Holding the man - Timothy Conigrave

Biografía

Año en que se puso punto y final: 1994.

Publicación de mi edición: 2007 (Editorial Penguin Group).

Idioma: Inglés de Australia.

Podéis encontrar la edición española: Amando en tiempos de silencio.

¿Cómo puedo expresar todos mis sentimientos por esta biografía? Han pasado meses desde que leí esta obra pero todavía me invaden mil emociones cuando pienso en ella, todavía lloro y me sobrecoge esta biografía, la historia de Timothy, y la de mi ángel Johnny.

La verdad es que no pensaba hablaros de esta obra porque ni puedo juzgar una historia real, me sentiría injusta haciéndolo, comparta yo o no las decisiones de los seres humanos que la protagonizaron. Pero tomé la decisión de hablaros de Holding the man tras ver la maravilla 120 latidos por minuto ❤, ambas pelearon por una vida de dignidad y por la visibilidad de una enfermedad tan cruel como el SIDA.

Siempre creemos que no debemos hablar de las biografías, porque son personales, íntimas, pero a veces para que sus voces se sigan oyendo necesitamos hablar de ellas. Yo no quiero que esta historia caiga en el olvido, que Holding the man no sea escuchada, porque cada vez que alguien lee las memorias de Timothy, ellos “viven” de algún modo. Y sus mensajes y sus luchas merecen ser contadas, para que él mundo aprenda a amar.

Holding the man afectó a aspectos de vida, cambió mi visión. No me permitió seguir mi vida como antes de leerla, al menos no en lo que a emociones y pensamientos, quizás también a la forma de ver a las otras personas, yo quería aprender a querer sin juzgar y fue terriblemente difícil no hacerlo con esta obra pero debemos comprender que no sólo existe nuestro modo de amar, de vivir, de implicarnos en una causa.

Leí esta obra buscando comprender, porque había visto la versión edulcorada y hermosa que hicieron de película (debéis verla sin juzgar) y quería, ¡necesitaba! comprender a Timothy. Necesitaba abrir mi mente, y sin duda, fue una experiencia demoledora ponerme en la piel de estos australianos que un día estuvieron vivos y que fueron arrancados de la tierra por una maldita enfermedad que en 2018 ha matado ya a 39 millones de personas. No creo que sea la hora de que olvidemos a personas como Johnny, Timothy, que fueron las primeras víctimas de una enfermedad que a día de hoy no tiene cura y que afecta a todos. Sólo Vero sabe lo que sentí y viví mientras leía esta biografía, el centenar de emociones que me invadían y me torturaban, porque esta obra fue una combinación de ambas cosas. Estamos a febrero y leí esta biografía en noviembre, me dejó sin fuerzas para aventurarme en otra obra por el momento, Timothy logró hacerme sentir como si yo estuviera viviendo lo que él o lo que Johnny estuviera viviendo. Me asombró como Tim fue capaz de atraparme en su mente, porque es empezar y no parar, es vivir 30 años de la vida de Timothy y eso me afectó emocionalmente. Recuerdo que lloré todos los días durante 3 semanas, porque ya no podía seguir al lado de Johnny, porque esta enfermedad es dolorosa y brutal, porque se me rompió el corazón de absoluta pena, y porque 30 años de vida dejan una cicatriz en quien los lee. 

Lloré mucho con esta obra, me enfadé también muchísimo, me sentí herida, y quise a montones. Formé parte de la vida de unos chavales australianos que tenían una perspectiva de vida muy diferente a la mía, que crecieron en una sociedad restringida y censuradora que lo único que les enseñaba era al secretismo y la represión y el odio hacia sí mismos. Y a pesar de eso, ellos tomaron decisiones sobre sus vidas, a veces crueles, a veces egoístas, a veces libres, y a veces infinitas de corazón, tomaron la valentía de vivir bajo sus reglas, o de moverse bajo las reglas de otros sin perder su identidad e ideales.

John (Izquierda), Tim (Derecha)

Conocemos a Timothy cuando es solo un niño pequeño, sobre sus 8 o 9 años, y vamos avanzando con él centrándonos en muchos años de su vida. Realmente vivimos a Timothy en los años más importantes y trascendentales de su vida, incluso en esos años más cotidianos en los que nada pasaba. Timothy nos cuenta todo, no se calla nada, incluso al punto de ser brutalmente cruel. A mis ojos, él no se deja en un buen lugar a sí mismo y tengo que mirarle y decir que respeto eso, que nos contara su vida y su realidad sin mentir, incluso si era un cabrón con Johnny. Mis emociones hacía Tim son muy, muy complicadas, algo así como amor-odio-amor-odio. Es un círculo continuo en el que le quiero y le odio, y volvemos a empezar.

