Maya Banks. ¿Os suena? Publica
novelas de highlanders con la Editorial
Esencia, y ahora, con la Editorial
Planeta, ya está publicando su segunda trilogía erótica contemporánea.
Desde que Planeta se animó a
publicarla, Maya Banks ha
sorprendido con su éxito. Sin duda, parece que se está haciendo un hueco en el
mercado español.
Vale, dicho esto, me toca hablaros de su trilogía Sin aliento, nacida después del éxito de 50
sombras de Grey. ¿Por qué digo esto?
Porque esta trilogía me recuerda a todos los tópicos y clichés que los lectores
han resaltado de la saga de Grey. No
voy a entrar a juzgar las famosas 50
sombras, no las he leído, y no las voy a leer, con ver la película me doy
por satisfecha. ¿Por qué? Porque me
conozco y sé que la saga de Grey no
me gustaría. Pero me he desviado del tema, volvamos a Maya Banks, escritora famosa mucho antes que E.L.James, y que aun así, parece haberse inspirado en ella para
crear esta trilogía. Más de una vez, con el primer libro de la trilogía, me dio
la sensación de estar leyendo el tráiler de la película de 50 sombras.
Aquí mi confesión en este año de malas lecturas
(salvo escasas excepciones): Me atraía esta trilogía. Tenía ganas de descubrir
porqué Maya Banks estaba teniendo
tanto éxito. También me apetecía saber si Maya
Banks lograría capturarme con su trilogía. Y también quería leer las primeras
obras traducidas por Yuliss, sí, sí,
esa chica extrovertida, valiente y que siempre está corriendo de aquí para ya,
bebiéndose la vida a grandes sorbos. Es encantadora esta traductora andaluza.
¿Lo digo ya? Ninguno de
los tres libros de Maya Banks me ha gustado. Ninguno. No les he soportado. Es
más, el primero y el tercero los abandoné, y el segundo lo descarté tras mirar
algunas escenas. Maya Banks no es una autora para mí. Con ninguno de los tres
libros he tenido suerte, y en este punto, ya no quiero seguir intentándolo con
ella. Maya no puede aportarme lo que yo necesito.
La trilogía Sin aliento me parece una más del montón. Así de
simple. Y siendo muy sincera. Yo no entiendo que le han visto los demás a esta
trilogía para ponerla siempre por las nubes. En los tres libros se repite todo
el tiempo el mismo patrón en la trama, el mismo mensaje, y personajes casi
idénticos. Leído uno de los libros, leído los otros. A mí me ha dejado
decepcionada. Esperaba una pequeña maravilla y me he encontrado con tres
historias normalitas, repetitivas, y sin pizca de algo especial. Esta trilogía
de original, fresca, dinámica, romántica, no tiene nada. Si leo una historia de
romántica erótica, yo pido escenas sensuales, y un romance bonito, y esta
trilogía no cuenta con ninguna de las dos cosas. Lo único que he sentido
leyendo a Maya Banks ha sido un frío enorme, y mi corazón enredado. Quería que
me gustara la trilogía y he probado un poquito de cada libro pero no ha habido
suerte. Ni los libros me incitaban a seguir leyéndoles, ni los personajes me
decían nada, y ni hablar de sentir un cosquilleo. Estos tres libros cuentan con
unas historias que en vez de calentarme, me han congelado. A la erótica se le
pide que te haga pasar un buen rato, ¿no? Bueno, pues yo le pido que me haga
sentir o logre dejarme huella. Pero es que esta trilogía me ha dejado
indiferente, fría, sin emoción alguna. La técnica narrativa de Maya es buena,
pero tenía que estar forzándome a seguir leyéndola y esas no son formas.
Por eso me alegré cada vez que me rendía con uno de sus libros, que lo
descartaba o le enviaba definitivamente a la carpeta de abandonados. Me voy a
ahorrar dinero y no perderé más horas.
