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16 de julio de 2015

Reseñando Jinx!!! ☆ / Bakit hindi ka crush ng crush mo? ☆


(PELICULA JAPONESA, 2013)

 

Esta película es preciosa, emotiva, sorprendente. Es un agridulce tesorito que no os podéis perder. ¿Queréis tener a Japón y Corea del Sur en una misma película? Pues esa es Jinx. Dos mundos, dos culturas, dos formas de pensar, confluyendo, y encontrando el equilibrio.

Sin nota

Probablemente Jinx!!! no tenga mucha fama porque no es la típica película comercial. Es más sensible, más lenta, mas agridulce, más delicada de lo habitual. Francamente, a mi me conmovió mucho esta historia. Cogió mi corazón y lo dejó volar en medio de la tormenta. Fue un huracán emocional, por llamarlo de alguna forma. Acabé llorando muchísimo con esta película, acabé soñando con un imposible, acabé sintiendo que yo misma había perdido a mi gran amor. Tae Woong, el gran amor de nuestra dulce y maravillosa Jiho. Tae Woong, el chico sin rostro que le dejó un presente imprescindible y maravilloso a su amada. Esta historia es un duelo, es un canto sobre la vida y la muerte, sobre el amor, y sobre el recuerdo que nos hace a todos inmortales.


No es la típica historia facilona. En la primera hora hay risas, ternura, simpatía y algo realmente bonito. En la siguiente hora el dolor va creciendo como una enredadera, como una rosa que al florecer hiere con la fuerza de sus espinas. Es cuando se hace más presente el recuerdo de ese amor, y lo que significa vivir después de él. Pero es una historia agridulce, que nos regala tanto momentos bonitos como momentos tristes y en el fondo, es increíblemente romántica a su manera y esconde una ternura que es un tesoro y no tiene líos estúpidos. Yo temía que la historia o la trama se enredara con traiciones y cosas de ese tipo, pero no. He aquí una historia de amor y perdida y otra que habiendo nacido se resiste a vivir.

¿Qué de que trata Jinx?


Nuestra querida protagonista es Jiho, la chica coreana que ha perdido a su gran amor. Jiho vive en su propia pena y para olvidar a quien la hizo tan feliz, se marcha de Corea creyendo que en Japón la distancia podrá hacerla olvidar que su corazón se ha roto. Pero en cuanto aterriza allí y le presentan a sus compañeras de universidad, Jiho no puede evitar hacer el mismo regalo que Tae Woong le hizo a ella. En su compañera Kaede, Jiho se ve a sí misma en el pasado, a su yo inseguro, retraído y sin autoestima. Jiho quiere que Kaede descubra el amor. El amor dentro de una y el amor que otro ser humano puede entregarte. El amor que tu puedes regalar. Y es así como el camino las lleva a Yusuke, el chico por el que Kaede suspira. El chico que suspira por Kaede sin atreverse a dar un solo paso y decir una sola palabra. Y ante esto, nuestra preciosa Jiho no puede quedarse callada. ¿Cómo se atreven ellos a renegar de lo que ella ha perdido? Si Tae Woong todavía estuviera en esta tierra ella le amaría hasta su último aliento. Porque el amor es un regalo, un tesoro, algo frágil y hermoso, y aquel que lo tiene es afortunado. ¿Cómo pueden ellos hablar de olvidarse, de rendirse, de quedarse con la pena de amarse sin tenerse? ¡Si ambos están vivos!
La verdad es que es una historia sencilla pero muy emocional, que toma caminos curiosos para llevar a ese recóndito amor. Creo que es una película que hay que ver si sabéis lo que es amar o si soñáis con hacerlo alguna vez.

Es la historia de cómo una joven ama con todo su corazón a un joven que también la amaba con toda su alma. Es la historia de cómo ese joven aun está presente en cada rincón de la vida de su amada, vive en su piel. El regalo de su amor, la ofrenda de un tesoro sin igual no se ha marchado con su muerte. No se olvida a quien se ama y si se le llora llega un día en que recordar es la cura para esa pena. Recordar es volver a vivir. Recordar es dar sentido al paso del tiempo. Recordar es volver a vivir. Recordar es amar una y otra vez. Y vivir... vivir es soñar, vivir es entregar tu corazón sin miedo a que lo hieran. Vivir es enfrentar tormentas, es caer y levantarse. Vivir es un suspiro en esto que llamamos tiempo. Vivir puede doler pero ese dolor puede esconder un gran amor, ¿y quién no ha sido feliz con un gran amor?


