(DORAMA COREANO, 2012) (14 CAPITULOS)
Andaba
yo en busca de un dorama de gender bender, pero quería uno que me sorprendiera,
que me hiciera reír, que me aportara algo, que me hiciera soñar, fangirlear,
que me despertara mil emociones, y que me dejara secretamente enamorada, aunque
solo fuera un poquito. Vamos, buscaba una historia diferente dentro de un
ambiente y un género que me encanta. Quería gender bender, o lo que es lo
mismo, chicas que se disfrazan de chico y que sin pretenderlo, acaban
enamorando al oppa sexy. Quería una historia de ídolos, el tema de la música me
encanta y parece que esta clase de historias se adaptan a lo que me hace soñar.
Y este drama contaba con ambos ingredientes imprescindibles. Pero era importante
mi búsqueda de protagonista atípica, necesitaba que la chica no fuera una
damisela en apuros, necesitaba una guerrera, alguien capaz de darle una
respuesta a nuestro protagonista masculino, a un pequeño demonio solitario,
porque seamos sinceras, normalmente el chico se porta mal y ellas no se atreven
ni a alzarle la voz, pues aquí eso no es así. ¡Por fin una chica valiente y que
no le lame el culo a la estrellita! Vamos, esta serie reunía todo lo que yo
buscaba, salvo la villana (eso se lo podrían haber ahorrado o haberla dejado
relegada tras un par de capítulos).
* * *
9/10
Primero
os voy a contar porqué no es la serie perfecta, que me falló, ¿vale?
1) Como
he dicho, esa villana, la ex novia de nuestro protagonista, era mala hasta
decir basta. No tenía ninguna oportunidad con WooHyun, un día le rompió el
corazón, y lo perdido nunca vuelve, como se dice. Así que, no sufrí en este
aspecto porque mi querido WooHyun siempre dejó claro que aunque tuviera que
cambiar su sexualidad no iba a huir de su propio corazón, y que por nada del
mundo volvería con esta arpía que trata a las personas como objetos desechables
y utilizables. Pero esta es de esas villanas que cansan, porque es súper
pesada, porque nunca se larga de la serie, porque es molesta hasta la saciedad,
porque va por ahí, con su chulería y mala leche por delante, creyéndose lo
mejor del mundo, cuando en realidad no es nada, pero nada de nada, solo un
rostro bonito que esconde a una serpiente venenosa. La trama de cómo trataba de
cazar y al ver que no podía, de cómo trataba de destruir a WooHyun me enfadó
mucho. Es parte de la historia pero esta chica debería haber sido castigada por
todo ese daño. No solo le hizo daño en el pasado, también vuelve con ganas de
sumir su vida pública y privada en una pesadilla.
2)
Hay un par de capítulos que sobran un poco, o que a mí me dieron esa sensación,
porque eran muy introductorios. Todo el tema sobre el entrenamiento como idol,
el campamento, las dispuestas entre el grupo, las traiciones, esas cosas, como
que me sobraron un poco y por cinco segundos, cuando estaba en el capítulo
cinco me planteé dejar la serie. Pero, menos mal que no lo hice. Es solo un
pequeño bache que tiene la serie, en lo demás ya veréis que es genialosa.
3) La
serie, por falta de rating, fue reducida a catorce episodios. Iba a tener
dieciséis. Así que el final queda cojo. Más o menos está hilado pero todo queda
en el aire. Desatan la tormenta y no dejan que acampe. Me enfada mucho que
hagan cosas como estas. ¿Y qué pasa con
los espectadores que si estaban encantados con la historia y que si la estaban
viendo? ¿Y qué pasa con los que nos hemos enamorado ahora de ella? Pues
eso, que después de la gran tormenta mediática, de dejar caer mentiras y
verdades, se acabó la serie. Justo en el momento en que esas dos horas más eran
completamente necesarias. Más o menos tenemos claro como acaba todo. WooHyun
con una importante oferta de trabajo, Seung Yeon con una oferta de dúo por
parte de su novio y con ganas de enamorar al público como mujer, Ji Soo
aceptando que su amiga ama al idol que antes era un diablillo, el director
saltando al vacío por amor, etc, pero hubo preguntas que quedaron en el aire. Y
digo yo, que tendrían que haber emitido ese final por aquellos que le
entregaron su devoción. Y por aquellos que hemos llegado tres años después y
nos hemos enamorado de esta serie.
