IKEMEN DESU NE (DORAMA JAPONÉS, 2011) (11 CAPÍTULOS - el 1º de 1h45m -)
6/10
Me gustó mucho Ikemen desu ne. No fue
lo que busco en un dorama por el malentendido que nunca se resolvía
pero en líneas generales esta serie consiguió gustarme mucho, lo bastante como
para que la considerara bonita. Lo bastante como para que hechizara a mi
corazón. Con todas las letras, me encantó Ikemen desu ne. Disfruté de ella más
de lo que esperaba. En el primer
capítulo, que duraba una hora y cuarenta y cinco minutos no sentí que fuera la
serie de mi vida, simplemente pensaba que la historia estaba bien, pero tras
ver el segundo capítulo comencé a comprender por qué esta historia era
especial, porque enganchaba, porque provocaba amor, porque era digna de ser
vista. Tras ese segundo capítulo mi corazón comenzó a suspirar por estos
protagonistas y por esta historia suya. Cuando llegué al capítulo cuatro o
cinco sentí que mi corazón se rompía, porque surgía cierto malentendido, y
aunque esta historia siguió encantándome, le faltaba ese algo que me robara el
alma, y todo por ese malentendido sostenido a lo largo del tiempo, durante las
horas y minutos, pero con todo eso, cada vez más fue queriendo a mis preciosos
personajes y a su hermosa historia de amor. En la recta final debo decir que estaba un poco agotada porque el drama
había arrasado con todo pero ese final feliz fue como entrar de nuevo en una
nube, como volver a ese reino perdido y precioso. Vamos, esta historia me hizo
sentir un montón, me llevó de vuelta a un carrusel de emociones, me situó al
filo de la montaña y me hizo caer y volar, sucesivamente. Fue un viaje lleno de
aventuras, heridas y amor. Fue una historia que quizás ya nos puedan haber
contado más veces pero no de esta forma, y la verdad es que sentí que merece la
pena perderse en una historia como esta, contada de una forma que la hace
diferente a otras.
Yo he
visto muchas series con esta premisa, chica disfrazada de chico y a estas
alturas es más complicado que me conquisten -aunque la temática me sigue
volviendo loca y siempre voy de cabeza a por historias con esta trama- pero Ikemen desu ne es una de las cuatro que
adoro con esta trama. No creo que Ikemen
desu ne esté a la altura de la súper romántica y cómica Coffee prince ni tampoco de la
increiblisima The k-pop ultimate audition, o que cubra la intensidad emocional que tenían los protagonistas
de la súper trágica One well raised daughter pero creo que fue una gran apuesta. Quitando estas comparaciones y
la tendencia al drama que tenía esta historia, me encantó Ikemen desu ne y creo que es un placer para los sentidos.
Bueno,
os cuento el porqué le resto esos puntos. El drama familiar que yo sabía que
iba a enfrentar a mis protagonistas no me gustaba, porque sabía que iban a
sufrir por culpa de algo donde ellos no tenían nada que ver, y esa tormenta que
se avecinaba cumplió con esa promesa, les separó y les hizo sufrir, y el otro
tema por el que le resté esos puntos fue el malentendido de la víbora, esta
señorita malvada, la hada apestosa, estaba siempre incordiando, era súper
pesada, y mantenía cierto chantaje sobre mi protagonista, mi Ren, que no me
gustaba nada, y que hacía que Miko/Mio pensara que su príncipe no la amaba,
cuando ambos eran sus estrellas mutuas. No
me gustan esta clase de malentendidos que hacen pensar que el otro está con
otra persona, que hacen creer que ese amor no es un amor correspondido.
Quitando estos dos puntos, la historia, los personajes, me gustaron mucho. Y
solo le quitó esos puntos por el cúmulo doloroso que me hicieron sostener,
porque en verdad que me dolió verles tan lejos y tan cerca a Ren y Mio. Dolía y
suspiraba de amor con solo verles. Pero lo positivo era que a pesar de este
maldito malentendido, Mio y Ren prácticamente nunca se mantenían lejos el uno
del otro, siempre estaban acercándose, cada vez más y más cerca el uno del
otro, siempre compartiendo preciosas escenas que les llevaban a quererse un
poquito más, y otro poquito más, y que a mí me hacían suspirar de amor y adorar
a mis niños. No me fue difícil imaginar que una historia como esta pudiera
existir. Quién sabe, quizás en un rincón del mundo alguien es Ren y otra
persona es Miko y ambos se protegen mutuamente mientras persiguen un sueño.