Trilogías como esta no merecen la pena, no aportan
nada al género. Contenido insulso, los personajes de cartón, las aburridas
páginas... y esto: Maya no se olvida de
que Gabe, Jace y Ash sigan el manual de Amos y Sumisas: un amo deberá
azotar a sus sumisas, el dolor las pondrá cachondas; las sumisas
disfrutarán cuando su hombre las inmovilice y las ate, cuando las domine; las
sumisas necesitarán ser cuidadas, protegidas, y encerradas en casa, salvo que
cuenten con la aprobación de sus amos para salir; las sumisas deberán
esperar ya desnudas y lubricadas a sus hombres; los amos tendrán derecho a
exigir, coaccionar, acosar, espiar, mentir, a sus sumisas; y estas deberán
estar siempre disponibles y siempre contentas y sonrientes; las sumisas
pertenecerán a sus amos hasta que éstos rescindan sus contratos, etc, etc.
Para mí se pueden ir a tomar fanta todos los amos con sus manuales en serie. Y lo mismo
sus sumisas. ¿Dónde está el erotismo en algo como esto, en esta clase de
situaciones? A mí me han espeluznado todas estas situaciones repetidas, todos
esos diálogos que hablaban de las mujeres como si solo fueran inservibles
floreros que solo sirven para lucir bonito, satisfacer sexualmente, y trabajar
como asistentes de ellos (Gabe y Mia, Jace y Bethany) o vivir pintando con él
como mecenas (Ash y Josie). No hay nada caliente en ver como una mujer pierde
su identidad para ser una extensión más de un hombre poderoso y millonario.
N-A-D-A.
Maya Banks nunca más volverá a estar entre mis autoras
pendientes. Por muy de moda que esté.
Vale, hablemos de Éxtasis, la primera entrega...
Todo cuanto narraba Maya Banks me dejaba fría, he-la-da. No conecté nunca con Éxtasis. Desde el primer momento supe
que no iba a gustarme el libro, pero como cabezota que soy, no quería rendirme
antes de llegar a la página 100. Y cuando llegué a ese número de páginas, dejé
de fingir que este libro me decía algo y lo dejé. Y no me arrepiento. Sé que no
me pierdo un gran libro.
Este libro no me transmitía nada, no sentía nada con
él. Y lo poco que sentí... no fue bueno. De verdad que me parecía estar viendo
el tráiler de 50 sombras, pero sin
ningún aspecto positivo.
Empecemos...
1) Hay un chico. Se llama Gabe. Es multimillonario.
Le ofrece a Mia un trabajo. Un trabajo para enmascarar otro contrato. Un
contrato de sexo al estilo bdsm. Un contrato donde se alega que a partir de
ahora ella le pertenece a él. Mia tendrá que acoger sus órdenes en todos los
aspectos de su vida, y estar las 24h disponible para él.
2) Hay una chica. Se llama Mia. Es la hermana de
Jace, uno de los amigos y socios de Gabe. Mia siempre ha estado enamorada de
Gabe, así que firma, e inicia todo el asunto del sexo duro, y del "esto es solo un contrato para follar,
ni se te ocurra esperar amor".
3) Mia y Gabe se llevan 14 años. Él tiene 38, ella
24. Me parece una enorme diferencia de edad. Mia es solo una niña y él es un
viejo verde.
4) Lo que Gabe siente por Mia no es amor. Es
obsesión. Y lujuria. Y Mia tiene a Gabe en un pedestal, no existe hombre más
perfecto que él.
5) Gabe no me gustó nada. Me pareció un cabrón frío
y sin escrúpulos. El tipo de hombre que puede cuidar de una mujer pero que no
la ve como nada más que un objeto sexual. Además, es celoso, posesivo,
dominante, controlador. Para nada mi tipo de hombre. Y esa obsesión por el
bdsm, me repele. Mi libido se va a la mierda con este capullo. Tiene una forma
de ser que me da miedo. No creo que sea sana la relación que pretende tener con
Mia. Las personas no son objetos que puedan pertenecer a otros, son libres, y
necesitan su espacio para poder respirar, crecer, y no verse sepultados bajo la
sombra de otro ser humano.