Realmente esta película me pareció bonita, me conmovió mucho, me puso un nudo en el corazón, me hizo llorar con una intensidad brutal, desdichada de pena, enamorada de un hombre que solo podía estar ya presente mediante el agridulce regalo de los recuerdos de nuestra protagonista.
La gran estrella de esta historia es Jiho, es una protagonista que te emociona, te hace reír, soñar, querer, es adorable, simpática, extrovertida, y tiene un corazón enormemente generoso. Y esconde un dolor tan grande que es imposible no llorar con ella.


Adoré a esta universitaria que ante la pena tomó el camino correcto: abrir su corazón y regalar aquello que le habían regalado a ella. Es su forma de agradecerle a Tae Woong por haber llenado su vida de tanto amor. Les enseña a Yusuke y a Kaede a encontrarse por el camino, a valorar el amor, a perder el miedo a equivocarse por hablar, les enseña que más vale arriesgarse y vivirse mutuamente que no saborear la vida y vivir sin vivir.

Yusuke y Kaede son tímidos, dulces, unos encantos ambos, pero si fuera por ambos... habrían pasado la vida anhelándose, arrepintiéndose de nunca haber hablado con el otro. Menos mal que su amiga Jiho decidió emparejarlos a su tradicional forma coreana. Kaede es una chica solitaria por necesidad, que está tan acostumbrada a esa soledad que no cree que nadie en el mundo pueda querer comprenderla y escucharla, unirse a su mundo. Yusuke no es tan cerrado pero si es un chico tímido e introvertido que no sabe como atraer a una chica o como demostrarle cuanto la quiere.


Yusuke y Kaede real.


Me ha gustado mucho ese contraste entre dos tierras tan cercanas pero a la vez tan diferentes. Me ha gustado ver el amor bajo dos orbitas diferentes. Me ha gustado descubrir esta historia de delicada pureza, este canto de amor a todos los seres perdidos, este canto a la vida y a la esperanza, este duelo entre el olvido y el recuerdo, este Japón amable pero cauto y ese romanticismo coreano. Nunca jamás pensé que los coreanos pudieran ser tan románticos, que valoraran tanto cuando aman a alguien, asombrada he quedado con sus numerosas celebraciones. Tae Woong y Jiho.

Tae Woong y Jiho fantasy.

Y con Tae Woong y Jiho he quedado enamorada, porque su historia fue preciosa, porque me dolía que Jiho solo pudiera estar ya vivo en los recuerdos y el corazón de Jiho, porque caí de rodillas cuando descubro cuán grande había sido su amor por Jiho.


Además, esta película no deja de ser un cuento sobre la amistad. ¿Cuántas personas están dispuestas a entregarte su amistad eterna e incondicional, cuantas están dispuestas a regalarte lo que ellas han vivido para que tu dejes de tenerle miedo a la vida, cuantas están dispuestas a llenar tu vida de ternura y felicidad? ¿Cuántas quieren descubrirte cuan hermosa y valiosa eres? ¿Cuántas entregarían hasta sus recuerdos por ti? Jiho tiene un corazón precioso y justamente por eso... me siento contenta de que Kaede y Yusuke apreciaran todo cuanto hizo por ellos y le regalaran unas memorias que le hicieran volver a vivir a Tae Woong. Porque aunque alguien que ames se vaya, permanece en tu piel. Una huella no se borra. Y menos cuando la huelle es amor.

El elenco:

Nadie lo diría pero la actriz principal es una cantante, Hyo Min del grupo T-araHyo Min me ha parecido impresionante: delicada, hermosa, simpática, adorable, un ángel en la tierra, emotiva, enternecedora, increíble. Si su personaje me ha enamorado es en parte por el gran papel que ha hecho esta preciosa y encantadora actriz. 