* * *
Pues
dicho ya todo esto, solo me queda ser feliz. Ser libre. Y si. He sido muy, pero
que muy feliz viendo esta serie. Y he sido libre. Libre para reír, para amar,
para soñar, para no poner frenos a mi corazón. Me ha encantado esta serie. Ha
sido una de las que más me han gustado últimamente, y entra dentro de mis
favoritas. Sí, habéis leído bien, de mis favoritas. No lo he podido evitar, me
ha robado el corazón. Me ha hecho suspirar un montón, me ha tenido con una
sonrisa enorme en los labios, me ha hecho reír de verdad, me ha hecho encontrar
lo que llevaba tiempo buscando. Esta serie me ha hecho sentir lo que otras no
han logrado y ha sido algo tan, tan especial, que no podía ni creerme que
estuviera sintiendo ese amor tan puro mientras veía The k-pop ultimate audition. Sin
pretenderlo, esta serie fue mucho más que una sorpresa para mí, fue la serie
que andaba buscando. Además, justo cuando la vi acababa de ver One well raised daughter y tenía el corazón destrozado.
Pensaba que nada me volvería a hacer
sonreír en un tiempo y justo cayó en mis manos esta serie y me devolvió la
sonrisa. Me curó de alguna forma. Lo que The k-pop ultimate audition hizo por mí no tiene precio. Me
sentía tan rota, tan hundida, tan perdida. Y justo, cuando más lo necesitaba
llegó esta serie a mi vida. Fue como bailar bajo la lluvia. Fue mágico, hechizante,
refrescante. Fue justo lo que mi corazón gritaba. El canto de auxilio que tanto
necesitaba. Además, en aquellos momentos me sentía angustiada por otras razones
además de la desesperación de un drama como One well raised daughter, y The
k-pop ultimate audition llegó para ayudarme a vivir estos momentos y si,
para recomponer las piezas rotas y desesperadas de mi corazón.
Para empezar, me
hizo reír muchísimo, desde el primer instante, fue un canto sin fin de risas.
Luego, ese romance que prometía muchísimo y que no defrauda para nada. Ese
ambiente musical, lleno de secretos, compañerismo, música de todo tipo,
personajes entrañables (y personajes maliciosos, todo mujeres, y no solo la
diva de la que he hablado ¿eh?), algo
único e irrepetible, algo que solo The
k-pop ultimate audition podía entregarme. Me llegó al alma esta historia y
ya os lo digo, me he visto un montón de fanmade, he vuelto a darle al play a mis escenas favoritas entre los
protagonistas e incluso he vuelto a ver algunos capítulos enteros, y por más
vueltas que le doy, siempre acabo suspirando de amor por WooHyun y Seung Yeon,
siempre acabo con el corazón desbocado por la hermosa pareja que forman.
Risas.
En esta serie que rompe muchos clichés están aseguradas. Vais a reíros con los
protagonistas, con los personajes secundarios. Vais a reír de corazón. Vais a
aprender a tomaros la vida de otra forma, a relajaros, a sentir la presión de
la sociedad pero... aprenderéis a sobrellevar esas tormentas y a salir
victoriosos de ello. Aprenderéis que las mentiras duelen y que solo la verdad
puede haceros libres, que solo ser vosotros mismos es la clave del éxito.