Tim fue una víctima de la represión de su generación, una víctima de su sexualidad, y una víctima del ansia de su mente - corazón pues nunca lograba sentir que los otros estaban orgullosos de él y le amaban. Amé al niño que fue Timothy, me hizo sentir triste que él no recibiera el amor que se merecía hasta tantos años después, me sentí feliz cuando Johnny le entregó su amor más profundo e incondicional, incluso cuando él y yo sentíamos que no se lo merecía. También le odié por no saber amar a Johnny y a sí mismo como debería, por ser incapaz de ser fiel, por no ver eternamente hermoso a Johnny pero Tim vivía bajo sus normas, quería bajo su perspectiva, y él fue mucho más que el amante de Johnny, era un buen hijo, un buen trabajador, peleaba por el colectivo y porque no hubiera tantas víctimas sufriendo por el SIDA en silencio, pero fue un terrible novio, un hombre que no supo amar a su pareja como se merecía, Timothy no supo querer a Johnny, o no le supo querer como Johnny y yo queríamos. Quizás Timothy tenía una visión sobre las relaciones que ni su novio ni yo compartíamos, y yo intenté comprender esto, aun así debo decir que en este aspecto sentí mucho asco por Tim, pero a su modo quiso a Johnny con su egoísta corazón. Aún con todo, él amó a su ángel y a veces fueron preciosos. No olvido lo mucho que cuidó de Johnny mientras él también se estaba muriendo. 

Johnny, mi ángel Johnny. Perderle cada día me dolió. Fue triste ir viendo como esa enfermedad le iba haciendo polvo, pero di gracias por haber conocido a Johnny, desde el niño que fue a sus 14-15 años hasta su dolorosa y exhausta muerte a los 32. Con Johnny también recorrí parte de su vida, aunque siempre fuera a través de los ojos de Tim, quien no siempre le deseó pero si le quiso con un cariño que entrelazó la mitad de sus vidas. Johnny de bueno era tonto, pero este pedacito de cielo era un ángel, no tenía egoísmo o maldad, él era un ser de luz hecho de amor infinito e incondicional. Tim fue muy afortunado por haber podido recibir este amor tan puro, por haber sido consolado y querido hasta el fin de sus días. Johnny era un chico serio, que creía en la lealtad, la fidelidad y en pelear porque los demás fueran cuidados. Era paciente y comprensivo, no estaba hecho para enfadarse, era la generosidad en persona. Johnny ganó mi corazón y no quise perderle, rompió mi corazón tener que enfrentarme a como el SIDA devoraba su cuerpo y su mente. Fue demasiado abrumador, doloroso e impactante. El sentimiento de no poder dejar ir a Johnny estaba arraigo en mi corazón tanto como en el de Tim.

La historia, estas vivencias, no son una historia de amor, es la historia de la vida de estos dos chicos pero también de muchos otros que tuvieron su repercusión en sus vidas, o incluso en la enfermedad porque la biografía recoge todo sobre el SIDA, sobre como fueron llegando los rumores, las falsedades, las verdades, los prejuicios y estigmas, el miedo que devoró el mundo, el dolor que asoló a tantas víctimas que solo querían ser libres, hombres, mujeres, y personas de diversas sexualidades. 

Y como no, “aprendes” cómo VIVIERON ellos el SIDA, emocional / psicológica y físicamente, y ante eso no puedes quedar indiferente, no puedes salir de la mente de Tim sin sentir que parte de vida se ha roto.

🔚 Tengo un millón de citas subrayadas en mi Kindle, por hermosas, intensas. Un ejemplo, pero tened en cuenta que así fuera de contexto no es lo mismo que inmersa dentro de la obra y su especial narrativa llena de alma.

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Ha sido la primera vez que he leido ingles australiano y estoy orgullosa de haber comprendido esta biografia.

No sé qué más decir, sé que he juzgado, y quisiera no haberlo hecho. Precisamente por eso, os pido que leáis Holding the man. Se que me dejo un millón de cosas sobre esta obra, o que yo me he centrado en ciertos aspectos que quizás no serían importantes para otros. Por eso, debéis leer la biografía y aportarme vuestro caleidoscopio de pensamientos.

Mayu.