Como en una montaña rusa - Susan Elizabeth Phillips

¡Hola! Hoy me toca hablaros del primer libro que he leído en Junio, precisamente uno que escribió mi querida Susan Elizabeth Phillips en 1993.

Original: Estados Unidos (1993)

Editorial: B de Books (2015)

Páginas: 520

Género: Narrativa, drama, romance.

Es 1980 y Honey Jane Moon dirigía a sus 16 años el parque de atracciones de Carolina del Sur: Silver Lake, el más famoso por su montaña rusa Black Thunder. El día en que la montaña se averió y no pudieron repararla fue el principio del fin del parque y de su vida tal y como la conocía. Por eso, a sus 16 años, tan fuerte como es, decide que su prima va a mantenerlas a todas mientras la convierte en la nueva actriz de un show televisivo. En el viaje en carretera recogen a un chico del que la prima se enamora, y adiós motivación para ser actriz.

La mala o buena fortuna hace que la religiosa Honey se cruce con Dash Coogan, el actor más famoso de películas del oeste (e ídolo de Honey a sus 41 años) y ambos tienen tan buena química interpretando padre e hija que el show se escribe a partir de ese momento entorno a lo que Honey tenga en la mente.

Honey pone todo su empeño para triunfar en el show: se interpreta a sí misma. Pero ver cómo su familia solo se aprovechan de ella le lastima el corazón. Ella busca en Dash al padre que nunca tuvo pero Dash se pasa el tiempo fuera de pantalla ignorándola porque ni siquiera sabe ser padre de sus hijos -que son un poquito mayores que Honey-. Eric Dillon es a sus 23 años el chico malo de moda, la estrella veinteañera más querida del momento, y Honey sufre de un profundo amor no correspondido hacia él, y como Eric es siempre hiriente con ella, los primeros años Honey no sabe cómo enfrentarse a él. Todo esto causa que Honey se convierta en una muchacha llena de rabietas y mala leche. Pero la vida cambiará mucho para los 3 pues nos recorreremos con ellos desde 1980 a 1990.

Tanto como adoro a Susan Elizabeth Phillips me cuesta escribir esta reseña porque el libro simplemente no ha sido lo que yo esperaba ni lo que las sinopsis prometían. Es un buen libro pero de verdad que este estilo tan antiguo de Susan no me termina de convencer. Realmente si devoré sus 520 páginas fue porque era un libro de mi querida Susan y mínimo yo quería conocer quien era porque siento que así comprendo que la llevó a ser lo que es hoy: reina de la comedia. Realmente su estilo de principios de esta década era tan opuesto al actual que me asombra mucho que sea la misma escritora.

Hasta hace unos días os diría que este es el libro que menos me gusta de Susan pero tras abandonar Campeona (escrito en 1991) debo decir que este es el segundo peor en mi lista. Pero esa lista está llena de libros que amo de ella. Es solo que Como una montaña rusa no fue para mí. Pero para quien ame el drama y las novelas que se escribían en los 90 será su placer 🐈.

Como son diez años los que he vivido de esta novela siento que he encontrado a muchas Susan dentro de él. Me ha parecido muy hermoso ver estos inicios a pesar de que el libro no me haya convencido tanto. Siento que a través de él he comprendido algunas cosas sobre Susan, he aquí que nació su deseo de que sus mujeres fueran mucho más fuertes que sus hombres. También me he dado cuenta de que Susan siempre ha amado el mundo del cine, de las apariencias, de jugar con su lectora para dejarla en el clímax de los sentimientos, y ya desde este 1993 hacía crítica social y hablaba de temas tabú como niñas que deben trabajar para mantener a sus familias, relaciones paternales desustructadas y su efecto en el desarrollo de la vida de los hijos que sufren de este desamor, o el tan duro tema de los abusos sexuales.

Estáis ante una buena novela, no lo voy a negar. Pero no siempre me convenció. No fue un viaje sencillo estas 520 páginas. A veces sentía que podía dormirme por momentos, otras me sentía conmovida infinitamente, y muchas otras me sentía muy enfadada con sus 3 protagonistas y por supuesto con sus decisiones. Sé que el libro tuvo momentos en que me sorprendió pero realmente para sus 520 páginas no pasan tantas cosas, sólo que Susan es muy lenta para desarrollarlas.

En el fondo lo que me quemó de este libro fue no poder amar la evolución de estos protagonistas, porque se convirtieron en las personas que yo no quería, y tomaban decisiones que me molestaban, que no me parecían lógicas, pero tampoco adecuadas emocionalmente. A la Susan de 1993 le gustaba equivocarse o que lo hicieran sus personajes y que después se arrastraran por el barro, eso o que supieran recomponer sus corazones hechos polvo si querían salir victoriosos de la montaña rusa que era su vida y su modo de vivirla.

Yo a Susan la quiero mucho pero realmente me cuesta bastante reconocerla en este libro. Imagino que eso es un aliciente para otras personas, pero realmente no creo que este libro sea original. Siento que tiene cosas muy habituales de las novelas de tragedia y superación de la década de los '90 (que conste que yo nací ese año😅) pero también, por raro que parezca, contiene elementos que ahora están en auge, como los triángulos amorosos, el sexo por el sexo, y los romances ligeramente tóxicos.

Debo admitir que es la primera vez que una protagonista de Susan no me ha gustado. Bueno, no comenzó así mi historia con ella, pero hemos acabado por no poder entendernos la una a la otra. En diez años muchas cosas pueden cambiar y la niña que me transmitía tanta pena acabó por sumarse en mi lista de insoportables.