Aprenderéis que el amor no entiende de sexos, no entiende de perfección
absoluta, no se rige por la fama o por lo que puedan pensar los demás, el amor
está vivo y no hay nada como él para romper las defensas y para liberar un alma
herida, y tampoco hay nada que te haga tan fuerte como el verdadero amor. ¿Y la amistad? Esos amigos que son para
siempre. Pues cuando una los cuida, cuando los protege, siempre estarán ahí, y
sobrevivirán a todo, no entenderán de guerras sucias, solo sabrán que estar ahí
cuando el otro lo necesita es el verdadero éxito.
¿Pensáis que es una versión edulcorada del
mundo del entretenimiento? Pues no es
para nada así. La serie se hace eco de lo que supone en Corea que surjan fotos
del pasado, que se hable de relaciones, lo que supone en Corea cosas como la
homosexualidad, un romance, y también se hace eco de las estrellas que van por ahí
jodiendo a los demás y de esas otras que son verdaderas estrellas porque van
por la vida encantando a la gente con su propia valía. No hay nada como
triunfar como uno mismo, los trucos sucios solo corrompen, y es un aspecto que
muy bien se encarga de mostrar esta serie, que aunque juvenil en algunos
aspectos también es muy madura, y agridulce en ciertos momentos.
Pero
por lo general, es una serie con la que os lo vais a pasar genial, con la que
vais a encontrar un amor que os haga suspirar, unos personajes a los que vais a
adorar, un montón de ídolos que os contarán sus historias y os harán participes
de sus vidas, sus vivencias, su valor, y sus personalidades. Tenéis un montón
de personajes donde elegir, aunque obviamente, los más importantes son WooHyun,
Seung Yeon, la líder Han, el director y tío de Seung Yeon y el mejor amigo de
Seung Yeon, Ji Woo. Es una serie refrescante, por cómo está llevada, por cómo
trata el tema del gender bender, por cómo trata el semi triangulo amoroso con
el chico secundario (Ji Woo), por esos recuerdos del pasado, por esos momentos
del presente, por todo lo que logra transmitir, por todas esas ideas que vuelvan
libre en esta historia, por ese amor siempre presente a los sueños, por ser una
serie que no se rinde.
Es
una serie preciosa y me ha encantado. Me ha tenido soñando la mayor parte del
tiempo, y en otros momentos ha logrado de verdad hacerme sentir dolor, me ha
arañado, pero esa tormenta de emociones ha merecido la pena. Me he sentido viva
mientras la veía. Me he sentido feliz. He amado un montón. Y me he enamorado
locamente de la pareja protagonista. Y dios mío, ellos son personajes atípicos
y su historia de amor está llevada tan bien de forma atípica. Estoy
perdidamente enamorada de The k-pop
ultimate audition, pero sobre todo, estoy enamorada de un diablillo y de
una tomboy (aclaro, tomboy = masculina).
Esta
serie, sin ser lo más, ha sido deliciosamente maravillosa, y todo un soplo de
aire fresco, un refugio, un regalo de risas, amor, y sueños, un huracán apasionado
que me ha sorprendido por su intensidad emocional. He disfrutado como una niña de esta serie. Mi querido soplo de aire
fresco, con dos de mis personajes favoritos, con la chica Beethoven, y su
diablillo. Desde el primer momento fue fácil perderme en esta serie y que me
diera un vuelco el corazón por todos sus acontecimientos. Fue fácil sentirme
feliz viéndola. Y lo más importante, ese amor que creó dentro de mí, sigue
estando aquí. Las semanas no han borrado mi amor por esta serie, no ha sido un
cuento efímero con el que me he deleitado, un amor de verano. Creo que siempre
volveré a esta serie porque ya he vuelto varias veces y siempre lo he hecho con
la misma sonrisita tonta. Sigo sin
querer despedirme de The k-pop ultimate audition pero sobre todo, sigo sin
querer despedirme de WooHyun y Ji Seung Yeon.