6) Mia no me dijo nada. No me inspiró nada. Había oído
que era muy tierna pero yo no se lo vi. Solo vi a una chica más, una que haría
cualquier cosa por tener una oportunidad con el hombre que ha querido desde
cría. Incluso si eso significa tener una relación donde el bdsm sea el
protagonista, donde todo se mueva en base al sexo, donde los sentimientos no
tengan hueco, donde rechazar una orden ya sea en la cama o en su vida en
general, no sea una opción, y donde, nadie puede oír el sucio secreto, chica
normalita se acuesta con su jefe millonario. Mia no me hizo mucha gracia. Por
sus decisiones, más que por otra cosa.
Pero como sentía un auténtico desinterés y desapego
por Éxtasis dejé que Mia y Gabe continuaran solos su viaje.
Ahora os hablaré del segundo libro, Fervor.
Este lo descarté directamente. Había leído
primero el libro de Ash, el último de la serie. Y animada por una amiga, que me
decía que Fervor era el más
romántico a sus ojos, miré escenas sueltas de este libro. Os explico por qué lo
descarté.
1) El libro comienza con un trío. Los odio. Me dan
asco. No van conmigo. No los puedo ni ver. Y el libro comienza así. Ash y Jace
son esa clase de amigos íntimos que comparten cama y mujeres, eso sí, pero sin
tocarse ni darse placer el uno al otro, ¿eh?
Bueno, para empezar, no me creo esta clase de situaciones. Dos tíos que no se
gustan sexualmente no pasarían más de una década compartiendo a una mujer. NO
ME LO CREO. En el fondo, cada vez que leo sobre una situación como esta, creo
que ambos hombres se ponen mutuamente pero que niegan hasta el infinito esa
atracción porque los convertiría en bisexuales y ellos tienen que ser
heterosexuales muy machotes. Y por otro lado... para mí, tres son multitud.
Punto. Sé que muchas lectoras disfrutan de esa clase de erótica, porque tienen
esa fantasía, pero yo no.
Partiendo de esa base, hablemos de Ash, Bethany y
Jace. Ash se acuesta con Bethany por pura compasión, por hacerle un favor a su
amigo. Jace accede a que Ash se acueste con ella porque cree que sino no dará
la talla y no conseguirá acostarse con ella. Y Bethany se acuesta con ambos
para poder cenar esa noche. Por tanto... me parece aún más estúpido y feo de lo
habitual, que haya trío.
2) Esta novela es un semi calco de las otras dos.
Repite muchas cosas. Varía algunas. Pero la esencia sigue siendo la misma. La
trama es casi la misma. Los personajes igual. El mensaje, la esencia, es un
calco. No hay un contrato y Jace y Bethany no se conocían de antes. Pero mirad
las similitudes:
- Después de que el trío tuviera lugar, Bethany se
escapa, y Jace descubre que ella no tiene trabajo, casa, amigos, nada. Así que
Jace la investiga, la busca y no para hasta que la ha instalado en su antiguo
piso (que compró para su hermana Mia) y le ha dado un trabajo. Pero esa casa y
ese contrato viene con una condición, a partir de ahora Bethany le pertenecerá.
Él gobernará la vida de ella. Que vestir, que comer, cuando pisar la calle, con
quien hablar, todo. Ella ya no es libre, ahora pertenece a Jace. Y el sexo será
únicamente en base al de amo/sumisa. Bethany acepta ser su sumisa y acatar cada
orden que provenga de este salvador suyo. Otra similitud es la enorme
diferencia de edad... Bethany tiene 24 años y Jace 38.
