Full house es la última serie que he visto. Es un clásico dentro de los doramas coreanos. Es más, según los rumores, Full house le abrió la puerta a este tipo
de género, la comedia romántica. Arrasó en tantos aspectos, ganó muchos
premios. ¿Es merecida o inmerecida esa
fama y ese éxito? Puede que si nos remontamos a esa época, a su contexto, a
los k-dramas que se solían emitir por televisión... puede que entonces
encontremos el porqué de que Full house
fuera todo un éxito y maravillara a los espectadores. Porque... se había
acabado llorar viendo un k-drama. Ahora tenian una serie a la que aferrarse con
la que poder reír y soñar un poquito, un amor más natural, menos épico, pero
también menos sufrido, y con su final feliz, cosa prácticamente imposible en
los melodramas. Creo que esa es la explicación a porqué Full house se convirtió en un clásico.
En la actualidad, si navegáis por la red
encontraréis muchas opiniones negativas de Full
house, porque el contexto de las personas de hoy en día, incluso
televisivamente hablando, es completamente diferente. Full house tiene once años y en esos once años se han creado muchas
comedias románticas. ¿Es raro que muchas
de esas comedias hayan sido más atrevidas y mejores? No. Pero la cuestión
es que yo no me animaba a ver Full house
por todas esas malas críticas, y no porque dijeran que no era tan bueno como lo
pintaban, sino porque decían que era parecidísima a Attic cat (una de las peores series que he visto), cosa que yo
misma he comprobado que es una gran mentira, y también porque en general solo
encontraba opiniones donde se decía que si Rain
era mal actor, que si la serie era un rollo sin sustancia, etc. Malas opiniones que me hicieron ver la
serie con los ojos equivocados. Al menos hasta que me decidí a verla, y ya
recorrido los primeros capítulos, supe que para mí, Full house no era épicamente
buena pero tampoco desastrosamente mala. A mí me ha gustado Full house, y en la
actualidad seré una entre un millón y habrá gente que piense "que boba es", pues muy bien,
pero cada cual con sus gustos. Yo no creo que Full house sea lo mejor del
mundo, lo más grandioso en comedias románticas coreanas, pero sí que valoro
esta serie porque me ha hecho reír, enamorarme, disfrutar un montón, me ha
hecho desvelarme y recorrerla en dos días, me ha gustado mucho y semi-encantado
también.
6/10
Full house me ha gustado mucho. Me ha
sorprendido. Me ha hecho reír. Me ha hecho llorar. Ha abarcado un gran elenco
de emociones. Con ella he reído como una niña, he soñado, he reflexionado, me
he preguntado cómo podríamos llegar al amor, me he sentido idiota cuando caía
en ciertos prejuicios, me ha encantado cuando por fin he abierto el cofre del
tesoro (el corazón de nuestros protagonistas y todo lo que se esconde en
ellos), he saboreado un montón escenas de juegos, risas, y amor cándido, he
llorado totalmente frustrada cuando había malentendidos y tropiezos, he perdido
la esperanza en algún segundo para recuperarla después con más fuerza que
nunca, y nunca jamás he pensado en no continuar Full house. No niego que en algunos momentos la nota de la serie
bajaba para mí pero después volvía a remontar solita.
Además, toda la trama me ha parecido de lo más
interesante y todo el elenco ha hecho un gran trabajo, y creo que tenemos un
puzzle bastante bien armado, una historia bonita, divertida, entretenida, con
su toque agridulce, que promete entretener y lo hace, que promete enganchar y
lo hace, que no vende una historia de amor épica. Hubo momentos en que no
comprendí a mis dos protagonistas, en que veía tantas barreras entre ambos que
no podía entender cómo iban a encontrar ese camino que los llevara al amor, que
los hiciera amarse el uno al otro, ¿pero sabéis
que? Que según fui viendo la serie,
despacito, esta historia fue tomando fuerza, este amor fue creciendo, naciendo
despacio, enraizándose sin apresurarse, lo hace tan sutilmente que cuando te
quieres dar cuenta, ahí está, quizás estuvo desde el principio, quizás nació de
la atracción o de las desilusiones, o de odiarse y pensarse mutuamente, o de
todas las veces que rechistando se salvaron. Quizás nació de una multitud de
momentos que los obligaron a crecer. Quizás nació con ellos de adultos pero viviéndose
como niños. Así fue exactamente como Young Jae y Ha Ji Eun se enamoraron. Fue
todo, fue la vida misma, fue encontrarse, odiarse, comprenderse, auxiliarse,
pelear, reconciliarse, jugar, sentirse como en casa, encontrar lo nunca visto:
un afecto sin condiciones, sin dolor ni guerras. Algo tan espontaneo y natural
que nace poco a poco. No estamos ante un amor apresurado ni a primera vista y
tampoco estamos ante el gran amor épico, no hay un grandísimo amor como si hubo en The snow queen (Divagando AQUI) pero tampoco
tiene tantas cuotas de drama y se agradece que cada historia tenga algo
especial.