La historia de amor, la relación entre
WooHyun y Seung Yeon. He llorado de risa con estos dos. En serio. Llorado de
risa. Me lo he pasado tan bien con ambos. Ha sido divertidísimo verlos
interactuar. Trayendo el caos a la vida del otro. Despertando tormentas,
corazones, atracciones, anhelos. Liberando sueños, sentimientos. Curando
heridas. Sin duda, esta historia de amor ha sido digna de ver. Además, ha sido
bastante diferente de lo habitual. Pero es que WooHyun y Seung Yeon son
diferentes también. Ambos son primero
enemigos por decirlo de alguna forma, se atraen tanto como se repelen. Ella
odia que él sea un niñato que va por ahí imponiéndose por la fuerza y él odia
que ese niño con cara de niña (recordemos que va disfrazada de chico) haya
llegado para plantarle cara y desafiarle. Pero lo que empieza como una guerra
abierta se convierte en algo divertidísimo, en un tira y afloja que les
revuelve el corazón, que les hace sentir libres, vivos, felices.
WooHyun
empieza a sentir algo especial por esa lindura porque con Seung Yeon puede ser
él mismo, puede dejar atrás al niñato en el que se ha convertido, puede mirar a
otra persona y sentirse cercano a ella. Además, Seung Yeon le da justo lo que
él más necesita, una excusa para poder alejarse de todo lo que le está hundiendo,
y algo que jamás pensó que volvería a sentir, una calma y un refugio para su
corazón. Con su amigo Seung Yeon, el diablillo WooHyun no necesita esconder su
corazón, no necesita ser afilado, no necesita pelear para que no vuelvan a
dejarle roto, llorando en una esquina. Con su amigo Seung Yeon llega una
complicación, pero bendita complicación, que ganas de besar a su hoobae, de
abrazarle, de confesarle que a su lado el mundo vuelve a ser el sueño que
perdió.
Y
para Seung Yeon, estar al lado de WooHyun, desafiándole, divirtiéndose a su
costa, peleando por demostrarle cuánto va a luchar por su sueño, empieza a
convertirse en algo divertido. Encuentra a su lado una familiaridad que solo
tiene con su mejor amigo Ji Woo, pero a la vez, es diferente, porque su corazón
hace cosas raras cuando está al lado del diablillo. Además, cuando empieza a
ver quien se esconde tras todas las duras fachadas de niñato insoportable de
WooHyun ella empieza a caer, empieza a atesorar cada minuto que pasa a su lado
y de la amistad al amor solo hay unas decimas insalvables.
Los
dos se enamoran, se enamoran lenta y rápidamente, se quieren en una forma
atípica, porque ella le guarda a él el secreto de su identidad, y él tiene que
lidiar con la idea de ¿ser gay? pero
las respuestas llegan incluso antes de que lleguen las verdades. Eso es lo que
más amé, que ambos se enamoraron del otro sin caer en prejuicios tontos, que
ambos se buscaban siempre, que se atesoraban, se amaban y no era porque el otro
fuera la mejor opción o por una idea superficial de belleza. Ambos se
enamoraron porque se hacían sentir. No solo especial. No se trataba de eso.
Juntos podían ser uno, podían hablar, reír, pelear, enfrentarse a la vida con
una sonrisa. Su relación me ha encantado, su historia de amor me ha hecho
suspirar muchísimo, y también me ha hecho reír un montón, porque a veces se resistían
a ese sentimiento y eso solo servía para que se quisieran y se añoraran más, y
otras veces se buscaban sin descanso, sin importar lo que otros pudieran decir.
Me encantó como no veían a un chico a una chica, solo veían a alguien del que
estaban enamorados, alguien con quien deseaban pasar un montón de minutos, una
vida entera. Adoré como una loca a
WooHyun y a Seung Yeon y parte de ello fue su relación, porque eran amigos,
porque podían desafiarse mutuamente, porque podían decirse las verdades a la
cara, porque no trataban de impresionar al otro con lo que no eran (a pesar del
secreto de la identidad de ella), porque se picaban, se consolaban, porque
suspiraban por besar al otro, porque se abrazaban sin venir a cuento, porque
jugaban como si fueran niños, porque a veces se hacían daño con celos
tontos por inseguridades y pequeños malentendidos -que se resolvían rápidamente-
y lo único que deseaban era pedirse perdón, porque juntos estaban descubriendo
el amor de verdad, porque a sus veinte años nunca habían sentido a nadie tan
cerca ni tan auténtico, porque ninguno de los dos era perfecto y su relación
tampoco.