3) Vuelvo a lo que comenté de Éxtasis, que se repite aquí también. Me parece denigrante la clase
de relación que se establece entre Jace y Bethany. No hay malos tratos, ¿vale? Pero esa obsesión enfermiza entre
los dos no puede ser sana. Y eso de que un hombre gobierne tu vida... eso no es
algo que se pueda pasar por alto. ¿De
verdad pretende Maya que me guste un tío que es un machista, un hombre de las
cavernas, posesivo, celoso, controlador, dominante, que te lleva a todas partes
con cadenas? El amor es libertad, no un yugo, no es ponerse a las órdenes
de nadie. Bethany acepta convertirse en la muñeca de Jace y es feliz por ello. ¿Cómo puede esta mujer mirarse al espejo
cuando ni siquiera se respeta a si misma? ¿Esta es la clase de mujer moderna,
la del S. XXI? ¿Una mujer que prefiere ponerse un collar de sumisa y ser lo que
un hombre busca? Si Jace dice "respira",
Bethany lo hace. Si Jace dice "te acostarás conmigo a cambio de una casa,
y un sustento", Bethany lo hace. ESTO NO ES SANO, NO ES BUENO. ¿Qué dice eso de la personalidad de Bethany?
Que no tiene. ¿Y de la de Jace? Que se aprovecha de las tragedias de una
jovencita para conseguir tener una relación sexual con ella. No me gustan Jace
y Bethany, y no me gusta la clase de relación que establecen.
Y vayamos con Frenesí,el último libro de la trilogía, el que cuenta la historia de Ash y Josie.
Este es el único libro un poquito recomendable de la trilogía. Pero tampoco me
ha gustado y acabé por abandonarlo sobre la página 150, después miré un poquito
lo que quedaba de novela y lo di por finalizado. No me perdía gran cosa tampoco
con este libro. Es mejor que sus antecesores, pero tiene muchos elementos
repetidos. Y hay algo en la forma de escribir de Maya Banks que no me gusta.
Nunca logro conectar con ella. Me aburro leyéndola. Y esas ideas tan machistas
suyas... telita.
En este no se me hizo tan pesado leerla pero tampoco
me enganchó o me hizo sentir. Me dejó, de nuevo, indiferente, fría. Eso sí, no
paré de sentirme incrédula. A cada párrafo, a cada nueva escena, a cada
movimiento de los personajes, más perpleja e incrédula me sentía. La historia
de Ash y Josie me parece tan irreal que es imposible creerla. Y si el lector no
se la cree... pues la escritora ha fallado ¿no? Se notaba demasiado, todo el
tiempo, que esta era una novela de ficción, catalogada en la erótica únicamente
porque cumple la moda del momento, incluir mensaje subliminal sobre que el
lugar de la mujer está por debajo de un hombre.
El sexo, solo hay una forma de vivirlo en Frenesí, BDSM. Amos y sumisas. La moda
manda. Y Ash y Josie se aburrirían si no pudieran ocupar esos roles. El dolor
es placer, y un amo no es un señor si no azota a su sumisa hasta dejarla
verdugones, un amo no es un amo a no ser que tenga a una mujer de rodillas,
bajo su mando, acatando sus órdenes. Ash no cree en eso de castigar a su
pareja, y entiende que a veces las personas tienen diferentes opiniones y
discuten, pero aunque sea más permisivo no deja de ser un amo, obsesionado con
el dolor, el placer, las ataduras, los azotes, y las órdenes. Todo debe estar
supervisado por él, salvo los cuadros que pinta Josie, y aun así, él decidirá
que cuadros se venderán y cuáles se quedará él, Ash, a cambio de su
generosidad, su protección y su amor, deberá verse recompensado por Josie con
todo lo que un amo necesita... y más.
¿Qué más puedo añadir? Irreal. Este libro es completamente irreal. Los
personajes viven unas situaciones difíciles de creer. Y los sentimientos que
proyectan también son sumamente irreales. Además, hay cosas en este libro que
no tienen sentido. Para empezar, cuando Ash conoce a Josie, Josie está en una
relación, es la sumisa de otro amo. Y Ash decide robársela. Ash, el tipo que no
sabe cómo ligarse a una mujer en solitario, ahora es un experto seductor. Y
Josie, que no conoce de nada a Ash, decide romper con su pareja e irse con Ash.
