Bijin Kakumei de Chise Fujinaka

Bijin Kakumei de Chise Fujinaka

 

 

3/10

Debo empezar diciendo porqué me atrajo esta historia. Por una razón muy personal, siempre me han atraído esa clase de historias donde la protagonista ha estado gorda. Y lo escribo así porque yo misma soy así. Solo nos hacemos daño a nosotros mismos creyendo que la vida sería perfecta si fuéramos delgados y bellísimos. Hay belleza en una persona y eso no reside en si tiene un cuerpo fibrado. Está claro que esta sociedad es cruel y superficial, si estás buena gustarás y serás tratada bien, y sino... bueno, ya lo sabemos. Y esa es la razón por la que tanto me interesaba leer Bijin Kakumei.

La sociedad nipona es también muy dura con ciertas cosas y el aspecto físico es algo importante también para ellos. Durante toda la historia encontramos recuerdos o momentos actuales donde a la protagonista (Yuki) se lo hacen pasar mal porque un día fue gorda. Solo hay alguien que la ha apoyado y ¡querido! durante toda su vida, Migiwa, pero ella no recuerda todos los momentos que pasaron juntos, solo recuerda al capullo frío que la rechazó con crueldad y por el que ella bebía los vientos, Shin. Pero a diferencia de otras tontas protagonistas que vuelven al lugar de sus pesadillas para reconquistar al capullo de turno, Yuki, ¡quiere vengarse! Eso lo hacía diferente, novedoso, interesante, y mucho más si sumamos la presencia de Migiwa y los flash back que al final llegaron sobre él y Yuki.

Ahora bien, ¿por qué no me ha gustado tanto como esperaba? Entre otras cosas, por su mensaje, porque no hay mensaje de esos dulces y bonitos que digan que la belleza está en el interior (¿es idealizar mucho creer que amamos a alguien por quién es y no por cómo luce?), tampoco hay una evolución emocional en Yuki. Yuki ahora es guapa, está buena, y solo anhela amar, esa es en el fondo la realidad, y por eso, vuelve a caer en las redes del idiota de Shin. Me faltó que esta chica tuviera verdadera fuerza, y que mostrara algo que me indicara el gran cambio que se había dado en ella, porque la Yuki de ahora no me parece mejor que la de antes. Es más, la Yuki gordita era mucho más feliz que la Yuki hiperdelgada que controla cada gramo que come y que no respira nunca. También me falló el temita romance, porque esto acabó volviéndose un triángulo amoroso, triángulo donde Yuki al final se decanta por mi querido Migiwa, pero aún así, me dio rabia verla babear por un capullo, volviendo a caer siempre en lo mismo, enamorarse de la apariencia. Pero es que, si hablamos de apariencia, Migiwa también es guapísimo, no tiene nada que envidiarle al moreno, y en cuanto a personalidad y corazón, Migiwa se lo lleva todo, es un amor de chico, y por diversos flash back demuestra que lo único que siempre le ha importado de Yuki era su corazón.

Le subo un poquito la nota porque la historia me pareció entretenidísima, y porque al principio era diferente de lo habitual, y porque Migiwa le daba un toque de dulzura súper lindo.

En cuanto a las ilustraciones, ¡me encantaron! Me gusta mucho su técnica de dibujo, me parece especialmente hermosa. Sobre todo, me gusta como ilustra a los chicos, demasiado hermosos, y me encantan. Pero lo que me ganó fue la dulzura que transmitía Migiwa.

 

Quiero volver a leer a Chise Fujinaka.

 

Las historias independientes, he tenido que volver a mirarlas porque no recordaba nada de ellas, lo que deja en claro que no me gustaron. La primera narra la historia entre una chica que solo escribe historias infantiles y un chico que solo narra historias aterradoras. Esta historia podría haber sido curiosa si el chico se hubiera dejado de tretas tan feas para conquistarla como secuestrarla en su mazmorra. Chico, esas cosas no están bien. La otra historia, la de El primer amor de la chica que reniega de los chicos y que solo busca proteger a otras chicas, no estuvo mal pero me costó mantener mi atención en ella.

Mire - Mayu.