Full
house
tiene ese toque romántico predominante sobre él la comedia y me ha parecido
perfecto. No perfecta la serie pero si perfecto para lo que pensaba que iba a
encontrarme. Yo he vivido realmente esta historia, me he metido totalmente en
la piel de mis protagonistas, en mi adorable y fuerte niña, en mi malcriado y
buenazo chico, he sentido que sus risas eran las mías, que sus peleas, sus
reconciliaciones, sus miedos y sus decepciones, sus conquistas, sus
infantilismos y sus crecimientos, sus lecciones, sus saltos al vacios, sus desvíos
del camino, sus promesas, eran las mías.
La historia engancha muchísimo, al menos así me
sucedió a mí, que en dos días la vi, dieciséis episodios vistos en dos días y
días después volví a ver los minutos finales y volví a emocionarme. La historia
es súper amena y contiene momentos predecibles pero también giros inesperados
que te hacen no poder prever nada, y te enganchan y te hacen seguirla hasta el
desenlace. Y lo mismo pasa con los personajes principales, incluso con los
secundarios en el sentido de que todos tienen un fondo y algo que los lleva a
tomar sus decisiones, y nosotros, si somos pacientes, podemos encontrarlas. Con
los protagonistas me pasó que al principio me divertí mucho con ellos, luego me
frustré cuando no tomaban la decisión que yo quería, me sentí confundida por
ellos creyendo que no entendían a sus propios corazones, pero con el tiempo,
las horas y la historia en crecimiento, me di cuenta de que era yo quien no los
entendía, no son personajes que se puedan conocer desde el primer capítulo,
sobre todo si hablamos de Young Jae y el lazo de amistad y promesa que le une a
su amiga Hae Won, atentos, he dicho amistad y promesa y no amor porque con el
tiempo descubres que este chico tiene las manos atadas por una promesa de la
niñez pero no el corazón y su corazón ama a quien ama y no desea renunciar a su
esposa, y por eso, enmascarando sus decisiones, en vez de pedir un día, tres,
el chico pide años y años para estar al lado de Ha Ji Eun.
He salido encantada con mis dos protagonistas,
de verdad. A ambos les he tomado un montón de cariño.
La que
más me ha gustado ha sido Ha Ji Eun, lo admito, esta chica me ha robado
totalmente el corazón, aunque también debo decir que a veces se equivoca de
pleno
(manteniendo las esperanzas de Min Hyuk, mal amigo haya donde se mire). No es
una chica que todo lo haga bien, que todo le salga perfecto, que siempre tome
las mejores decisiones. Según vive, según siente, va tomando las decisiones. Es
una chica muy emocional y quizás a eso se debe. En el fondo, me sentí bastante
identificada con ella aunque considero que ella tiene cosas que yo admiro y
querría tener. Pero a lo que voy, esta chica es la mezcla perfecta entre dura y
adorable. Es que vas pensando que te vas
a encontrar a la tonta de turno y no es así. Al protagonista no le permite que
se pase, no le consiente sus caprichos, no pasa por alto las rabietas del
precioso niño. Si tiene que plantarle cara y enfadarse con él y pelear
verbalmente hablando, lo hace. Si tiene que consolarle, escucharle, apoyarle,
también lo hace. Es la mezcla perfecta aunque sea una chica imperfecta.
