(DORAMA COREANO, 2012) (20 CAPITULOS):
Llevo semanas dándole vueltas a como hablar de
esta serie. Así que he decidido escribirla. Y punto.
4/10
El
príncipe de la azotea es una serie con mucho renombre. Se rodó en
2012, justo cuando los hermanos Park Yoo
estaban pasando por tiempos de pérdida y duelo. Y os nombro a los hermanos
porque mientras el pequeño rodaba ese
año The k-pop ultimate audition, el mayor rodaba El príncipe de la azotea
interpretando a un príncipe venido del pasado que fingía ser un ex artista
dispuesto a conquistar su lugar como sucesor empresarial.
Pues El príncipe de la azotea fue una de
esas series que los coreanos y los extranjeros consideran de oro, se llevó un
montón de premios. ¿Será que a veces,
cuanto más nos refugiamos en algo, debido al dolor, más capaces somos de
conquistar al espectador? Y digo esto porque siento que sin Park Yoo Chun esta serie no habría
tenido tanto éxito.
Particularmente,
yo no la considero una serie de esas que hay que enmarcar y volver a ver. Con
una vez yo he tenido más que suficiente. Y a veces demasiado. Es más, los
primeros capítulos me los pasé con cara larga y sin encontrarle la gracia y el
encanto a la serie. Estuvo a un suspiro de ser una más de mis series
abandonadas. Pero... y por eso es Yoochun tan importante para mí, él impidió
que me marchara, que le echara paciencia y no me rindiera con esta serie. Y
entonces llegué a algunos capítulos que de verdad me gustaron mucho. Porque
entre los protagonistas empezó a surgir algo especial. Pero... todo se vino
abajo cuando nuestro protagonista lograba un noviazgo con la villana. Imaginad
mi cara. La rabia que yo sentía por ver a este príncipe tonto meter la pata
hasta el fondo. Me sacaron de mis casillas. Y hasta que no acabaron con toda
esa tontería solo sentía dolor, dolor, dolor. Después, las cosas se deshacen y
vuelven a su sitio y empecé otra vez a ver con mejores ojos los capítulos. Pero
de todas formas el final se me hizo muy largo. Bonito en cuanto a la pareja
protagonista pero muy largo en el resto de sentidos. Y esa es mi historia con
El príncipe de la azotea, no me gustaron sus giros y de veinte capítulos solo
pude disfrutar de algunos. Así que no puedo hacer una maravillosa
reseña o saltar de alegría por haber visto El príncipe de la azotea.
La
historia es buena ¿vale? Vamos a decirlo así. Pero no es la historia que yo
buscaba ni lo que ellos mismos prometían. Esta historia tiene su encanto pero
no es el nova mas.
No me enamoró ni me hizo sentir en una
burbuja. No reí viéndola. Y no encontré mi lugar en ella. Siempre me sentí
fuera de esta historia, como si no pudiera conectar con ella. No podía
sorprenderme con su belleza o enamorarme de ella, no podía ver todas esas
maravillas que el resto de espectadores encontraron en El príncipe de la azotea. Y en cierto modo, quizás por eso, me ha
costado tanto traeros esta reseña. Porque no es la peor serie del mundo pero
tampoco es magia y amor, un recuerdo imborrable. Yo por mi parte me he quedado
bastante fría con El príncipe de la
azotea y el problema también era que cuando sentía, era cosa mala. Porque sentía
pena, dolor, rabia. Un pálido afecto. Pero no amor a raudales. Me faltaba
sentir magia. Me faltaba sentirme atrapada por esta historia y estos
personajes. Pero es que El príncipe de
la azotea está vendida como una serie que te hará reír sin parar y soñar
con un amor de fantasía como este. Y eso no es real. No es verdad. Puedo contar
con los dedos de mis manos cuantas veces he reído viendo esta serie. Y también
puedo contar en cuantos capítulos el elemento de fantasía tenia presencia. Básicamente,
no es una serie de fantasía. Tiene ese toque fantasioso para dar pie a muchas
cosas del presente pero no es más que una excusa. Si, una excusa para luego
aburrirnos durante horas con una guerra de poder y ambición. Esta serie tiene
veinte capítulos, veinte horas, y yo sentí que podrían haberlo reducido todo a
la mitad y la serie habría sido una experiencia más memorable. Pero bueno, en
Corea y en otros lugares la serie funcionó bien, así que es solo mi opinión.
