, pero es que lo ha perdido en todas sus formas, ya no siente su espíritu dentro de él como una constante con la que alegremente vivía desde los 12 años. Asustado y deseando solucionar solo por una vez sus problemas pide consejo a un caballero de guerra que le habla de una bruja en Edimburgo, así que avisando por casualidad a su hermano Will parte raudo hasta la aburrida Escocia.

Elspeth Campbell vive con su abuelo (que está apunto de morir) en un pueblo de Edimburgo, en una pequeña casa del bosque que encaja con su forma de vida sencilla y mística, por nada del mundo planea abandonar su tierra, sus raíces, aunque el escándalo de ser hija ilegítima la persiga en los bailes donde todos los caballeros se niegan a pedirla bailar, pero cuando se trata de sanación todos se agolpan en su puerta para pedir sus milagros de bruja. Lo que ellos no saben es que Elspeth es la hija de un hombre real que su madre, una bruja sanadora real, dice que la abandonó, y que sus amigas no son niñas que jueguen con magia, sino que todas son realmente brujas y forman un aquelarre, el Coig que nunca se podrá separar aunque la profecía ahora vaticine que un hombre lobo vendrá a llevarse a Elspeth.

Benjamin busca refugio en casa de su amigo Alec, compañero inseparable de todas sus juergas con prostitutas pero que ahora está cortejando sin demasiado éxito a una de las brujas del aquelarre: Caitrin, razón por la que en un baile conocerá a Elspeth, bailará con ella, y sentirá que Elspeth es distinta a todas las mujeres que ha conocido, empezando porque ella lleva en su pelo peinetas de lobo y porque él conecta con aquello que a ella la hace sentir diferente a la sociedad. Los dos escaparán del baile cuando se enteren de la triste noticia de la muerte del abuelo de Elspeth, se contarán los secretos de sus vidas, y eso les unirá como nunca podrían haber esperado, sobre todo cuando él se de cuenta de que ella es la única bruja que puede curar su maldición y él es el único que puede mostrarle quién es el padre de ella, y entre el nacimiento del deseo y de una emoción a la que ella querrá poner un nombre y él no nacerá el amor.

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Leer este libro con las sensaciones del libro anterior creo que es lo peor que te puede pasar como lectora pero sabía que era ahora o nunca, tenía clarísimo que si no le daba la oportunidad en ese momento que de verdad se merecía Oscuro y feroz entonces nunca se la daría, simplemente culparía a Benjamin de los errores de Simon y no quería hacer eso, se nota muchísimo con este libro que la autora erradicó todos los comportamientos tóxicos ¿aprendió de sus errores o se debe a que Benjamin carece del espíritu del lobo? Debo recordar que Will si tenía los comportamientos tóxicos de violencia cuando un chico se acercaba a Prisca en el primer libro, pero Benjamin no incluso cuando el lobo volvió a él. Lydia Dare en este libro remendó las cosas y decidió no romantizar relaciones tóxicas y abusivas, esta vez tenemos una relación romántica, cuyo único pecado es la excesiva dependencia (Benjamin y Elspeth no pueden separarse ni 6 horas) de pareja.

Yo no me enamoré de los personajes o de Oscuro y Feroz pero si que supe encontrar las cosas buenas, razón por la que os recomiendo que si alguna vez quisisteis leer la saga o explorar fantasía pero en un género diferente desde una posición diferente Lydia Dare estaba intentando crear algo suyo, se nota demasiado que no estaba intentando imitar estilos o sagas y eso es de agradecer aunque no sea yo su fan, o vaya a seguir su saga, porque debo admitiros que para mi no tiene remedio, me es imposible enamorarme de cualquier personaje de esta autora, me es imposible sentirme feliz y encantada cuando corro dentro de sus aventuras literarias, 700 páginas avalan mi posición.


Benjamin es un lobito que nunca enseñaría los dientes. Su lobo sólo se manifiesta cuando está al lado de Elspeth pero no en el mal sentido, simplemente cuando está cerca de ella él puede sentir su verdadero espíritu renacer, eso le hace sentir vivo, completo, nuevo otra vez, y no como un cuenco vacío, pero no son esas las razones por las que le gusta Elspeth porque Benjamin no duda en renunciar a su lobo cuando siente que su lobo por lujuria hacia Elspeth podría hacerla daño. Benjamin tiene los miedos que le inculcaron pero también la dulzura que nadie le enseñó, es alegre, risueño, divertido, siempre encuentra excusas para estar al lado de Elspeth, para que se bañe con él entre esencias de arándanos, incluso le encanta escucharla. Siempre tiene un gesto simpático para todos, como con Sorcha, que al final se comporta con ella como si fuera su hermana pequeña y se escandaliza con Will por no conceder que 12 años son demasiados entre ellos para un revolcón, de verdad que no sé quién concibió a Benjamin, es tan respetuoso y bondadoso en comparación con esos cavernícolas, un encanto aunque sólo me hiciera sentir cariño.


Elspeth tiene el mismo sentimiento de ser una víctima que tenía Lily, carga con muchos estigmas iguales pero por diferentes razones por lo que su autoestima viene a ser la misma pero a diferencia de Lily, Elspeth no se queda calladita ante un chico por mucho que lo quiera, no es sumisa, sino que lucha por lo que quiere y no renunciaría ni renunciará jamás a lo que define su ser, pero tampoco a lo que define el propio ser de Benjamin, ella comprende que ser una bruja y curar a otros es un legado eterno que llevará hasta el sepulcro y también que no puede permitir que Benjamin cargue con más dolor de por vida, con culpas y miedos que no le pertenecen. Elspeth a diferencia de Benjamin no tiene ninguna paciencia con sus amigas, me sorprendió que habiendo pasado toda su vida con ellas no soportara las afrentas que las chicas le hacían pero supongo que para ella sus amigas la traicionaban, pero para sus amigas ella las traicionaba dejándolas de lado por pasar todo el tiempo en la burbuja con Benjamin.


