Fuego y espinas - Victoria Vílchez

Editorial: Kiwi.

Páginas: 416.

Lanzamiento: 2015.

Género: Juvenil, romance, fantasía.

Escritora española.

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“Tras la muerte de mi madre, cinco años atrás, mi padre se desentendió de mí y me envió a la otra punta del país con la única compañía de una de sus ayudantes. Desde ese momento dejé de confiar en la gente. No tenía que haber accedido a regresar a Manhattan, mucho menos cuando fue Stone quien apareció para llevarme de vuelta, aquel chico siniestro convertido en un hombre con pésimos modales y un tatuaje que parecía tener vida propia.

Nadie parecía muy contento con mi regreso. Nadie salvo Stone. Pensaba que tal vez él me daría las respuestas que buscaba, que tal vez me mostraría quién era yo realmente, o que quizás mis desmayos y las extrañas visiones solo eran debidas a que estaba perdiendo la cordura.

Un mundo dentro de otro mundo, me dijo, pero olvidó mencionar que iba a convertirme en la llave que los salvaría, o que los destruiría a ambos.”

1/10

Sabía que este libro no me iba a gustar. Tenía ese presentimiento. Aún así fue el regalo de una amiga y le agradezco el detalle. Yo se lo he regalado a Vero y esperemos que en ella tenga suerte mi libro.

Empiezo diciendo la gran falta de originalidad que tiene este libro. Yo he encontrado alusiones a otros: Cazadores de Sombras, Saga Lux, Saga Vanir, Crónicas de Narnia. Este libro es como una mezcla de todas esas sagas. Si creas fantasía NO te alimentes de otros mundos. 

El desarrollo de la fantasía ha sido el típico de cualquier novela juvenil de fantasía, con los mismos recursos, por lo que en ningún momento me ha sorprendido nada. Todo fue demasiado previsible en cuanto a trama y demasiado fácil para la protagonista en el desarrollo de sus super poderes. Lo peor no es que fuera un libro típico y escrito para lectores jóvenes, sino que no pude creer ni una sola palabra de todo el libro.

También debo decir que a pesar de que leí el libro entero hubo párrafos que pasé de largo porque sino me veía incapaz de terminar el libro. Me aburría y no lograba quedar enganchada. Ni siquiera aún pensando que la escritora tiene un bonito modo de escribir.

Cuanto más avanzaba dentro del libro, menos me gustaba. Todo era demasiado previsible, e incoherente. Demasiado infantil. Con los mismos clichés y estereotipos, y con la misma idea facilona de que los dones te dan el poder de dominarlos solo con parpadear. Tampoco me gustó el fondo de machismo dentro del libro, pues Stone es prácticamente un psicópata debido a una maldición, lo que conlleva que sea posesivo, controlador, celoso, trate mal durante semanas a la superheroína y todo quede aplaudido pues es su gran amor. Sé que estos libros los leen chicas jovencitas y odio que estos retazos aquí queden como parte del amor, pues estas cosas solo ayudan a que ellas piensen que está bien que te traten así. Nadie puede decidir con quien hablas, y a Siah le pasa que o se lleva a muerte con Stone o debe calmarle para que no mate a un tío.

Siah es la gran protagonista de Fuego y Espinas. No la he soportado ni un solo minuto. Desde el principio me ha parecido una chica insoportable y eso solo ha ido a más. Ella y yo hemos chocado todo el tiempo. No soporto su forma de ser. Es narcisista, egocéntrica, prepotente, y se cree la reina y el centro del mundo. Necesita que todo el mundo le baile el agua y que sientan pena por ella pues es una pobre chiquilla de 18 años que vive sin querer a nadie y sin sentir a nadie como un refugio.

Stone me daba risa. Lo mismo era el mayor gilipollas de la tierra como se ponía tierno y soltaba las frases más empalagosas del mundo. Yo pensé que este chico tenía problemas psicológicos. Después cuando te cuentan lo de su rebuscada maldición entiendes un poco, pero en impresión personal, debía ser que la maldición iba y venía pues a veces era un psicópata sin empatía y otras un capullo con ganas de ser muy dulce con Siah. Stone es muy, muy raro, con ese toque de chico malo que quiere ser un gamberro y el príncipe azul de una cría virginal capaz de salvar el mundo solo por existir.

El tercero en este triángulo amoroso es Liam, un dríade muy dulce y amable. La clase de chico bueno que siempre es utilizado y que aún cuando le rompen el corazón sigue desviviendose por su amada. Liam es un encanto pero no tiene orgullo ni carácter. No comprendo cómo podía aceptar sin cabrearse que Siah se liara con él, después con Stone, luego durmiera abrazada a él para después pillarla acostándose con Stone. Todo eso sin echar humo. Liam es un calzonazos adorable.

El romance como digo es el típico triángulo amoroso donde se puede elegir entre el chico malo y el chico bueno. Y todas sabemos que gana el malo. Los buenos como Liam solo valen para besar, llorar en ellos y aprovecharse de sus tontos corazones. Es una pena este enfoque. Stone y Siah tienen la típica relación en la que se llevan a matar pero es ponerse las manos encima y necesitar acostarse. Ellos sobrevuelan entre el odio, el deseo y el amor instantáneo. Lo mismo se dicen cosas super empalagosas como no pueden parar de follar, o desconfían del otro, y en la primera mitad ambos se usan como un arma SPOILER ejemplo: Stone cuando drenó todo el poder de Siah y casi la mata FIN SPOILER. La segunda mitad ellos son una pareja mona super obsesionada con darse calor. Su relación yo la definiría con la palabra PASIÓN.

Entre los personajes secundarios hay varias parejas, Nora e Isaac, Daniela y su folla-amigo Gabriel, el padre de Siah, los malos de turno, y las otras variadas criaturas más allá de estos personajes.

Autora

La pluma de Victoria Vilchez es bonita y podria crear libros con muchísima profundidad. Sus libros suelen ser las típicas comedias románticas americanas. Pueden entretenerte pero en mi caso no se quedan en mi memoria. Y con este libro no logré tomarle cariño a nadie.

De ella había abandonado La portadora de Almas, había leído Antes de que digas adiós (lo odié) y Antes de que decidas dejarme ❤❤ (lo amé). Las tenéis reseñadas en el blog.

Mayu.