¡Hola a todos queridos lectores! ¿Qué tal estáis? Yo muy bien.
Ayer fue mi 24 cumpleaños y lo pasé bien, y este finde lo celebré con mi amada
familia, y el viernes con una amiga, Natalia C. Gallego.
Sí, la
misma Natalia de la que voy a hablaros hoy, pues PsyCho, su novela
autopublicada en digital en Amazon y en papel en Lulú, ha sido mi última
lectura.
Conozco a Natalia C.Gallego desde hace unos años. En 2007 pude leer algunas de sus novelas y me
quedé muy enamorada de sus letras, de sus tramas, de sus personajes, de su
sensualidad, de su toque romántico. Me embrujó. Y nunca pude olvidarle, de ahí
que cuando, un día le perdí el rastro, me sentí muy triste. Se acabó poder
leerla, se acabó poder seguir enamorándome con sus personajes, se acabó sentir
mariposas en mi estómago. Pero un día, de finales de 2013, vi su nombre en Me apuesto el corazón, libro suyo
publicado en digital por Kiwi. Enseguida me puse en contacto con ella, y Kannay,
así se hacía llamar en el pasado, me respondió con todo su encanto. Fue tan
amorosa conmigo que no dudé en pedirle una entrevista. Y después, en navidades, me regaló en digital su novela PsyCho. Y en este tiempo, he podido
hablar con ella, y Natalia ha dejado de
ser una escritora más, se ha convertido en una buena amiga, en alguien que
desde el primer momento me trató con mucha dulzura. Si antes la adoraba, ahora
la quiero mucho. Es una gran amiga, una persona muy especial, y una escritora
con mucho talento, que con PsyCho,
ha vuelto a demostrarme lo mucho que podía enamorarme. Ya solo me falta tener PsyCho en papel, pero en ello estoy. Tengo muchas ganas de abrazar mi libro y
poder volver a perderme con Kyung y Jasleen en ese peculiar mundo de ficción y
realidad.
9/10
PsyCho es una novela que
empecé con mucho miedo, debo admitirlo. Se sale completamente de mi zona de
confort literaria, y por eso mismo, temía lo que podía encontrar entre sus
páginas. Más cuando la misma Natalia
temía que yo le tirara el libro a la cabeza.
¿Por suerte para ella? No ha sido así. PsyCho
me ha gustado mucho, me ha encantado, sus protagonistas me han enamorado y
aunque no siempre me resultó fácil entender la narración, los entresijos
enrevesados de este mundo literario, jamás pensé en abandonar esta novela,
sentía demasiada curiosidad, estaba demasiado enganchada, y amaba demasiado a Kyung y a Jasleen como
para abandonarlos en su viaje.
Me ha
gustado mucho PsyCho, ha sido una gran sorpresa. Y yo adoro cuando
una escritora me sorprende, cuando me deja con la boca abierta, cuando me roba,
de alguna forma, el corazón. ¿No os parece mágico enamoraros? Pues
aún lo es más cuando ni siquiera lo esperas. Sí, me encanta Natalia,
siempre adoré como escribía, pero jamás la leí en un género como este, y ha
sido muy grato encontrarme perdidamente enamorada de esta novela, y todo
gracias a Kyung y Jasleen, sus adorables y muy achuchables protagonistas.
¿Expectativas? Al salirse de mi
zona de confort, prefería no tenerlas, y en parte eso ha sido bueno. Porque no
tenía ideas preconcebidas, simplemente, me relajé, tomé este viaje, y el camino
me ha cambiado. Kyung y Jasleen se me
han metido bajo la piel. Y no exagero en ni una sola de mis palabras, ni
una. He tenido más de una semana para pensar en mis palabras, para saber lo que
sentía por PsyCho y lo que no. Esta
no es una reseña que nazca tras la euforia post-lectura, es una reseña muy
pensada y sentida. Una reseña que se ha hecho de rogar, sí.
Para mí, PsyCho no es
una novela perfecta, pero si es una gran novela, y creo que se merece una
oportunidad, igual que se merece formar parte de nuestras estanterías. Quizás
no sea el mejor libro del mundo, a mí no me lo parece, pero es bonito. De
verdad es bonito. ¿Sabéis lo mucho que
me han enamorado Kyung y Jasleen? ¿Y lo muchísimo que he adorado su historia de
amor? Pues eso ha sido lo que ha marcado la diferencia. Para mí PsyCho ha sido
una lectura adictiva, incluso encantadora, que me ha tenido suspirando,
saboreando cada momento, y todo porque Kyung y Jasleen se han metido bajo mi
piel, y lo mismo me ha pasado con su otra realidad, vistos como Horse y Bear.