Resumiendo, me aburrí viendo esta serie. También
me enfadé mucho. Me sentí muy triste. Y me reí poco.
¿Y
por qué digo que no está mal la serie? Está claro que yo no puedo decir El príncipe de la azotea
me gustó pero le encontré cosas buenas y por eso permanecí viendo la serie.
¿Cómo cuales? Pues os las enumero:
1- Yoochun.
Me hipnotizó este chico. No podría haber dejado la serie porque era mirarle y
quedarme hipnotizada. Me fascinó un montón este actor. Tanto que no me perdí ni
un solo minuto de 20 horas. Era ver a Yoochun y sentirme atontada. Ay el amor.
Si. Adoré a este actor y no puedo evitar contarle entre uno de los actores que
me gustan. Espero seguirle en mas trabajos suyos. Creo que aquí hizo un gran
papel.
2- Su personaje, como príncipe Lee Gak y en su reencarnación como Tae Yong. Era un príncipe
en toda regla: soberbio, chulo, y se creía todopoderoso. Pero era bondadoso y
no estaba corrompido de maldad. Y también era lento y no el más listo de su
tiempo (si lo hubiera sido no se habría equivocado tanto). Pero poco a poco te
va llegando. Es un personaje al que resulta muy difícil no cogerle cariño.
Porque en el fondo es un amor. Y según
pasan los capítulos mas se va descubriendo. Pero es uno de esos héroes
imperfectos. Le tomé mucho cariño al personaje por más que traté de resistirme
(sus decisiones y equivocaciones a veces me hicieron mucho daño). Acabé llorando por este príncipe. Se hizo
un hueco en mi corazón.
3- PahKa en su reencarnación y Bo Young en el
pasado.
Me gustó este personaje. La protagonista. La señorita buena. Al
principio no me gustó nada. Eso debo admitirlo. Pero después, poco a poco, fui
adquiriendo un papel protector con ella. Al final también le tomé mucho cariño.
Me daba mucha pena esta chica. Le faltaba carácter. Estaba desvalida y
desprotegida. Ella misma era incapaz de ver la maldad que había en los demás y
por eso siempre estaba en peligro. Incluso el principito la hizo daño cuando se
prometió con la villana. Luego todo empezó ya a salirle mejor a PahKa pero la
verdad es que su personaje es uno de los mas sufridos que he visto. Porque era
una gran persona, honesta, transparente, leal e incondicional, y eso hacía que
fuera un blanco fácil para la villana de su hermana.
3- PahKa
y Lee Gak. Ambos empezaron con mal pie. PahKa se rebelaba todo el tiempo
contra él y eso para un príncipe acostumbrado a estar en lo alto del trono era
complicado. Pero cuando se le bajaron los humos y ella perdió su lado afilado
con él los dos encontraron algo muy especial en el otro.
Pasaron de ser una
pareja que ni de coña podrían estar juntos a ser una pareja de lo mas mona. En
serio, llegó un punto en que era
imposible no querer verlos juntos porque eran realmente bonitos los dos.
4- Los
protectores de Lee Gak, Chi San, Man Bo y Yeon Sul, que tres más divertidos.
Eran lo mas cuco de la serie. Los
que aportaban los momentos de risa y encanto a la serie.
