¡Hola! Hoy quiero presentaros el debut de Meredith Russo, escritora transexual que nos deja ponernos en la piel, también, de una chica transexual, que sólo quiere amar y ser aceptada.
Original: Estados Unidos (2016)
Páginas: 288
Género: Juvenil, drama, romance, religión, educación, transexual, transfobia.
Amanda nació como Andrew, hecho que desde siempre le produjo desasosiego, a diferencia de los otros niños ella no podía identificarse con su cuerpo pero tampoco con lo que se esperaba que fueran sus gustos y conductas. Siempre supo que ella no era Andrew, pero el mundo parecía no escucharla, quizás por eso, cuando estaba a punto de llegar a la adolescencia sintió terror e intentó morir, pero su madre no se lo permitió, desde ese momento Andrew nunca más volvió, sólo Amanda, para quedarse. Como no, el camino con la hormonación y el cambio de sexo, no convirtió a los transfobos en personas buenas, por eso asustada la mamá de Amanda envía a su hija a vivir con el padre de Amanda, al que ambas no ven desde hace seis años.
El sur de Estados Unidos es conocido por ser un lugar más peligroso para las personas del colectivo LGBT, sobre todo las personas transexuales. Amanda comienza su último año en su nuevo Instituto con el miedo de que alguien descubra su pasado, porque es un secreto que va a proteger completamente, por lo menos hasta que decida si quiere olvidar que algún día existió Andrew o no. Lo que entraba en los planes de Amanda era ser amiga de chicas, tres para ella, pero no enamorarse de un jugador de fútbol.
Leído: entre el 15 y el 16 de abril de 2019.
Etiquetas: abusos, age-of-coming, artistas, bailando, baile-de-mascaras, beautiful-covers, cambio-de-sexo, cliffhanger, contemporanea, diversidad-funcional, drama, el-amor-no-tiene-genero, leido-en-ingles, lgbt, no-puedo-juzgar, pansexual, romantica-juvenil, transexualidad
El año pasado tuve el placer de enamorarme de mi primer libro sobre una chica transexual, escrito por Brie Spangler, y gracias a su recomendación apunté If I was your girl. Cuando pude no dudé ni un instante y compré el ebook original de esta obra, esta vez quería volver a arriesgarme con el inglés y me las apañé para comprender el alma de esta historia pero admito que técnicamente es la lectura más difícil que he hecho en inglés.
Primero debo confesar que he tardado tantos meses en escribir esta reseña porque no sabía cómo expresar mis sentimientos hacia esta novela. Algo que me ayudó mucho a tomar la valentía y las ganas de escribir sobre Amanda y su mundo es la reseña de mi amiga Deborah, pues hizo un especial precioso sobre esta novela.
La espera para descubrir este libro me hizo desearlo tanto, creo que lo idealicé y creé mi propio libro, y después no se ajustó a mis expectativas, Meredith justifica su decisión de crear una novela que no levante ampollas para hacer sentir cómodos a nosotras las personas cisgénero, pero yo habría deseado que Meredith no hubiera tenido miedo a hablarnos de sexo, hormonas, genitales, roles, etc, no podemos negar que todo esto forma parte de la identidad de un ser humano y que nos hacemos preguntas sobre ello. Espero que en su siguiente novela no tenga miedo y nos dé la oportunidad de demostrar que queremos el conocimiento, educarnos para no caer en errores o en juicios equivocados.
A Meredith Russo lo que le gusta son las personas y sus vivencias y a través de ellos nos deja conocer y reflexionar sobre temas importantes, como destacaba Deborah también en su especial:
Con Anna conocemos la religión y el camino de Amanda de vuelta a la fe, con Cloe conocemos el sabor de enamorarse de una chica egoísta y rabiosa, con Bee vemos el otro lado de esa relación con Cloe pero también la rabia contra una sociedad que necesita que todas sus personas sean "iguales", con Virginia reflexionamos sobre el derecho a olvidar el nacimiento de un transexual y únicamente transitar por la vida prescindiendo de esa dolorosa verdad, con el padre de Amanda sentimos la transfobia pero también como romperla cuando hay amor.