Tengo claro que en todos los libros de esta autora los protagonistas tienen graves problemas de obsesión y sexualidad, pero aquí se descartó lo enfermizo y se incluyó el amor. Cuando dos personajes son fuertes creo que tienen dos caminos, hacerse más fuertes o más débiles uno al otro, y creo que hacen las dos cosas pero que al final, Elspeth le enseña a Benjamin a vivir sin miedo, a vivir sin temor a arriesgarte, a vivir y olvidar decir que no hiciste algo por morir, pero Benjamin también le enseña a Elspeth a vivir sin odio hacia su progenitor, a vivir sin odiar la mitad de quién es ella, a abrazar su naturaleza. Los dos son unos tontos que incluso si huyen del amor que se tienen por quererse demasiado o por temor a hacer daño al otro, al final de tanto extrañarse y llorar van a salir corriendo hacia el otro porque simplemente son dos personas, un lobo y una bruja que por bien o por mal que se vea se sienten incompletos sin el otro, la mayor diversión ya no es aullar a la luna o hacer hechizos y cánticos sino abrazar al otro y jugar bajo las sábanas mientras besan los labios húmedos del otro.


Es todo lo contrario a su título, no tiene nada de Oscuro ni de Feroz, creo los títulos de estos libros deberían ser intercambiados, aún si pasan una o dos tristes es un libro alegre debido al apoyo constante que se dan Elspeth y Benjamin, es principalmente una historia de amor, donde sus protagonistas disfrutan de hacer el amor, donde buscan la cura de Benjamin con métodos que nunca me imaginé porque eran realmente infantiles y de cuentos para niños llenos de arándanos (tartas, baños, hechizos, y todo lo que se os ocurra que se pueda hacer con estos frutos y otros que tengan que ver con la naturaleza de los lobos), pero también donde exploran los secretos de ambos, como ha sido vivir en tierras donde sus familias siempre les prohibieron ser sinceros sobre quienes eran y como es ahora poder gozar de mostrar la libertad del ser, esa confianza tan absoluta es uno de los rasgos que les permite enamorarse sin barreras.


 

Benjamin tiene una paciencia de santo porque el aquelarre se pasa kilómetros con él y él es un tonto bondadoso que como no tiene un grano de violencia en la sangre no se molesta con las chicas, pero es que le tiran bolas de fuego que le chamuscan el pelo, le hieren las muñecas con enredaderas de árboles, etc, llegan a ser Will o Simon y las habrían azotado, Benjamin simplemente intentaba tomarse a cachondeo y con comprensión ser el objeto de burla y cachondeo de las brujas, que son unas cabronas: Rhiannon, Caitrin, Blaire, todas menos Sorcha. Elspeth defiende que las mujeres trabajen, defiende que ninguna mujer sea tratada despectivamente aunque su profesión sea la prostitución, creo que Elspeth es un gran modelo de mujer empoderada porque cuando Benjamin por temor a la muerte de Elspeth le decía que dejara de sanar a nadie, incluso que él renunciaba a ser un lobo, ella demostró que las mujeres no pueden venirse abajo por los miedos de otros, que tienen que seguir sus ideales y convicciones, ser bruja es su legado y su forma de vida. Benjamin aprende de sus estúpidos errores por miedo a perder a Elspeth (renunciaría a si mismo por ella) y como siempre, de los dos es él el que siempre más apoya, consuela y ama desde su corazón incluso si es incapaz de comprender que todo lo que hace se llama amor, pero ella también le corresponde como le enseñaron o mejor dicho, como no le enseñaron, que es mejor.


Las brujas del aquelarre son unas cabronas sin remedio, sino que se lo digan a Alec que tiene que aguantar todo lo que le hace Caitrin simplemente para ganarse su amor. Sé que el estúpido fue él porque ella al inicio le dijo que no quería nada y después jugó con él entre bailes, besos y cortejos, yo creía que al final Caitrin si que acabaría con Alec pero me daba pena el muchacho porque creo que ella es la peor bruja de todas, es un verdadero castigo, es la que idea con Blaire todos los castigos de Benjamin para que el Coig no se separe porque no se puede permitir que Elspeth piense por si misma nunca. Pero os spoileo que al final no se sabe porqué, él renuncia a ella y Caitrin es la protagonista con un lobo en el cuarto libro mientras que Alec marcha a Londres con tan mala suerte que un vampiro lo convierte en un no-muerto y Sorcha lo encuentra para ser su compañera...


Sorcha es la única brujita del aquelarre que merece la pena, es la única que realmente demuestra que se preocupa por el corazón y el bienestar de Elspeth porque todas dicen que quieren mucho a Elspeth pero en realidad cuando alegan sus razones y temores de que se marchen nunca pronuncian la palabra "te echaremos de menos" sino "perderemos poderes". En cambio Sorcha ve que su amiga es feliz e intenta ayudar a recuperar el espíritu del lobo de Benjamin, pero también a que Elspeth sea feliz con su nueva situación con su abuelo, es la única que celebra su matrimonio a mitad de libro con Benjamin, la única que pasa el rato con ellos y se divierte al ver lo enamorados que están, Sorcha es divertida, risueña y encantadora, y me quedé impactada cuando descubrí que por su obsesión con casarse con lobos acaba cargando con Alec (que jamás tuvo ojos para ella, que era una niña de 16 en esta novela), es como el karma dándole en su culo.

Mayu.

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