Me encantó conocerla de niña, tras perder a su mamá, porque era una niña que con muy poco me rompió el corazón. Verla a sus 16 también me gustó porque esta niña era muy fuerte y valiente. Todo el mundo a su alrededor se habían dedicado a robarle la infancia y a los 16 más que nunca. Realmente me daba pena que Honey Moon tuviera que tener esa vida. Tan fuerte como era y lo alto que suplicaba por el amor de los demás. Una vez que se convierte en actriz Honey debe darles un sueldo a su familia o se irán de su lado, y moverse entre sus deseos de paternidad hacia Dash y sus deseos de amor/sexo hacia Eric no es nada fácil sobre todo porque ambos hombres se dedican a hacerla sentir el peor ser humano del mundo.

Honey Moon vive su vida sintiendo que no hay nada bueno dentro de ella, y realmente me rompía el corazón porque es una niña que se quedó sin infancia, que era valiente hasta decir basta, que nunca se rendía porque eso sería ahogarse. Pasar de querer a Honey Moon a no soportarla no es fácil de admitir pero al crecer, al vivir en esa vida que le ha tocado, Honey Moon se pierde por el camino y solo queda lo que los demás quieren de ella: y en particular su familia de vampiros, y Dash: quien la adiestra para ser lo que es: incluso azotándola una vez para que Honey deje su reinado de niña insoportable. Honey se convierte en una chica tonta que solo se comporta acorde a complacer a los demás, y desde ese momento dejó de ser un ejemplo de superación. No me gustó ver como suplicaba cada vez más alto por amor, tampoco como nunca aprendió a considerarse una persona con valor y con derecho a cumplir sueños. Ya no era Honey Moon: era la esposa de Dash.

Dash es un cowboy de películas. Un hombre al que conocemos con 41 años, un ex borracho, y mujeriego hasta el fin, lo pueden decir sus 3 esposas anteriores. Cuando Dash conoce a Honey se ve reflejado en ella pues él también fue un niño huérfano que no importó nunca a nadie. Pero eso le hace ser cada día más duro con Honey.

La relación que con mucho empeño por parte de Honey, se establece entre Dash y ella es la de padre e hija. Dash la ve como una hija: la quiere más que a la de sangre. Honey le ve como el padre que nunca tuvo. Hasta ahí a mi me encantaba ese giro en su relación.

Me encantaba cuando Dash deja de ser un idiota y asume ser el padre de Honey. Ellos eran bonitos así. Pero después volveré sobre este punto.

Eric es el chico malo del momento, al igual que Dash, él también ama ser estrella de cine, y después de eso, su objetivo en la vida es follar todo cuanto pueda. Eric ve en Honey a su hermano pequeño: un chico que murió y por ello Eric acarrea con esa culpa. Eric no es tonto y comprende porqué Honey le persigue tanto y se arrastra tanto para él, pero para Eric ella es solo una niña latosa y cada día su crueldad con ella aumenta. Es una crueldad injustificada y obviamente yo no soportaba a Eric porque destrozaba el corazón de Honey. La niña no le gustaba y podría haberla rechazado de otros modos, pero no, él tenía que ir a matar.

El amor no correspondido entre ambos acaba cuando Honey se enamora de Dash, lo que no le quita el sueño a Eric pues él se enamora de Liv.

Liv y Eric inician un romance con mucho deseo sexual que acaba en bebés, y Honey inicia una conquista hacia Dash a base de darle celos y sacarle de sus casillas. Desde este momento la historia se volvió odiosa para mí.

De verdad que nunca podré aceptar que Honey por puro despecho se enamorara de Dash, quien era un hombre de 44 años y había asumido el rol de su padre. Dash también se enamora de Honey pero él piensa que o cae de nuevo al alcohol o cae en los brazos de ella. Por un lado, la diferencia de edad tan enorme entre ambos no me gustaba nada, por otro lado, ¡emocionalmente eran padre e hija! ¿Como puedo verlos como pareja y teniendo sexo?

La relación de ambos para mí se volvió tóxica porque Dash se convierte en un tipo muy celoso y posesivo y Honey le confiesa que incluso si él se acuesta con otra ella seguirá siendo su esposa. Tóxico, de verdad.

El único personaje que evoluciona de un modo bonito es Eric pero cuando la autora le arranca a sus hijas a manos de su mujer por unos malentendidos Eric se llena de mil capas y yo creo que ni Honey ni Eric ni lectora saben quien es Eric. No me gusta Eric como persona porque es un cabron pero me encantaba cuando cogía su rol de pirata y creaba magia en el hospital para los niños. Me dolía el corazón ver como sufría sin sus dos hijitas.

SPOILER

La historia no acaba aquí. Tras 5 años de matrimonio, Dash muere y Honey no puede vivir sin él al punto de que decide invertir todo su dinero en reparar la noria porque ese será su único modo de acercarse a Dios y a Dash (ambos están al mismo nivel para ella).

A Eric le han pasado una serie de cosas que le han hecho perder toda fe en la vida y Eric y Honey se reencuentran y mantienen una relación laboral de lo más rara, sobre todo cuando de golpe y sin sentido meten el sexo en la ecuación.

Y por supuesto ya podéis imaginar que ese sin sentido quieren hacernos creer que para Eric se convertirá en amor y que para Honey será el consuelo de aprender a vivir sin Dios: digo Dash. NO ME LOS CREO.

FIN SPOILER

La prima de Honey y su novio son de lo peor, se comportan tan mal y son tan insensibles y rastreros. Y el resto de secundarios puntuales tampoco son mejores.

La pluma de la autora no es tan buena ni de lejos como es ahora pero como siempre tiene citas dignas de subrayar en colores (ebook digital). Me alegró poder conocer a Susan en sus inicios.

Mayu.