No voy a mentir y decir que PsyCho
me ha parecido una novela diez, porque al salirse de mi zona de confort, no ha
sido así, pero si puedo afirmar que he disfrutado de este oscuro, raro,
conmovedor, viaje literario. Tampoco es que vaya a obsesionarme con este libro
y suspirar por él para siempre, pero sé que voy a amar a Kyung y a Jasleen
durante toda mi vida. ¿Acaso eso no es
suficiente? Para mí, sí.
En el fondo no sé qué palabras usar para hablaros de esta
novela, como haceros llegar la multitud de emociones que me ha hecho sentir.
Pero prometo intentarlo. PsyCho me ha gustado, no ha sido todo suspiros,
corazoncitos, y dulzura, pero si ha sido una novela que he saboreado, y que he
leído con mil ojos, sin poder olvidar lo que sucedía entre sus páginas. Ha sido
una lectura adictiva, de principio a fin, por un lado, por la curiosidad, me
tenía intrigadísima esta novela, y por otra, por esos dos achuchables
protagonistas que han sido un regalo, y obvio, se han convertido en mi
debilidad.
Doy gracias por tener a Jasleen y Kyung como protagonistas,
porque ellos han marcado la diferencia. Si Kyung hubiera sido un chulo y
arrogante rompebragas y Jasleen hubiera sido la típica sosa insípida, este
libro no habría tenido mucha gracia, pero Natalia no es la típica escritora de
juvenil, esa que se alimenta de clichés, y de prototipos de personajes que ya
me cansan.
Natalia es una escritora con
un gran don, para escribir, para intrigar, para conmover, para crear tramas que
sorprendan, para hilar momentos inesperados, dulces, dolorosos, sublimes, pero
su mayor don, son esos personajes que ella crea, siempre alejándose de tópicos.
No sabéis lo mucho que yo he adorado a
Kyung y a Jasleen, desde la primera página, lo mismo cuando ambos se
encontraban en ese mundo de pesadilla, y usaban máscaras y el sobrenombre de Horse y Bear. Desde el primer momento fue
sencillísimo ponerme en la piel de ambos, saber que sentían, cómo lo sentían,
percibir el mundo bajo sus ojos, pero no solo eso, desde el primer momento,
supe que iba a enamorarme de ellos, y así fue, y cuanto más leía y más los
conocía, más me enamoraba yo, más me conmovían, más se me metían dentro del
pecho, para siempre. Sí, creo que les voy a querer siempre.
¿Y no es eso algo mágico? Cuando te
encuentras con unos protagonistas como estos, entran ganas de bailar y reír, es
algo especial.
Aquí tenéis a mi nuevo bookboyfriend,
Kyung me ha dejado sin aliento, no sabéis cuanto amo a este príncipe mío. Y
Jasleen ha estado a la altura de su chico coreano, ella ha sido toda una
heroína, toda una guerrera. Le quiero más a él, pero… bueno, los dos son muy
achuchables y me han robado lágrimas y el corazón, y hacen una pareja tan
hermosa, que es difícil no sentir mariposas. Fue imposible que no se me erizara
la piel al verlos juntos, al sentir cómo se enamoraban.
Además, este no es otro típico enamoramiento juvenil, hecho de
hormonas, sexo, y placer carnal. No, es más, en PsyCho no hay sexo, y todo lo que se ve entre Kyung y Jasleen es un
beso, pero la historia no lo pide, y Natalia
no es una escritora fácil, no es de las que usan los típicos recursos. Creo que
tiene mucho mérito cómo ella ha creado una historia de amor tan dulce e
inocente, construida a base de momentos importantísimos entre los
protagonistas, donde las miradas, el roce inesperado en la piel, el aleteo del
corazón cual mariposa, lo es todo. Kyung y Jasleen están pasando por un momento
muy oscuro en sus vidas, y se necesitan mutuamente para sobrevivir, apenas
tienen tiempo para el amor o para darse una oportunidad, pero su cercanía, el
refugio en esta tormenta que suponen para el otro, lo cambia todo. ¿Quién dijo que para enamorarse había que
acostarse con alguien? Eso es absurdo, el amor no necesita de algo tan
nimio. Jasleen y Kyung se enamoran desde el centro de sus corazones, es algo
auténtico, y por eso, me ha llegado tan hondo, y me ha conmovido, emocionado, y
enternecido tanto su historia de amor. Es más, he llorado mucho con ellos,
quizás demasiado, pero cada lágrima ha sido maravillosa. Llorar por un amor así
es genial.
