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24 de septiembre de 2014

Beautiful stranger: Un desconocido encantador (#2) de Christina Lauren

¿Quería leer Un desconocido encantador? Sí. ¿Mucho? No. ¿Me ha decepcionado? Sí. ¿Tenía muchas esperanzas puestas en esta novela? No.

Después de la decepción que me llevé con Un tipo odioso no tenía ganas de leer Un desconocido encantador, pero me habían prestado el libro y sentía curiosidad. Tenía la pequeña esperanza de que la historia de amor de Max y Sara pudiera gustarme. Pero no ha sido así.


Es más, Beautiful bastard me gustó más. Chloe y Bennett me gustaron más. Su relación, sus diálogos y encuentros, su vivencia sexual, me gustó más. Cierto es que su historia me aburrió, que tanto sexo me pareció absurdo, que no sentí nada leyendo la novela, no conecté nada, nada con la historia de Chloe y Bennett. ¿El lado bueno? Pues que al principio el libro era divertido y ameno, toleré a Chloe y me gustó de verdad cómo escribía Bennett, le cogí cariño a ese chico imperfecto.

Pero esta novela ha sido demasiado mala, no la soporté en ningún momento, se me hizo aburrida, tediosa, insípida, irreal. Fue una decepción tan grande que no me lo podía creer. Al final, me rendí con esta novela y superada la página 125 la leí por encima, saltándome párrafos innecesarios, escenas narradas por Sara y todas las escenas de sexo restantes, y cuando digo todas, es todas, sin excepción.

Sara y Max no podrían haberme aburrido más. Son una pareja mala. Para mí, los dos no encajan, son demasiado diferentes. Además, en ningún momento sentí que Sara se enamorara de Max. Max si se enamoró de Sara, pero no entiendo por qué. Max es un chico mono, pero no me ha transmitido casi nada y Sara es insoportable, una idiota injusta, cruel y egoísta.




Su protagonista femenina me ha parecido inaguantable. Me he llevado una decepción enorme con Sara. No sabía que Sara fuera así, pero no me ha gustado nada. ¿La odio? No, pero me ha parecido insufrible, demasiado cobarde como para merecerse a Max. Sara no deja nunca de lloriquear por haber sido una chica cornuda. Durante la novela, es tan obvio que su ex le fue infiel desde el primer día... y Sara prefería cerrar los ojos y mantener la fachada de su idílica vida. Ella nunca quiso a Andy. Si le hubiera querido no le habría superado en seis días. Si, la cobarde Sara dejó al cretino de su ex, y en seis días ya estaba follando con otro mujeriego famoso. No la entiendo. Comprendo sus ganas de vivir locamente, de no atarse a nadie, pero Sara es tan controladora que le es imposible ser impulsiva estando sobria, todo tiene que estar controlado por ella. Y si no tuviera ganas de atarse a nadie no haría un pacto con el primer sexy desconocido que la desnudara con los ojos.

Sara me exasperó mucho, siempre estaba echándole en cara a Max que nunca iba a confiar en él porque los tipos mujeriegos están programados para ser infieles... entonces, ¿ella para que está programada? ¿para ser una idiota masoquista? Sara no quiere que un paparazzi le haga nunca más una foto, ¿entonces porque se decide a batir el record de follar en todos los lugares públicos de Nueva York con un chico famoso? Y ese recién descubierto vicio por el sexo exhibicionista no me lo creo, igual que no me creo que en 27 años jamás hubiera tenido un orgasmo. ¿De verdad voy a creerme que Max es el único hombre capaz de darla placer? ¿Esa no es una idea machista? Y por encima de todo, estoy cansada de este tipo de chicas, de protagonistas insulsas que siempre han sido muy recatadas, que jamás han tenido un pensamiento indecente, y que al conocer a un dios del sexo descubren su fetiche por exhibirse follando. Es como si necesitaran excusarse en el otro para hacer con su sexo lo que siempre habían querido... y escondido.

También estoy cansada de este prototipo masculino, y eso que no tengo nada en contra de Max, porque es un chico amable, divertido y simpático, pero, ¿de verdad tiene que ser siempre el típico dios griego, sobrealimentado de viagra, que siempre se acuesta con todas y cada una de las chicas del planeta?

Creo que ya he dejado muy claro que Sara no me ha gustado nada. No me gustó que mintiera siempre a Chloe, a George, a todos, respecto a Max. Pero sobre todo, no me gustó como trataba a Max, y lo jodidamente injusta que era con él. Usaba a Max como si solo fuera un juguete, un caprichito de niña rica, un vibrador que podía encender y apagar a su antojo.

Ya, Max acepta las condiciones de Sara, pero en el fondo, solo lo hace porque ella de verdad le gusta y espera que, de esa forma, Sara deje caer sus barreras. No le sale demasiado bien, Sara nunca llega a confiar en él, queda muy bien demostrado al final de la novela, y nunca le recompensa por haberle fallado, por haber roto sus promesas y sus suspiros de amor ante el primer desafío.


Ese final fue tan flojo, apresurado, superficial. Bueno, toda la novela me ha parecido demasiado floja, en ningún momento he conectado con esta novela o he sentido correcta esta pareja, y tampoco me ha gustado como estaba escrita Un desconocido encantador. En el primer libro, las narraciones de Bennett eran bonitas, pero en esta novela no, no había citas bonitas, sexys, descaradas. Solo había una sucesión de polvos exhibicionistas, de escenas ridículas e irreales, de diálogos sin chispa.

¿En serio esta es la historia de amor de Max y Sara? No me la imaginaba así, para nada. Y tampoco me imaginaba que Sara pudiera ser tan tonta y mala protagonista. Solo Max sostenía un poco esta novela, pero no lo suficiente, su personaje, chico mono, espontáneo, coqueto, y complaciente, no me ha dicho nada, es mono pero ahí se queda todo.


Los personajes secundarios... nos reencontramos con Chloe y Bennett, son tan monos juntos, y también está Will, el irónico, malhablado, sabelotodo, y desconfiado mejor amigo de Max. Will no ha sido exactamente como yo me lo esperaba, creía que iba a sentir un flechazo por él, pero no. Sí, me ha caído bien y me intriga su novela, pero tengo miedo. ¿Y si Christina y Lauren no logran tampoco hacerme sentir nada con la historia de Hanna y Will? Cruzo los dedos porque no sea así. Después de todo, he oído mil cosas bonitas de Will y Hanna, y ellos son el porqué de que haya apostado por seguir con la saga tras Beautiful bastard: Un tipo odioso. 

Mire – Mayu.


2 comentarios:

  1. Hahahaha, me reí mucho leyendo esta reseña! Con la primer párrafo me sentí súper identificada, aunque yo después de haber leído BBastard no me quedaron las ganas de continuar la serie. Me enmaoré de Bennet y también de su relación con Chloe, tal vez si el libro siguiente se tratara de ellos me animaría pero por lo que has dicho no me dan ganas xD
    Yo detesto cuando en las novelas no logro conectarme con los personajes; es como si leyera la vida de alguien que no me agrada y para eso mejor salgo a la calle a hablar con las vecinas hahahaha.
    Gracias por la advertencia!
    Mar

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    Respuestas
    1. A mi también me pasa. Es como quedarse con un vacio absoluto.

      Por ahi todo el mundo recomienda la tercera novela, quizás contigo encaje.

      Esta segunda es para gustos muy concretos, como se ve xD.

      Las lei por puro masoquismo :(

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