Sentí
muchas cosas con esta historia, la primera es que no quería apartar la vista de
ella, no quería que el mundo siguiera girando mientras Ikemen desu ne formaba parte de él, quería perderme en esta
historia, verla de principio a fin. Y cuando acabó, sentí que la magia aún
permanecía en mí. Sentí que me había creído por completo esta historia. De
verdad la había vivido. Había sufrido -mucho a veces- con ella. Había reído
-aunque no tanto como me habían prometido-. Había amado -aunque no tanto como
para sentirlo desbordando mi piel-. Me había encariñado con unos personajes que
a mis ojos eran especiales. No cambiaría la naturalidad y esas emociones que me
provocaron Ikemen desu ne. No
cambiaría esas horas que permanecí inmersa en esta historia. De verdad me gustó
lo que sentí y viví. Puedo ponerle pegas y ya os he contado cuales son, pero el
resto de cosas me conquistaron. La empecé con muchas ganas pero temiendo que al
ser una historia cliché no pudiera sentirla dentro de mí, y me encantó que me
sorprendiera y me pareciera tan bonita. Será una historia ya vista pero merece
la pena darle una oportunidad, dejarse sorprender, y enamorarse de un pedacito
de ella. Así que os animo a que dejéis los prejuicios y veáis esta romanticona
historia japonesa. Además, en este género, hay dos tendencias, una es que el
protagonista desconozca que la chica no es un chico (las tres que me gustaron
tomaron esta vía), y la otra tendencia es que el chico sepa que su chica finge
ser un chico, que es justo lo que hace esta historia, pero lo hace de una forma
que me encantó porque me hizo sentir que este chico amaba de verdad a esta
chica, y no porque fuera una chica, sino porque era su estrella, la luz que le
inspiraba a seguir cantando.
Me
pareció una historia llena de ternura y muy simpática cuando no eran súper
pesados con la víbora y con hacer sufrir a nuestros protagonistas, y ese final
es de los de suspirar de amor, Ren hizo súper bonito ese final. Bueno, es que
el montón de escenas entre Miko y Ren son para suspirar largamente de amor. Sus
escenas juntos me derritieron totalmente y me pintaban siempre una sonrisa. Era
pura magia acompañarles en su camino, en sus encuentros y desencuentros, en sus
momentos robados, y en sus días iluminados por el sol, en sus noches oscuras, y
en sus estrellas escondidas en sus corazones. Era precioso estar con ellos. Y
fue precioso vivir con ellos tantas cosas. Igual que fue doloroso verlos
perderse, echarse de menos, malinterpretarse, pero ese dolor era equivalente al
enorme amor que me hacían sentir, en todo ese amor que volcaban en el otro,
porque había multitud de pequeños momentos entre ellos que les acercaban y les
hacían amarse. La verdad es que me resulta increíble que cuando se ponen
barreras, mis personajes se acerquen, inesperadamente.
Creo que todos podemos aprender y llevarnos
un hermoso y emotivo mensaje de Ikemen desu ne, sobre como nuestras infancias
pueden marcar nuestro futuro pero no gobernarlo, sobre como apostar por ti y
nunca rendirte, sobre cómo encontrar estrellas en cada lugar del mundo al que
vas, es importante no caer irremediablemente en la oscuridad. Me parece que de
Ikemen desu ne se puede una llevar cosas súper importantes. A primera vista
puede parecer una historia ñoña e infantil, otra historia más -que también lo
es-, pero creo que si sabes ver tras el reflejo de los espejos, serás capaz de
encontrar esas estrellas que hay en Ikemen desu ne, y por cada una de esas
estrellas, hay algo que aprender, algo que llevarte, algo que saborear. Con esta historia podéis cerraros en banda y no aprender
nada, o podéis abrir vuestras mentes y encontrar todos esos pequeños tesoros.