En
serio, me he enamorado perdidamente de la historia de amor, de la relación de
esta preciosa pareja, y de cómo superan todas las batallas, todos los desafíos.
Me ha enamorado que su historia de amor se basara en su amistad y en la atracción,
porque había mucha atracción, tanto sexual como emocional. No son los típicos
novios pero son tan divertidos, juguetones, amorosos, y su historia es tan bonita.
Me encantaba cuando se ponían celosos mutuamente y luego siempre corrían tras
el otro esperando que no hubieran malinterpretado nada, y en ese punto se
suponía que eran solo amigos, pero obviamente, no se veían solo como amigos, se
amaban aunque no pudieran o no se atrevieran a confesarlo. Una de mis escenas
favoritas es cuando WooHyun se disfraza de conejo y le suplica a Seung Yeon que
deje a un lado a Ji Woo y que pase el día a su lado, demostró la enorme soledad
que escondía este diablillo y también lo mucho que quería a Seung Yeon (y ahí
no tenía ni idea de que era una chica). Y Seung Yeon no es una tonta maleable,
aunque duela nunca diría si y abandonaría a un amigo, amé profundamente que
esta chica no se volviera una tonta por amor, que siguiera siempre siendo ella
misma.
En serio, su relación es preciosa. Y
justamente, por eso que significan el uno para el otro. Por todo lo bueno que
se aportan... Justamente por eso pueden superar que ella le mintiera y los escándalos
que vienen después. Porque su amor es auténtico. Porque no se basa en sexo o en
una cara bonita. Porque su relación nació de momentos reales, cotidianos, de
experiencias que les acercaron. Incluso de todos esos momentos en los que se
retaron y se enfrentaron el uno al otro. También hay una ternura entre ambos
que es dulcísima, un consuelo enorme. Son mejores amigos que se aman, que se
abrazan, que se hablan sin tapujos, que cometen errores y que solo suspiran por
estar al lado del otro. Y esos besos, cuando llegan, que bonitos, castos pero
preciosos, esos besos reales. Y los abrazos, me habría derretido con esos
abrazos. Y esas conversaciones que me hacían llorar de risa o caerme de
rodillas de pura ternura.
Me encantó esta historia de amor, su amistad, su
bromance, su noviazgo, sus secretos compartidos, su inspiración mutua a la hora
de crear sueños, el entendimiento al que llegaron y la divertida y excitante dinámica
de su relación. Y amé como ella liberó el corazón de él. Y amé como él le hizo
encontrar las respuestas correctas a ella.
Además, no podían negarlo, no paraban de tontear el uno con el otro. Química
no, chispas a raudales. Una tensión emocional y sexual que me hacía respirar
hondo y saborear de otra forma esta encantadora historia.
Y
ellos. Ay, lo que he llegado a querer yo a estos dos.
Ji Seung Yeon es una heroína a la que me
encantaría parecerme. En serio, lo pensé desde el primer momento en que la vi y
me di cuenta de que pasta estaba hecha. Y lo pensé después, capítulo a capítulo.
Y lo seguí pensando también cuando veía como se equivocaba. Y lo pensé cuando
no pude más que aplaudirla y sentirme orgullosísima de ella. Esta chica me ha
robado el corazón. Y no puedo más que sonreír increíblemente feliz por ello.