Y su pareja no reacciona nada bien, y la maltrata. Y tras esa experiencia,
Josie decide ser un objeto para otro hombre, porque de Ash si se fía. No es
lógico que confíe en un desconocido. Vale, Ash no es un malo. Es un cabrón,
pero no con ella. Pero ¿cómo puede ella
fiarse tan rápido de otro hombre, ser un empresario multimillonario es un
certificado de "buena persona"?
Más similitudes con las otras entregas: Ash es un multimillonario que cree que nada está por
encima de él. Tiene 38 años y necesita ser el salvador de una chica joven y
empobrecida. Y esa es Josie. Ash la saca de la ruina, se la lleva a vivir con
él, y solo exige algo: Josie le pertenecerá de aquí en adelante. Y cada paso
que Josie quiera dar, deberá consultárselo a Ash, si Ash le da permiso... bien,
y si no... pues Josie tampoco se enfadará, porque un amo sabe lo que es mejor
para su sumisa. No se permita que las mujeres piensen por sí mismas.
Los personajes. Ash me ha caído bien, pero no deja
de ser un machista. Tiene sus cosas buenas: es generoso, leal, cariñoso,
emocional, comparte sus emociones, y respira por la mujer que ama. Josie es su
mundo. Pero también es posesivo, dominante, controlador, y necesita ser el amo
de Josie para sentirse completo. Josie es una mujer tan, tan insípida. Josie está
vacía. Punto. Nada más que añadir.
La relación de Josie y Ash... pues a veces era
pasable, como que Maya Banks quería
que sonara todo muy bonito, pero no, la relación avanza demasiado rápido. Y esa
dependencia extrema NO es sana. Lo único positivo... pues que Ash desea que
Josie tenga amigas, pero las elegidas por él, ¿eh?
Y creo que no tengo nada más que añadir. Solo que...
lo dicho. No me gusta Maya Banks. Ha
sido decepcionante descubrirlo, sí. No me gustan sus ideas ni la mentalidad que
expone en la trilogía Sin aliento. No me gustan sus personajes, ni sus tramas
calcadas y soporíferas.
¡Saludos!
Mire - Mayu.
Muy buena No-reseña!!!
ResponderEliminarYa te comenté que yo me leí dos de ellos para hacer un artículo sobre Protagonistas tóxicos, así que poco puedo añadir.
Yo cuendo leo romántica busco que me "altere" pero estos libros me alteraron otras cosas, principalmente la mala leche.
De puertas adentro cada uno hace lo que quiere, el problema es el mensaje, como muy bien dices, de estos libros. Una sumisa no se hace... y la idea de que todas accedan por un motivo en concreto deja a la mujer en muy mal l ugar... la primera porque está enamorada y se piensa que haceiendo todo lo que él quiera conseguirá que la ame... craso error en la vida real, el problema es que en el libro lo consigue. Pero para que me quieran así, con ese control y maltrato psicológico prefieron que me odien, al menos los veo venir... La seguinda, a cambio de una cena... perdón???? Eso tiene un nombre y el tercero no pude, en serio.
Preocupante que este tipo de mensaje en el que los roles tanto de la mujer, que acata y el hombre que ordena (fuera de una relación y consensuado) da al gran público que los lee.....
Odié muchas de las escenas... pero una en particular, no se me va de la mente... la del sushi.
Bufff... me envalo jajaja así que ya paro
Un besote
Por diox, leyendo esto casi dejas por buena 50 sombras, en serio .___.
ResponderEliminarSinceramente, a mí me preocupa el éxito de este tipo de historias. Me parece que forman parte de un revival del machismo más cavernario como comentas por ahí en la reseña, parece que en vez de ir avanzando vamos para atrás. Si fuera sólo en aspecto sexual, vale, porque a cada uno le va una cosa pero el problema es lo que queda fuera de la cama, ahí ya no vale el control.
En fin, no conocía esta saga/autora y desde luego, voy a seguir sin conocerla XD