Para mí, Ikemen desu ne significa
esa estrella que NO se apaga, esa que siempre brilla fuerte, sosteniendo con
ternura y devoción un corazón, el mío también por momentos, pero sobre todo, el
de Miko y Ren. Por suerte, mi infancia fue bonita, no tuve padres malos o
padres que me abandonaran, pero ¿y quien
busca las respuestas a sus raíces? ¿y quién sabe lo que es que no te amaran? ¿y
si las respuestas pueden ser otras a las que te han contado toda la vida? ¿se
puede aprender de esas raíces y tomar un camino que apueste por los sueños? ¿se
pueden alcanzar las estrellas? Creo que Ikemen desu ne responde a todo eso. Y lo hace de una forma que
resulta natural y creíble, no tira por la fantasía absoluta, solo da un pequeño
toque de dulzura y una respuesta motivadora, pero teñida de esas raíces que pueden
ser cómo quisieras o no serlo. Lo mejor es que te enseña a aprender de todo ese
pasado y a no rendirte, a seguir brillando siempre, a ser esa estrella que
ilumine el cielo.
Miko
y Ren. Esta pareja fue preciosa. Me encantaron ambos.
Al
principio no me gustaba Ren porque solo veía su fachada y pensaba yo que este
niñato no podría conquistarme y que tendría que conformarme con suspirar por el
toallero, pero poco a poco, Ren fue robándome el corazón. Es más, al final, Ren
fue mi favorito, fue el mejor de todos. Fue la gran estrella de todo Ikemen desu ne, la más preciosa. Me enamoré perdidamente de Ren, de su pelo
negro, de su rostro bonito, de su voz, de su pasión, de su soledad, de su
ternura, de su corazón escondido, de todo lo que él era y no le mostraba al
mundo. Me enamoré de todo lo que Ren era e iba a ser. Me enamoré de cada acto
suyo, de lo protector que era, de cómo se entregaba a quienes amaba, de cómo
guardaba su corazón mientras se lo entregaba en silencio a Miko, de cómo soñaba
con ella y la protegía siempre, de como nunca dejaba de refugiarse con ella, de
cómo daba aliento a todos para que los sueños se mantuvieran vivos, de su
libertad y de sus ganas de ser amado. Me enamoré de quien era, de sus
emociones, de su pasado y su presente, de su amor por Miko, de como siempre era
súper dulce e infantil y maravilloso con ella, de cómo solo con ella era una
dulzura, de cómo era cada vez que la tenía a ella a su lado, de lo que sentía
por la música y como se entregaba a ella, de como poco a poco se fue sanando su
corazón y Ren empezó a poder respirar, y empezó a poder vivir sin encerrarse en
sí mismo, en su torre de príncipe oscuro. Ren
es increíble y fue un placer poder conocerle lentamente, poder descubrir quién
era y dejarme enamorar por esta preciosa estrella. Porque Ren de verdad es una
estrella, pero no una del escenario o la música, es una estrella del cielo que
siempre calentaba mi corazón.
¿Y qué puedo decir de Miko? Pues me resultaba adorable. Era una niña realmente
bonita. Era un encanto, con esa inocencia, esa ternura, esa pasión desbordada,
esa ternura y esa entrega suya con todo, esa fuerza de la naturaleza que era.
Me encantaba su naturalidad y lo fácil que le resultaba sentirse cómoda con el
mundo, lo bien que encajaba en todo lo que hacía, lo fácil que era soñar
teniendo ese corazón optimista, lo mucho que quería a Ren y como era su amiga
incluso con malentendidos y todo, como trataba de retener su corazón pero sin
poner escudos, y como siempre vivía sin herir a otros, no solía ser egoísta y
me gustaba eso de ella.
Y
luego esos personajes secundarios, Shu y Yuki, pues eran un encanto ambos, pero
sobre todo Shu, a mi fue Shu quien más me gustó después de la pareja
protagonista, es más, tiene escenas que me hicieron suspirar por él, una
pequeña parte de mi corazón fue suya, si Ren no hubiera existido quizás Shu
hubiera tenido una oportunidad, sobre todo cuando pienso en cierta cita
telefónica que me hizo suspirar de amor. Pero como Ren y Miko no era.