Gracias pequeña niña, chica Beethoven, por sorprenderme y encantarme. Por ser
una heroína real, valiente, leal. Una niña a la que grabar en mi memoria. La
adoro. Es divertida, leal, encantadora, fuerte, no se corta un pelo, es un
huracán, es amorosa, dulce y sorprendente. Es luz y acero. Es una niña de armas
tomar. Una chica de veinte años que va a comerse el mundo. Una chica que no
necesita un príncipe que la defienda, ella se defiende solita. Es una guerrera y un poquito descarada, ¡la de risas que ha traído a mi vida!
No
olvidemos que una vez le bajó los pantalones a WooHyun porque le confundió con
Ji Woo. Y claro, desde ese momento, para WooHyun ella es un pervertido, pero un
pervertido que hace estragos sus defensas y que vuelve loco a su corazón. Y
para ella, WooHyun se convierte en alguien a quien admirar musicalmente
hablando, pero también en alguien a quien amar con toda la fuerza de su alma,
porque solo ella comprende cuan solo y cuan dulce es este chico.
Ji Seung Yeon es como la luz, lo he dicho, y es 100% real. Se nota en cómo vive su
vida, en cómo se toma sus sueños y en como interactúa con las otras personas.
En la conexión que crea con su banda, en cómo se implica con todos y les ayuda
y les hace ser siempre mejores. En como ella hace la unión para los
Superjunior.
Y con Ji Woo tiene una relación encantadora, siempre había dicho
que de mayor se casaría con él y le trata como si fuera una chica, es más, le
llama su esposa y tiene una complicidad con él que no es habitual entre chicos
y chicas (de ahí que WooHyun se sienta celoso pero que no pueda decir mucho
porque a los amigos de las personas que quieres hay que respetarlos). Ella es su
noona, aunque Ji Woo no pueda verla exactamente como una hermanita masculina.
Pero ay, ni ella es consciente de sus encantos.
Y bueno, ella tiene facilidad
para penetrar en la piel de los demás, para sociabilizar y encantar, porque es
natural, espontanea, sincera, sin subterfugios, es ella misma y así enamora. ¿Se
nota que la quiero un montón?
WooHyun era el típico idol que está en lo
más alto de la montaña. Pero, ¿qué quiere
decir esto? Pues que está solo. Sus sueños solo saben a venganza, a
tristeza, a una guerra abierta que solo le aleja aun más de sanar su corazón
herido. Oh, olvidad, al principio el diablo no tenía corazón, era una tormenta
para los demás, un amargado que iba por ahí con su infantilismo, imponiendo su
voluntad con sus maltratos verbales. Pero este ídolo con el éxito subido a la
cabeza no se comportaba así porque se creyera realmente el mejor del mundo.
Solo era que después de cerrar su corazón no sabía cómo deshacer el camino
recorrido. Un día fue todo bondad y le
enterraron. Así que, ¿cómo dejar que
alguien traspase sus defensas? El amor es solo una mentira que usan las
chicas para joderte. Esa era su visión. Pero, ¿cómo resistirse ante ese lindo
pervertido que le hacía sonreír sin quererlo, que traía frescura a su vida, que
le aportaba un consuelo que no se atrevía ni a pedir a gritos? (Y en su mundo
se habían acabado las sonrisas desde hacía años) WooHyun necesitaba a alguien
que le desafiara, que le tratara como una persona y no como a un idol, que le
pusiera en su sitio, vamos. Y joder, fue divertidísimo para él, incluso cuando
el pervertido le puso un ojo morado.
WooHyun no es solo un diablillo, en el
fondo esconde una ternura enorme, y lo demuestra según van cayendo sus defensas
con su pervertido favorito, unas ganas de ser amado que no le caben en la piel.
El chico antisocial que no necesita a nadie en el fondo necesita mucho más que
los demás otra conexión, alguien real. Porque, tras sus fachadas y su chulería,
su ego enorme, esconde un chico vulnerable, herido, sensible. Sí, sí, hablo de
WooHyun, incomprensible pensar esto de él al principio, pero cuando le conoces
de verdad... todas esas mentiras en las que este idol se ha envuelto para que
no le hagan daño de nuevo... revela a un chico afectivo, incomunicado, que
quiere amar y ser amado. Y cuando ama... bueno, digamos que él es rencoroso ¿no?