Pero todos somos imperfectos. Ha Ji Eun cuenta con todo mi afecto, es adorable,
increíble, valiosa, maravillosa, tiene un corazón generoso, dulce, es
encantadora y cada pequeño instante es capaz de transformarlo en un milagro. Luego
también es muy peleona, tiene un montón de carácter y grandes rasgos de
impaciencia, lo que la lleva a ser bastante temperamental. Vamos, hay veces en
que es como una niña. Está acostumbrada a la soledad, a no poder contar con
nadie en el mundo y tener alguien ahí con quien luchar, confraternizar y soñar
cambia su mundo.
Lo que va perfecto con nuestro protagonista, Young Jae, que es un niño dentro del cuerpo de un precioso veinteañero. Un niño
caprichoso, revoltoso, que solo sabe lo que es el dolor, y que tiene muchos
aires de diva pero que no es tan malote como parece. En realidad es un chico
noble y leal, un dulcecito y un encanto pero no deja de ser un niño aprisionado
y eso le lleva a comportarse como tal. Vamos, debo decir que yo caí por este
niño revoltoso. Me gustó mucho Young Jae. Además, no fue el típico idol en
algunos sentidos, Young Jae no tenía ni idea sobre mujeres, era muy inocente en
esos aspectos y se nota a la hora de convivir con Ha Ji Eun, y con eso me eché
un montón de risas. Es el típico niño al que daríamos unos cachetes pero luego
le abrazaríamos esperando curar todo ese dolor que las personas de su vida solo
han ido alimentando, hasta que llega Ha Ji Eun y lo cambia todo. Es un
chico alegre y de corazón puro este caramelito y ha sabido enamorarme,
enternecerme, hacerme reír a carcajadas, y hacerme soñar, ay mi lindo oppa, mi
niño malcriado, le quiero... y como ame verle tan, tan enamorado de su
genialosa esposa... ¡Bien por mi oppa, porque en algún momento es tonto el niño
pero en otras ocasiones... es un dulce milagroso y capaz de cambiarlo todo y
entregarlo todo! Oppa imperfecto para unnie imperfecta, genial. Las
imperfecciones hacen de esta serie y estos personajes algo mucho más real y
cercano.
Es divertido ver como convivir juntos les lleva
a encontrar quiénes son y que esperan para sus vidas. Convivir les hace crecer.
Ambos llegan acostumbrados a su soledad, a su caprichosa forma de ser, ambos no
están acostumbrados a vivir en un hogar, es toda una novedad tener a otro en
casa, y esa convivencia les hace chocar muchísimo, se pelean, discuten,
prometen no verse más, y siempre vuelven al otro, sin pretenderlo, sin
buscarlo, solo siguiendo la guía de sus corazones, se reconcilian jugando como
niños, y en esos momentos se viven maravillosamente y se aman con la inocencia de
los bebés. Lloré cuando se peleaban o se distanciaban sin comprender que esos
pasos estarían llevándoles por el camino equivocado, pero también reí cuando
ellos solitos encontraban el camino de vuelta al otro. En esta serie cada paso
es imprevisible, porque todos son niños que parecen adultos y que deben
aprender cayéndose y levantándose. Madurando ante todo lo que de repente sucede
en sus vidas. Me encantó como naturalmente Young Jae y Ha Ji Eun siempre encontraban
ese lazo rojo que les devolvía a los brazos del otro, que les hacía quedarse
grabados en el corazón en el otro, que les hacía reír, y sentirse amorosamente.
En serio, las escenas entre estos dos o son muy peleonas (que no sufridas salvo
en un par de capítulos) o son muy dulces.
Solo os aviso de que las declaraciones de amor,
los tiempos para amarse con honestidad, se hacen de rogar, hasta el último
capítulo no desaparecen todas las barreras que les mantienen lejos o les
impiden estar juntos como pareja. En eso hay que echarle paciencia a la serie.
Y tampoco os esperéis el mejor final del mundo. Los últimos capítulos son
bastante tristes y en el último volvieron con toda su fuerza cómica y no estuvo
mal amorosamente hablando pero no fue seguramente lo que esta pareja se
merecía. Pero bueno, es una serie buena pero imperfecta.