¿Sabéis? Esta es una dulce e
inocente historia de amor entre dos personas perdidas, oscuras, al borde del
abismo, que están a un paso de perderlo todo, y conocerse, buscarse, ser
amigos, aliados, enamorarse, lo cambia todo. En este camino, en esta última
oportunidad, ambos se descubren mutuamente, y ese día a día, y todo lo que
comparten, les hacen ver algo único, maravilloso, especial en el otro. Su
historia de amor me ha tenido muy, muy enamorada. La he adorado. Los dos son un
amor de personajes, y estoy enamorada de ellos, y su historia de amor ha sido
la cosa más tierna del mundo. Ainsssss, como he llegado a quererlos.
Y ahora sí, paraos un
momento, y pensad que esta no es una novela romántica, es una obra de fantasía,
oscura, peculiar, muy rara, y aun así, entre todos esos momentos, al filo del
abismo, sin un solo momento para relajarse, donde la supervivencia lo es todo, Natalia
ha construido una historia de amor pequeña pero hermosa, creada con mucho mimo,
y justamente por eso, yo la amo como escritora.
También me ha gustado la historia de supervivencia que esconde
esta novela, todos sus momentos de fantasía, de tragedia incluso. Ha sido un
camino sorprendente. Natalia C. Gallego me ha sorprendido en muchos momentos, escenarios,
revelaciones, ha sido la novela más peculiar, rara, que he leído nunca, y ha
sido buena, sí. Pero como ya he dicho, esos protagonistas han marcado la
diferencia.
Kyung
es un amor, y yo estoy enamorada de este chico. Kyung sufre mucho
porque su familia es horrible, y su vida es más una cárcel que otra cosa, y
conocer a Jasleen le da alas, le entrega la libertad y la felicidad que desde
que era un niño nunca más había vuelto a sentir. Fue hermoso ver como este
chico coreano, asentado en Nueva York, se enamoraba de Jasleen. No hace falta
que os diga lo guapo que es Kyung, ¿no?
Pero si os voy a sorprender al deciros esto. Cierto personaje (mi querida nana)
le dice “tú eres muy guapo”, y él
responde “no tanto”. Kyung no es
arrogante, no es soberbio, no es egoísta, no es creído. Kyung es un chico
solitario, perdido, que tiene el corazón roto, ha perdido su inocencia por
culpa de esa demoledora enfermedad que sufre, y por una familia que solo le
hacen sufrir y anhelar esa infancia en la que un día quizás hubo amor. Y cuando
se enamora de Jasleen, descubre tantas cosas, como por ejemplo, que por fin ha
encontrado a alguien digno de su amor, de su dulzura, de su inocencia, alguien
que sepa llegar a su corazón y curarlo. Kyung es tan diferente a su odiosa
familia, él es dulce, amable, considerado, cariñoso, atento, fiel. Kyung es un luchador, es un príncipe, y lo
digo de corazón. Kyung no ha tocado nunca a una chica, Jasleen es la única que
se ha ganado su corazón, y solo con ella… bueno, pues eso. Otra de más de mis
razones para amar a Kyung. *_______*
Jasleen
es una protagonista especial también. Ella si tiene unos buenos padres que se desviven por ella, que
luchan porque ella esté mejor. Pero aun así, se siente sola y desamparada. Cosa
que es cierta también, Jasleen no tiene amigas, nadie fuera de sus padres la
aprecia. Jasleen es una preciosidad, por dentro y por fuera, pero nadie salvo
Kyung, ve nada especial en ella. Enamorarse de Kyung no resuelve sus problemas,
pero le da esperanza, le da otro sentido a su vida. Jasleen es una chica
increíble, valiente, llena de coraje, dulce, amable, considerada, leal, fuerte.
Es una heroína, y he llegado a quererla
mucho. Es más, me resulta imposible comprender por qué sus compañeros de
clase la tratan tan mal, y por qué ningún otro chico había visto antes la adorable
chica que ella era, pero bueno, solo Kyung se la merece, así que me parece
perfecto que él sea el único en adentrarse en su corazón. Pero debo dejar claro
que muchas personas se están perdiendo a una chica increíble. Jasleen es
increíble y se merece lo mejor de la vida, ya es hora de que no todo sean
sombras y oscuridad en su vida.