5- El resto de actores me gustaron también,
entre ellos Han Ji Min (interpretando
a PahKa), Choi Woo Shik
(interpretando al eunuco de la villa, Chi San) y Lee Minho (interpretando a Man Bo, el conquistador de la villa). Me
reencontré con Lee Tae Sung (ya no
puedo mirar con los mismos ojos al actor de Playful kiss), y con Kim So Hyun (interpretaba a la villana, Sena, de adolescente). Y conocí a Jung Yoo
Mi (estupenda en su papel de villana, ¡perdí
la cuenta de las veces que la maldije!).
Y volviendo a la serie en sí, mi resumen de
los puntos negativos:
1- No le vi sentido a un montón de cosas en
esta serie. Perdieron veinte horas dando vueltas sobre lo mismo una y otra vez,
usando el método de enredo/malentendido. Nunca trataban lo verdaderamente
importante. Vamos, el timo del año en series de fantasía. Porque fantasía hubo
en dos o tres capítulos. Ya está. ¿Donde
está la serie que prometieron? Yo no la encontré aquí. Las preguntas que
plantean en el primer capítulo solo las resuelven en el capitulo veinte. ¿Os parece normal? Lo que yo creo es que
el argumento no estaba realmente definido y que por eso lo vendieron como una
serie de fantasía que luego no se atrevieron a construir.
2- Solo se hablaba de que el príncipe debía
casarse con la villana para volver al pasado y descubrir los misterios. Lee Gak
no salía de ese pensamiento ni siquiera para escuchar su corazón. Lee Gak era
muy, muy pesado con su obsesión por Sena (era la reencarnación de su esposa
muerta en la era antigua), siempre tropezaba con lo mismo. Buscaba belleza pero
no corazón o bondad. Durante una infinidad de capítulos esto fue así. Y acabé
un poquito hasta las narices. Quería que el príncipe despertara ya.
3- Toda la trama de ambición y poder, de
querer conquistar el trono empresarial, me aburrió un montón. No tenía sentido
que de esto tratara en realidad El príncipe
de la azotea. Dieciocho horas dando vueltas sobre un tema que era puro
relleno. Imaginad, acabé tan harta que sinceramente, no quiero volver a
acercarme a otro dorama en el que el trono a conquistar sea el centro de todo.
4- Los villanos. Hubo muchos, Sena, Tae Mu, la
familia del autentico Tae Yong, etc. Había demasiados villanos y demasiada
maldad. Me pasé muchas horas frustrada y maldiciendo a tanto hijo de puta. Ya
lo he dicho.
5- Que se quiten las telenovelas. Esta es una
telenovela pero con toque coreano. El culebrón de sobremesa del 2012. Mil
enredos, muchos villanos, y siempre dando vueltas en círculos.
(PELICULA COREANA, 2005):
Tenía muchas ganas de ver esta película porque
La bella y la bestia es uno de mis
clásicos favoritos. Y también porque la protagonista de esta historia está
interpretada por Shin Min Ah, una de
mis actrices favoritas. Me fascina esta
actriz y quería verla en una historia un poquito más romántica que My mighty princess.
3/10
Pues
bien, la película difiere mucho del clásico original. Digamos que no es
exactamente una reinterpretación del clásico sino que es una historia que toma
como base a la bella y la bestia y la idea de que el verdadero amor y el valor
de las personas reside en el interior, en la belleza del alma.
La
película no es una gran maravilla. Yo esperaba que fuera una preciosidad. Pero
no. Pero si que os la recomiendo porque es muy entretenida, refrescante,
divertida, emotiva, es una caja de sorpresas y es linda. Sinceramente, no me
volvió loca pero si me gustó, me pareció muy mona. Lo que en cierto modo le
quitó puntos fue que Bella y Bestia se pasaron toda la película mensajeandose
sin llegar a compartir mas encuentros que los del principio de su relación y
los del nuevo comienzo.