No es la mejor del mundo pero no está nada mal.
Es entretenida, cómica, es dulce en muchos momentos, es dolorosa en algunos
otros, puede ser frustrante o maravillosa, es la vida sin ser una serie de
ficción. Es una historia realista en muchos aspectos, pero es una serie amena y
lenta que hay que ver minuto a minuto, sin perder la paciencia para comprender
quiénes son sus protagonistas, quienes sus importantísimos y pesadísimos
secundarios, y quienes son esa familia encantadora, y como será este amor y que
podrán enseñarse mutuamente Young Jae y Ha Ji Eun, vamos, son necesarios esos
capítulos para comprenderlo todo. Admito que hacia el final parece un poco
bucle porque se nota que tiene capítulos de más, que se podría haber reducido
si no se hubiera dado tanto protagonismo a los secundarios, pero... es lo que
hay.
Y no sé si lo he dicho ya... pero yo he llorado con esta serie, se me ha
hecho un nudo en el corazón, a veces perdí las respuestas a cómo podríamos
llegar al amor, pero Full house, despacito, me hizo divertirme con sus
experiencias, con sus niños aprendiendo a ser mayores, porque eso son nuestros
protagonistas y esos dos pesaditos de turno con una razón de ser. Y me hizo
enamorarme totalmente de esta preciosa pareja y su linda y ligeramente
agridulce y sobre todo divertidísima e inocente historia de amor, mis queridos
Ha Ji Eun y Young Jae. Adorables ellos. Adorables como pareja. Y más que
adorables y especiales los grandes momentos que pasaron juntos y que
naturalmente, lo cambiaron todo. Este amor es un pequeño regalito y a mí me ha
gustado mucho porque es lindísimo ver a estos dos niños crecer juntos y
enamorarse de esa forma tan enraizada y fundada en las imperfecciones y las
vivencias vividas junto al otro, en los sueños y en todos los momentos de darse
la mano ante las derrotas, y de reír juntos cuando la vida parece ir mejor de
lo esperado. Mis bebés, los adoro y amo. A-chu-cha-bles.
Quiero destacar a la familia de Young Jae y los
amigos o enemigos mejor de Ha Ji Eun. Esos amigos de infancia de esta chica NO
son amigos pero traen risas y entran ganas de darles de bofetones por sus
maldades a su amiga. La familia de Young Jae: los padres y la abuela son
totalmente achuchables y hacen muy feliz a nuestra protagonista, y hay que
verlos cantando Tres Osos o a nuestro protagonista cantando esa canción
infantil para hacer feliz el corazón de Ha Ji Eun.
Hae Won, la que antes Young Jae pensó que era
su amor... pues con el paso de los capítulos él se da cuenta de que es
exactamente ese sentimiento y no es amor, es afecto, es una promesa hecha mucho
tiempo atrás, una promesa que le trae el recuerdo de alguien valioso a quién
querría poder ver, y no digo más, descubridlo.
Min Hyuk, sin duda este es un
amigo horrible, porque ver cómo trata a Hae Won, que a veces es un zorrón y que
se porta como una amiga muy mala con Young Jae y como una loba con Ha Ji Eun,
cierto, pero Min Hyuk está al mismo nivel que esta chica. Hae Won y Min Hyuk no
son malvados pero son sumamente egoístas, caprichosos, vanidosos e insanos en
realidad, porque necesitan tener a otros en la cuerda floja. Min Hyuk quiere
conquistar a Ha Ji Eun, y no le importa si su amigo ama o no a esta chica, la
quiere para él porque es el único trofeo que no ha podido conquistar o robarle
a su amigo sin parpadear, pero aporta algo bueno a Ha Ji Eun: da alas a su
sueño de ser escritora, le da unas pautas aunque a veces sea demasiado cruel
con sus opiniones -como es todopoderoso y rico piensa que la educación sobra y
su palabra es ley-, pero hubo una escena, un día de lluvia, en que realmente
sentí cariño por Min Hyuk y me gustó que le gustara nuestra protagonista pero
fue muy, muy pesado y no se daba por enterado cuando con todas las letras del
abecedario la protagonista solo podía pensar y hablar y esperar a su oppa y
marido. Y Hae Won no quería dejar de aferrarse a la mano de su mejor amigo y por eso no paraba de hacerse la victima pero
veía con todas las luces que su best
friend ya no soñaba con ella sino que contaba las horas para volver
corriendo a casa y estar junto a su Pollito (sí, así la llamaba XD), su linda e
intrépida Han Ji Eun.