Cuando
Ren y Miko estaban juntos había magia, era tan dulce y natural incluso cuando
dolía, era tan bonito sin pretenderlo, tan inocente y risueño, esos juegos,
esos paseos, esas deslumbrantes estrellas, era tan especial verlos juntos, tan
precioso, y me dolía mucho ver todo eso empañado por un sucio malentendido de
una sucia hada, habría sido genial si Ren le hubiera confesado a Miko porqué
hacía lo que hacía, que todo con esa hada era fingido, que solo ella era la
estrella que iluminaba su corazón, pero Ren callaba por no hacer sentir mal a
Miko y porque desconocía que su amor también era el suyo. Que par más bonito,
Miko y Ren, que sin saber prácticamente nunca que el otro le quería, seguían
juntos, en una de las amistades más bonitas que he visto en un dorama.
Musicalmente
hablando me habría encantado ver más, y habría adorado que Sukkie hubiera tenido un cameo más largo, porque fangirleé
totalmente en ese momento, y bueno, que no fue el dorama perfecto ni el mejor
del mundo, o uno de esos doramas que te cambian la vida, pero justamente por
ser uno más, es bonito y simpático, y me gusta, pero sobre todo, porque Ren y
Miko son una preciosidad, y son ellos quienes hacen de la historia más normal
del mundo algo que me gusta. Los actores, Tamamori Yuta, Takimoto Miori y Fujigaya Taisuke, me encantaron, me hicieron
adorarles, amarles, apreciar cuanto me estaban haciendo sentir, fue sencillo
creerme que ellos eran de verdad sus personajes, fue hermoso descubrir que
gracias a Ikemen desu ne me llevaba
a tres preciosos actores conmigo, sobre todo a mi Tama-chan. Todo mi corazoncito es para Tamamori Yuta.
Como
detalle, cosa que me contó R-Chan, Tama
y Taipi, forman parte del grupo Kisumai (Kis-My-Ft.2),
al que tengo que descubrir, y que como detalle particular, siempre patinan
cuando cantan. El I miss you cantado por Tama me dejó fangirleando, aunque R-Chan me
ha chivado que Tama no es precisamente el que mejor canta de Kisumai, pero yo
le quiero igual. Gracias, R-Chan, por compartir conmigo a este esposo tuyo
al que quieres tanto, yo también le voy a cuidar, porque ha sido lo más bonito del
mundo mundial, porque creo que como actor es capaz de embrujarte, de hacerte
llorar, de enamorarte, de sorprenderte con la gran intensidad emocional que es
capaz de lucir, es un artista. Taipi
también es genial y Yaotome Hikaru,
con ese personaje tan divertidamente infantil también es amoroso, pero como Tama ninguno, aunque Taipi también tiraba de mí, y la
adorable Takimoto Miori también es
un angelito.
Mire - Mayu.
Jajajaja ¡¡escribes muuuuuuucho!! xDDD
ResponderEliminarUn 7/10 me parece una nota baja para ser el dorama que es, ya sabes que es mi dorama favorito, ¡así que para mí por lo menos es 12/10! ^^
De todas formas, igual en el futuro te apetece modificar la nota, porque cuando veas la versión coreana, que es la original, y pienses "Jo, qué bien copiaron los personajes los actores japoneses", igual por eso ganan más nota (o igual no, quién sabe jaja)
Los malos entendidos siempre forman parte de este tipo de doramas, pero para mí el problema no es quien malmete (aunque sí, son pesadísimos y se merecen una patada en el culo ¬¬), sino que ellos no se expresan sus sentimientos jajajaja Supongo que si los asiáticos expresasen sus sentimientos con más frecuencia, no habría lugar a este tipo de historias, así que bueno, incluso los malos entendidos aportan encanto jajajaja
Para mí, lo más importante de las historias es que me hagan sentir cosas, y este dorama me hizo sentir felicidad, tristeza, enfado, ternura.. Una indecisión constante entre qué chico elegir como mi favorito, porque los 3 eran absolutamente encantadores... En fin, ¡mil cosas!
Y lo mejor de todo es que no importa cuántas veces lo vea, incluso aunque ya me sepa la historia de memoria y sepa lo que va a pasar en cada momento, siempre, SIEMPRE que la veo, vuelvo a sentirme como si fuera la primera vez ^^
En fin, me alegro de que te haya gustado, y ya sabes, cuando quieras (y puedas) conocer a Kisumai musicalmente, ¡sólo tienes que decirlo! ^^
¡Un besazo, guapaa!