Y los que interpretan a Kaede y Yusuke son Kurumi Shimizu y Kento Yamazaki. Kurumi no me dijo mucho, era mona como personaje en si pero nunca llegó a abrirse al espectador de la forma en que lo hacía Hyo Min

Mi querido Kento Yamazaki, el niñato de LDK que era todo un placer para la vista y que tenía algo interpretando. Pues es el enamorado de la niña japonesa. Me ha gustado verlo en un papel tan diferente, tan, tan diferente que era simplemente irreconocible. Me ha gustado ver un lado tan dulce y tímido suyo, el niño capaz de vencer su anti-romanticismo para encontrar esa confesión inolvidable que le regale un momento de dicha pura a la niña de su corazón.


(PELICULA FILIPINA, 2013)

6/10

Quería volver al cine filipino y quería ver una comedia romántica. En la sección de recomendaciones de la página D, hablaban de Bakit hindi ka crush ng crush mo?

¿Y qué puedo decir? La película en si me sorprendió mucho, que no impactó, eh. Pero fue toda una sorpresa llena de frescura, desparpajo, y sin tabúes. La verdad es que desconocía que el cine filipino pudiera ser tan cercano al nuestro, risas, verdades, temas incómodos, sexo, amor, desilusiones, y el clásico del patito feo que al convertirse en cisne enamora al supuesto príncipe.
 
No creo que sea una maravilla de película pero es muy, muy, muy entretenida. Se ve en un suspiro, se pasa el tiempo volando mientras la ves, y lo mejor, esconde un montón de risas en su interior, muchas escenas que dan pie a la risa, y que calientan tu corazón. Y no tiene tapujos, su frescura es todo un soplo de aire fresco. Su desparpajo me asombró muchísimo, pero me encantó que esta película fuera más realista en cuanto a hombres, mujeres, sexo, relaciones y rupturas.

Además, tenemos una protagonista diez. Con una protagonista como Sandy no querréis apartaros de la pantalla, en serio, Sandy se hace querer un montón. ¡Es la mejor!
También me gustó que es una película ¿feminista? no sé si puedo aplicar aquí el termino, pero tenemos aquí una protagonista que le da diez mil vueltas al tal Alex (el protagonista masculino), y que no necesita héroes. Esta es una mujer valiente, fuerte, con un corazón de acero y capaz de capear todas las tormentas. En cambio su protagonista es un chico arrogante, cínico y mujeriego que se esconde al menor susto. Vamos, esta película demuestra que las mujeres pueden con todo (y no cae en la tontería de mujer perfecta), que ante momentos drásticos, se adaptan antes a los cambios y encuentran más soluciones. Esa es nuestra protagonista, Sandy, una chica todoterreno. Y además, Sandy es adorable, graciosa, divertida, vamos, imposible no tomarle cariño, y tiene un halo de inocencia que la hace ser una linda niña soñadora.

¿Qué de que trata esta película?
Pues tenemos a Sandy y a Alex. Sandy trabaja para una discográfica y es la chica que se encarga de todo, la que siente tal feroz pasión por este mundillo que maneja todo ella sola. Sin ella, no existe la discográfica. Pero la discográfica está en la ruina porque el dueño no se ha adaptado a los nuevos cambios (la música de antes ya no vende). Y el dueño, el abuelo de Alex, le deja a su nieto la empresa, para probar de que pasta está hecho el chico. Sandy aprueba con honores pero Alex no. Alex es el clásico chico que un día sufrió por amor y en eso excusa el que ahora sea un golfo que piensa que todos los tratos pueden cerrarse en la cama.

Pues al interactuar, Alex y Sandy se convierten en amigos. En jefe y ayudante. Y cuando la niña se vuelve bonita, el golfo se enamora. Esta parte fue todo un cliché, además, que triste que se enamoren de tu belleza exterior y hasta entonces solo eres la simpática chica de al lado. Pero el caso, es que la relación de Alex y Sandy es muy divertida -y no hablo de ser novios, que eso solo les dura un día, precioso día a todo esto-, porque Alex es un cínico de cuidado y quiere tener contenta a Sandy y por eso la guía sobre cómo ser una mujer moderna que ame como un hombre. Es un viaje de descubrimiento mutuo.




Como dije, no es una gran película pero es una buena película para reírse mucho y para empezar con el cine filipino. Y la actriz principal, Kim Chiu, es genial, asombrosa, divertida, llena de fuerza y desparpajo, una niña que es mucho más que una belleza, es pasión y corazón.


Abrazos,
Mire - Mayu.

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