Con la mamá de Amanda sabemos cómo es ser madre y sentir que la pequeña vida que creaste tiene alas y sólo con la libertad podrá vivir, con Parker sabemos que la maldad y la transfobia estarán ahí para asustarnos, con Grant vivimos un amor de estaciones, la aceptación, la educación y el adiós, con Amanda vivimos como afronta su vida, el pasado, el presente, su deseo del futuro, sus miedos, el anhelo de ser amada y ser una chica más, la necesidad de no ser nadie más que Amanda.
Como digo, Meredith Russo, disfruta de jugar con sus personajes, de darles vida, de quitarles el dolor e insuflarlos de esperanza y aceptación. Esto no evitó que sintiera el dolor de Amanda, el bagaje emocional tan triste con el que ella viajaba, pero mientras Amanda se descubre a sí misma también se libera. Ya no es el niño lloroso que sufre por la disonancia de su mente y su cuerpo, ahora es una mujer no solo en la mitad de su cerebro y en su alma completa, sino que también sus conflictos se asemejan a los de esa normalidad de la que Amanda quiere formar parte: quiere enamorarse, quiere tener amigas, quiere encontrar su destino universitario, quiere ser libre, feliz, y normal. La sociedad impone tantas cosas para lograrlo que personas como Bee no pueden soportarlo, Bee sólo desea que Amanda exponga sus secretos y los use como sus armas de guerra, pero la sociedad se ha enfocado más en una gran mentira: esconde tus secretos para no ser débil. La única verdad es la que Meredith Russo tiene preparada para Amanda, a la que quiere con locura, que su vida importa, sus orígenes importan, Andrew no es una razón de vergüenza, es el comienzo del cambio hacia la búsqueda de una misma. Amanda es una chica normal, que incluso fingiendo ser Andrew, para mí como lectora, siempre se sintió como una chica. Una chica tierna y buena.
Bee y Cloe son la pareja homosexual de la historia, pero yo sabía que Bee no iba a durar mucho con Cloe porque se le notaba completamente enganchada a Amanda en niveles que trascendian la amistad, algo así como una mezcla de idealización, y deseo, cóctel peligroso porque Bee puede ser el personaje más intenso y sin reglas, pero no sabe nada de proteger a una persona, cuando traiciona lo rompe todo, salvo lo único que no puede romper: la amistad de Amanda con esas chicas normales que no necesitan ser guerreras, sólo sus amigas. Pero tampoco es como si a Anna o Cloe las conociéramos como a Amanda o Bee.
El título del libro no es tanto sobre ser una chica, sino sobre ser la chica de Grant, y Amanda bucea durante el libro en ese sentimiento de enamoramiento ideal.
Yo sabía que Grant no iba a sentirse capaz o locamente enamorado de Amanda con el secreto porque Grant, a pesar de que quiere ser el novio ideal y perfecto, el mejor chico, amigo, compañero, hijo y hermano, no puede sostenerlo todo, Amanda es su burbuja para dar lo mejor de sí mismo, pero yo sabía que se sentiría incapaz de volver a besar, confiar o pensar en estar con Amanda tras el secreto, como que Grant sólo se enfocaba en cosas efímeras de Amanda: su belleza física, sus ojos, sus labios besables.
También disfruta con ella en las citas en el lago e intercambiando roles de género cuando era un juego de disfraces, pero yo siento que Grant no se enamoró del interior de Amanda y por eso puede preguntarle por sus genitales ante todo el baile cuando Bee explota el secreto, o como envía a las amigas y no va el mismo para parar los abusos de Parker. Yo me alegro de que Grant no sea el "para siempre" de Amanda, este chico nunca me tocó el corazón.
Mayu.
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