Os explico mejor: Hae Joo es una belleza
dulce, leal y encantadora, una chica que no tiene ideas establecidas sobre la
belleza. Joo es ciega. Y un dia conoce a Gun, al que toma en un primer momento
por un taxista. Gun es un chico feo que no tiene autoestima alguna. Y gracias a
Joo puede encontrar el verdadero amor. Y Joo encuentra en Gun lo que había
perdido: él se convierte en sus ojos y en sus pies y la muestra un mundo que
resplandece, teñido de magia. Si veis la película sabréis a que me refiero,
como Gun maquilla el mundo de forma que Joo se sienta envuelta en un paraje de
hadas.
Es una historia con un toque bonito, y con la
hermosa moraleja de la belleza está en el interior, y gracias a sus dos
protagonistas y a unos secundarios de lo más peculiares se dan un montón de
escenas graciosas. No es la mejor historia que he visto con la premisa de la
bella y la bestia pero creo que vende una historia muy diferente y eso la hace
refrescante. Además, sus dos protagonistas son un encanto, y por eso mismo,
verles separados y solo unidos mediante mensajería sabe realmente agridulce.
La interpretación de Min Ah fue muy, muy cándida, me resultó adorable, y la
interpretación de Ryu Seung Bum me
hizo tomarle cariño, no es un oppa sabroso pero era perfecto para esta historia
y me emocionó hasta llorar que bella y bestia acabaran juntos (y digo esto
porque hay un pretendiente por ahí que es muy, MUY pesado con robarle la novia
a Gun).
(MINI-DORAMA COREANO-CHINO, 2012):
0/10
Bueno, voy a hablar aquí de esta pequeña serie pero si la veis o no es cosa vuestra. Yo ni la recomiendo ni dejo de recomendarla.
Hubo
escenas de Secret angel que me parecieron muy lindas pero son muy poquitas. Al
principio la historia no empezó mal pero fue perdiendo fuerza según se
desarrollaba la historia. Y digo desarrollarse por utilizar algún termino pero
la pura verdad es que perdió el poco sentido que tenía. Creo que para crear una
serie de fantasía hay que plantear muy, muy bien las cosas y esto aquí no se
hizo. Cuando una se embarca en esta temática, vas dispuesta a creer
lo que te quieran pintar ¿verdad?
Pero aquí llegó un momento en que todo parecía un cuento chino. ¿Será porque The secret angel es una colaboración entre China y Corea?
A esta historia le faltó credibilidad y le
sobró maldad. Con historias tan cortitas como esta es mejor no abusar de
tragedias y villanos. Pero esa idea mía no se respetó. Y al final nos quedó una
historia de amor cuca pero muy floja y una trama de fantasía que provocaba mas
risa que otra cosa (por ridícula, digo).
La historia en sí: Si Yeong trata de
suicidarse y provoca que varias personas mueran en un accidente de tráfico
(aunque el protagonista nunca se para a analizar las consecuencias de lo que
hizo. Mal por su parte ¿verdad?), el ángel L le salva en contra de las normas y
entonces se desata una batallita entre ella y el demonio Hwan. Ambos tienen
cien días para hacer caer o para salvar a Si Yeong. Pero hasta un demonio tiene a veces la oportunidad de salvar a un ángel imberbe.
L
es un ángel encantador, una bebé achuchable, pero como ángel es un gran problema.
Se comporta como si fuera una princesita Disney. La verdad es que como ángel debería
quedar despedida. Pero es un amor y me pareció tan dulce y mona. Adorable la
interpretación de Kim So Eun (la
chica que hizo con el príncipe Song Jae Rim el reality We got married). Y Si Yeong (interpretado por el chino Chen Xiang) es un encanto de chico y
siempre está protegiendo al ángel. La trata como si ella fuera una niña
desvalida y la cuida como un tesoro. La verdad es que ambos eran una monada.
Pero no pueden sostenerme esta historia. No cumplieron ni el mínimo de mis
expectativas. Además, no podía verlos juntos porque ella parecía una bebé y él
su hermano mayor.
Si la veis sin expectativas puede que os guste
la historia. Pero no creo que la vayáis a ver dos veces.
¡Saludos!
Mire - Mayu.
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