Kyung y
Jasleen son una pareja preciosa, los dos se hacen amigos, pero esa clase de
amigos que sabes que son algo más, y bueno, ha sido cautivador verlos
abrazarse, consolarse, escucharse, luchar juntos. Ainsssss, no tengo palabras
para decir cuánto me ha gustado esta historia de amor. La he adorado.
Sí, ya sé que estoy divagando mucho sobre ello, pero estos dos
protagonistas y su historia juntos ha sido lo que me ha robado el corazón, así
que…
Por último, decir que, la fantasía, la oscuridad, de esta novela, también me ha gustado,
pero no me ha supuesto algo increíble y memorable. La narración está muy acorde
con un libro tan peculiar como este. Sin duda, ha sido toda una experiencia
leer una novela narrada bajo tantos puntos de vista, ha sido un poco
shockeante. A veces me costaba entender lo que leía, y tenía que volver a leer
las frases. La narración es enrevesada, no caótica o incorrecta, pero si
enrevesada. No es la narración amena y sencilla a la que me tenía acostumbrada Natalia, pero creo que eso es una
exigencia más de esta novela, de este oscuro mundo literario que es PsyCho.
Comprendo el porqué del enrevesamiento de la narración, si Kyung y Jasleen
perciben el mundo de forma diferente a causa de su condición mental, no podrían
narrar igual que lo haría alguien normal, pero yo hubiera preferido otro tipo
de narración, más sencilla, menos lenta.
Aún así, me ha gustado perderme entre las letras de Natalia C. Gallego porque Kyung y Jasleen lo valen todo, y porque había algo hermoso en las cadencias de sus letras, con dificultades y todo, con narraciones atípicas y complejas, con su forma enrevesada de expresarse, incluso cuando no entendía nada y debía volver a leer dos veces para entender qué estaba sucediendo. Con todo eso, ha logrado que sienta a Kyung y Jasleen como si fueran reales y que les quiera mucho. Es más, no paro de acordarme de ellos, y de verlos abrazados, acurrucados el uno con el otro, refugiado el uno en el amor del otro. Sí, sueño con ellos.
Aún así, me ha gustado perderme entre las letras de Natalia C. Gallego porque Kyung y Jasleen lo valen todo, y porque había algo hermoso en las cadencias de sus letras, con dificultades y todo, con narraciones atípicas y complejas, con su forma enrevesada de expresarse, incluso cuando no entendía nada y debía volver a leer dos veces para entender qué estaba sucediendo. Con todo eso, ha logrado que sienta a Kyung y Jasleen como si fueran reales y que les quiera mucho. Es más, no paro de acordarme de ellos, y de verlos abrazados, acurrucados el uno con el otro, refugiado el uno en el amor del otro. Sí, sueño con ellos.
No puedo dejar de escribir sin animaros a darle una oportunidad
a esta novela, y a esta escritora que esconde tanto, tanto potencial, y que
entrega tanto en solo cuatrocientas páginas. Sí, habéis leído bien. Yo quería
más de Jasleen y Kyung, y cuatrocientas páginas de ellos me han parecido pocas.
¿Un pequeño relato romántico sobre Kyung
y Jasleen post-PsyCho? Sí, yo no
diría que no. Si un angelito se apiada… *________________*.
¡Besos!
Mire – Mayu.
AY, nos abes lo feliz que me has hecho con tus palabras. y no ya sólo porque hayas disfrutado de la novela, lo cual siempre es una alegría, sino porque los personajes te hayan hecho sentir tanto. te puedo asegurar que mientras escribí su historia de amor nunca pensé que nadie pudiera sentir tanto con ellos (es más, según leía tu reseña pensaba: "¿de verdad está hablando de mis personajes?' xD).
ResponderEliminarpoco más te puedo decir que no te dijera el viernes, así que sólo me queda darte las gracias nena *hugs* <3
Yo no tengo palabras para decir lo EXCELENTE que es este libro. Tal vez no me sentí tan conmovida por la historia de amor, pero si por los personajes en su conjunto, sufrí con sus problemas, sus tristezas, sus miedos (en especial del lado de Kyung, también lo amo)
ResponderEliminarYa le dije a Natalia que su pluma es preciosa por donde la mires, es una delicia. Y me da mucha pena que no tenga el reconocimiento que se merece por haber escrito PsyCho, es un LIBRAZO.
Hermosa la reseña, me encanta saber que hay gente que le dió una oportunidad, ojalá hubiera más, no se arrepentirían <3