Esta es
una historia de esperas, de esperar el amor, de esperar los sueños, de correr
hacia ellos, de saltar al vacío, de atesorarse y crecer, y pelearse, y tomar
malas decisiones, y cometer locuras, y soñar más alto que nunca, y derrumbarse
y sacrificarse, y ser niños en vidas de adultos, y convivir hasta encontrar
amor, felicidad y ese sentimiento de hogar.
Vosotras deberéis esperar con
paciencia mientras veáis Full house porque Young Jae y Ha Ji Eun irán a pasos
lentos, pero al final... se encontrarán, después de esperarse mucho mutuamente.
Así que olvidad todo cuanto habéis oído y sin creer que será la serie de
vuestras vidas, mirad Full house. No es mi mejor serie pero me ha gustado y es
tan divertida y le he tomado tanto cariño a mis dos niños protagonistas que
volvería a ver su historia.
ELENCO
Los actores, la pareja principal, (Bi) Rain y Song Hye Kyo, me gustó muchísimo. Ambos hicieron una pareja preciosa, divertida, peleona, especial. Sin duda, los adoré. Me chiflaron juntos. Tuvieron una química especial. Supieron complementarse y jugar ese rol que les hacía verse adorables juntos.
Los actores, la pareja principal, (Bi) Rain y Song Hye Kyo, me gustó muchísimo. Ambos hicieron una pareja preciosa, divertida, peleona, especial. Sin duda, los adoré. Me chiflaron juntos. Tuvieron una química especial. Supieron complementarse y jugar ese rol que les hacía verse adorables juntos.
Dos niños amorosos y
siempre discutiendo por rabietas de bebé. Me encantó esta peculiar parejita,
genialosos. Y eso también se debe a que como actores supieron enamorarse
ficticiamente y que ambos son buenos actores.
Song Hye
Kyo fue la que más me gustó pero Rain tampoco se quedó atrás. Ambos me gustaron
mucho, me parecieron muy buenos actores, mil veces mejores que cualquier otro
de Full house y pienso seguirlos a los dos. A Rain
está más difícil porque los argumentos de sus otros K-Dramas no me atraen pero Song Hye Kyo tiene series que quiero
ver con mi oppa Hyun Bin y Song Joong Ki
-esta última, todavía rodándose-. A ambos espero seguirles la pista y la verdad
es que me encantaría que los volvieran a reunir, aunque si este amor traspasó
la pantalla, como así fue, quizás no quieran reencontrarse por ser ex novios.
Rain me encantó, había
leído que solo valía para sex simbol (lo dijo una amiga mía XD) pero a mí me ha
gustado mucho como actor, y creo que es mucho más que un oppa de cuerpo bonito
y rostro cincelado por ángeles, creo que es un actor con capacidad para
enamorar, a mi me hizo llorar verle llorar y me encantó verle enamorado. Me
creí totalmente su papel. Fue fabuloso este precioso oppa. Song Hye Kyo se
come la pantalla, tiene algo que es especial, algo que te dice que esta chica
no será solo una actriz más, es dulce y fuerte, tiene esa mezcla tan bien
integrada que resulta impresionante. Me encantó la armonía que le dio a su
personaje.
Los dos me gustaron mucho, sí.
Otros actores, pues estaría la zorrita
interpretada por Han Eun Jung, el
mal amigo que se cree Casanova interpretado por Kim Sung Soo pero la verdad es que no me impresionaron, es difícil que
un villano o semi-villano me guste, lo siento. Y otros actores interpretando
otros roles pues todos, al igual que estos, estuvieron bien, pero ninguno me
chifló y es lo que hay.
Un abrazo queridos míos y seguid soñando. Nos
leemos pronto.
Mire -
Mayu.
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