Pero a Seung Yeon no puede no perdonarla. Con ella es diferente de como es con
el resto del mundo. Este chico evoluciona, os lo digo, evoluciona lentamente, y
aunque cambia, una parte de sí mismo, solo la guarda para Seung Yeon y no sabéis
que fortuna es esa, porque será de codiciosas pero esas sonrisas dulcísimas y
muy felices, esos toques de ternura, esas bromas, esos abrazos de consuelo y
pasión, esos besos reales, esa cercanía auténtica, él solo la guarda para ella,
porque ella es su tesoro. Me encantó
comprender cuan hermoso es este chico cuando su corazón está libre. Su parte
infantil no la pierde, eso es parte de su sello de identidad, pero es un oso
amoroso en el fondo. Y yo me he
enamorado totalmente de él, totalmente.
Es mi diablillo, mi idol revoltoso y creído, el príncipe que me hace sentir con
mucho calor y con el corazón lleno de mariposas.
Así
que, tenemos aquí, un diablillo y una pervertida que me hacen sonreír de solo
pensar en ellos. Y que guardo en mi corazón.
¿Qué más? Pues no nos olvidemos de esas historias secundarias que corresponden
a los otros ídolos en ciernes -los Junior-, a los idiotas del M2, a la
asquerosa ex novia a la que deberían enviar a la hoguera, y ese triángulo entre
la líder Han, el director de la escuela y la dueña de la floristería. Y también
tenemos todo el tema de las guerras de bandas (entre los Junior y el M2), los
diferentes estilos musicales de cada soñador, escándalos, ciertos maliciosos
rumores, amenazas, videos musicales, gender bender, esa doble personalidad de
la líder Han, la discográfica enemiga, el pasado tormentoso del director y la
mala relación con los padres de su sobrina (nuestra protagonista), el
enamoramiento ¿real o ficticio? de Ji
Woo, y un buen etc. Un montón de cosas muy bien llevadas y todo en catorce
capítulos. Pero todo eso... mejor que lo veáis por vosotros mismos.
Actores,
pues tenemos muchos, es una obra muy coral. Pero yo debo destacar a aquellos
que más me gustaron. Kwak Yong Hwan
fue perfecto en ese rol afeminado que daba cierto giro a mitad de serie, Park Hyo Joo logró hacerme sentir
completamente dividida con su personaje como la Lider Han (era buena, era mala, era buena, era
mala...), los cameos de MBLAQ y U-KISS,
cortos pero carismáticos, sobre todo Lee Joon y Mir (Mir es el hermano de la actriz principal). Y mis favoritos, los
que van a mi listado de actores que me encantan, Go Eun Ah interpretando a Ji Seung Yeon, y Park Yoo Hwan (hermano de Park Yoo Chun) interpretando a WooHyun. Go
Eun Ah y Park Yoo Hwan me han vuelto completamente loca, si me han enamorado
con sus personajes, ¿cómo no iban a enamorarme ellos mismos? Interpretan de
maravilla, pero lo más importante es que han sabido cómo llegar para quedarse a
mi corazón. Pienso seguirles porque los dos lo han hecho genial y prometen
un montón. Y no voy a negar que necesito que ellos dos vuelvan a reunirse, la
química que se estableció entre ambos fue única e increíble, chispeante y
especial.
¡Abrazos!
Mire - Mayu.
estoy totalmente amando tú reseña, me ha dado mucha paz mental luego de terminar el drama, desearía que hubiese un mejor final, que de verdad le hicieran honor a la historia y a esos personajes tan perfectos que crearo, pero bueno nadie dijo que el mundo es perfecto. Muchas gracias por regalarme tanta paz mental con todo lo que escribiste de corazón me haz hecho muy feliz <3
ResponderEliminar